LICORERÍA
La esencia de las Arribes en un trago
En el Polígono de los Villares de Salamanca se asienta El Majuelar, una empresa de licores y aguardientes artesanales cuya historia se remonta a 1950 en Aldeadávila de la Ribera, un enclave lleno de belleza en pleno corazón de las Arribes del Duero. Fue allí donde hace setenta años los abuelos de Loli de la Iglesia comenzaron con la elaboración de aguardiente de orujo que ellos mismos producían procedente de la destilación de orujo de una viñas de su propiedad que abarcan entre 6 y 8 hectáreas de superficie. Hoy en día aún se mantiene la destilería artesanal, siendo una de las pocas que se conservan en España.
25 ANIVERSARIO
En 1994 los actuales propietarios, el matrimonio formado por Eusebio García y Loli de la Iglesia, toman el rumbo de la empresa familiar. La tercera generación ha ido ampliando la fama de productos hasta abarcar un total de 14 referencias de una amplia gama de sabores. Desde el clásico licor de hierbas hasta pasar por el licor de café, de guindas, a los que se han incorporado nuevas fórmulas más atrevidas como la crema de arroz con leche o la crema de almendras.
El Majuelar se ha convertido en este tiempo en una referencia en la provincia. Tanto es así que es la única de su sector en Salamanca. Sus productos se elaboran de forma natural. Sus volumen de producción oscila entre las 45.000 y 50.000 botellas al año. En su proceso de fabricación emplean materias primas de calidad, «de carácter artesanal, prescindiendo de aromas y concentrados», según explica Eusebio García, representante de la tercera generación de la destilería familiar.
Poco a poco y a base de esfuerzo y constancia, la tradición familiar se ha mantenido en el tiempo hasta nuestros días con la misma esencia con laque nació: selección y cuidado de las materias primas de calidad. Siempre que pueden recurren a «recursos naturales propios de la provincia de Salamanca y si no los encontramos aquí buscamos en otros lugares de la región», sostienen.
De esta manera, para la elaboración del licor de miel (en el que se mezcla miel de encina, tomillo y romero con aguardiente de orujo) se utiliza miel procedente de la Cooperativa Reina Kilama, «una de las más fuertes de la provincia que cuenta con una miel de calidad», explican.
En el caso de las cerezas que emplean para la elaboración del licor de cerezas y la crema de cerezas con chocolate se abastecen de la fruta que les proveen agricultores de Mieza de la Ribera, un pequeño pueblo cerca de Aldeadávila.
En los últimos años han ido abriendo camino en el apartado de las cremas, intentando satisfacer los gustos de un «mercado cambiante» que demandan bebidas de menor graduación alcohólica. «Estamos apostando mucho en esa línea porque gustan a todo el mundo», comentan. Para ello disponen de su propio laboratorio donde investigan en nuevas fórmulas innovadoras y atrevidas como la crema de bellota o la de choco-menta.
Hace 15 años la empresa decidió integrarse en la Asociación de Artesanos Alimentarios de Castilla y León, «punta de lanza de Tierra de Sabor», a la que se han incorporado en 2009, hace una década. «tratando de buscar unión, fuerza y representatividad al ser un sector tan único se veía que sino muy lejos no podíamos llegar», afirman.
La empresa participa activamnete en numerosas acciones comerciales para llevar sus productos como las Ferias del Salón del Gourmet (Madrid) o Alimentaria (Barcelona). En total la licorera familiar acude a 90 acciones de este tipo al año.
Sus productos podemos encontrarlos en numerosas tiendas de Salamanca, Valladolid, Ávila o Madrid. Además podemos adquirilos en su página web (www.elmajuelar.com).