MIELES
Una colmena de calidad y sabor
Esta empresa elabora distintas variedades de miel ecológica procedente de 150 colmenas situadas en la Sierra de la Encina
El camino iniciado en 2014 por la empresa berciana Labejazul ha sido intensa y repleta de éxitos. Con tan sólo cuatro años de historia cuenta con el premio a la mejor miel de castaño del país –reconociminento que obtuvo en 2017– y en 2018 el premio recayó en su miel de bosque, también conocida como mielato, que elabora la empresa, según el portal mieladictos.com, una suerte de Guía Parker del mundo apícola en España. Estos galardones se suman al reconocimiento como mejor miel de León que la compañía obtuvo en 2016 en el concurso organizado por la Universidad de León y Urzapa o a su presencia entre las mejores diez mieles de España según el portal universomiel.
Pero detrás de este ‘medallero’ se encuentran la historia por asentarse en su lugar de origen abanderada por tres almas emprendedoras que querían «recuperar esta tradición en el pueblo y no dejarla perder». Ellos son Ana Belén Raimóndez Yebra, Juan Carlos García Barba y su hermano Ignacio García Barba que vieron «en el campo una gran oportunidad de futuro». Ana Belén es el «alma mater» de la empresa. Tras finalizar los estudios de Ciencias Ambientales empezó a darle vueltas a la idea de dedicarse profesionalmente a la castañicultura, aprovechando los conocimientos que ya tenía sobre el sector Juan Carlos, su socio y pareja sentimental. De esta manera emprendieron la ilusión de querer convertir «el campo y la naturaleza en nuestra oficina de trabajo», según comentan.
En la actualidad cuentan con 150 colmenas aproximadamente repartidas en tres asentamientos del entorno de la Sierra de la Encina de la Lastra (en la localidad de Portela de Aguiar), una zona de gran riqueza por lo recóndita que está, en el límite con Galicia. «Es una zona aislada de extensiones de cultivos, actividades industriales o grandes carreteras. Es, también, frontera y transición entre territorios de clima mediterráneo y territorios de clima continental, esto hace que en ella crezcan juntos, elementos florísticos de origen y características biogeográficas opuestas, aspecto clave para un producto como la miel, que va a depender directamente de la flora de la zona en la que se encuentren las colmenas», explica Ana Belén. El reto es crecer hasta alcanzar las 200 colmenas. Junto a las mieles, elaboran otros productos como tintura de propóleo y polen.
Su filosofía de trabajo se sustenta en métodos los menos intervencionistas posibles.
Desde el verano del año pasado cuentan con la certificación ecológica lo que significa que cumple con una serie de requisitos como por ejemplo que no haya cultivos que utilicen pesticidas, ni actividades industriales contaminantes en un radio de 3 kilómetros, entre otros. Todo ello con el fin de que el cliente final está consumiendo un producto libre de posibles sustancias dañinas para el organismo; en definitiva, bajo unas normas de respeto y bienestar animal y con un objetivo de sostenibilidad medioambiental y de producción.
Sus produtos no son fáciles de encontrar pues el boca-oreja ha corrido como la pólvora y se han quedado sin reservas para poder atender la demanda que reciben en su página (www.labejazul.com). Se puede conseguir en algunas tiendas físicas dispersas entre Cacabelos, Ponferrada, Astorga y León que se puede consultar en su web.
Ya están con la mente puesta en la nueva campaña para la que se muestran «optimistas y esperanzados» de poder aumentar la producción aunque temen que la escasez de lluvias pueda jugarles una mala pasada y se presente un verano que pueda presentarse crítico para sus colmenas.