Las nietas de Quintín funden el oro y el vino

Es mucho más que una anécdota, es un hecho histórico y una verdadera fortuna el que ciento treinta y cinco años después, la bodega que Quintín Muelas Carrión abrió en el número 3 de la calle Santa María, siga en manos de la familia y fermentando en las mismas cavidades subterráneas de aquellos vinos del último cuarto del siglo XIX. Y es que los Muelas forman parte del inventario cultural de la Villa del Tratado, y todo gracias a que la quinta generación se ha incorporado y ha tomado las riendas de la bodega y de la elaboración y crianza de los vinos, pero al mismo tiempo esa generación representada por dos hermanas, Helena y Reyes, no solo ha heredado la tradición vitivinícola, sino también el ADN artístico de esta familia tordesillana.

Quintín Muelas, su abuelo, además de vitivinicultor fue un buen pintor. Algunos de sus lienzos cuelgan todavía de las paredes de las distintas estancias de la casa centenaria, que se eleva por encima de las bodegas subterráneas. Pero además, el padre de estas dos jóvenes tordesillanas, Quintín Muelas García, también las transmitió la sensibilidad del artista, pues estudió Bellas Artes y algunas esculturas testimoniales aparecen salpicadas en las instalaciones de la Bodega Muelas. Es, por tanto, lógica la respuesta de la joven Helena Muelas, licenciada en Farmacia y más tarde en Enología por la Universidad de La Rioja. Al final cambió los albarelos de la botica por las barricas y las viñas de tempranillo, que son las últimas que quedan en el término de Tordesillas. Helena ha sido la creadora de los blancos 'Alidobas’ y los tintos 'Muedra’, acogidos hoy a la mención de calidad Vinos de la Tierra de Castilla y León, a lo que hay que añadir que gran parte del viñedo y las nuevas plantaciones de tempranillo y verdejo están inscritas en la DO Rueda. 'Velay’, el primer vermouth familiar de la provincia, es otra de sus creaciones. Helena tiene muy claro seguir en su lagar y bodega de la calle Santa María para elaborar en torno a 25.000 botellas de vino con la uva de su bodega de siete hectáreas. Pero, en el mismo lugar donde fermentan los mostos de los Muelas, se funde el oro y la plata porque su hermana, Reyes Muelas, estudió Bellas Artes como su padre y se especializó en escultura. Nieta de pintor, hija de escultor y descendiente de viticultores y bodegueros, estos ingredientes han marcado la trayectoria artística de Reyes que, tras licenciarse en Bellas Artes en Salamanca y terminando la carrera en Madrid, entró en el mundo del bajorrelieve con la escultura en pequeño tamaño, especializándose en diseño y joyería. Y así ha nacido en Tordesillas la primera fusión del oro y del vino.

En el mismo edificio que todos los años visitan centenares de enoturistas está el estudio-taller de Reyes que, como era de esperar, entre otras colecciones, destacan las inspiradas en la viña y el vino. Su colección 'Laviné’ ha creado piezas donde la uva, el racimo y el vino han dado multitud de creaciones artísticas: pulseras, pendientes, camafeos, collares… elaborados en plata de ley o en latón chapado en oro amarillo. Amatistas, ágatas, jaspes, ónices y perlas del río son, entre otras, las piedras preciosas que adornan piezas personalizadas o exclusivas. Entre ellas, el collar de la reina Juana, inspirado en los grabados de la época y que, casualmente, Reyes diseñó para que lo luciera en el cuello su hermana Helena Muelas cuando le tocó representar a la reina Juana en la recreación histórica de Tordesillas. Dos mujeres tordesillanas que han decidido seguir en la casa de los suyos, defender una cultura heredada donde se fusiona el mundo agrario y el artístico y, lo más importante, destacando en sus sectores a juzgar por los premios de los vinos y las constantes demandas de piezas de joyería que recibe Reyes de cineastas, coleccionistas, ilustradores y diseñadores. Lo mejor es que todo esto es parte de la visita a la Bodega Muelas, a unos metros de la Plaza Mayor de Tordesillas, bajando a las cavas subterráneas, degustando vinos en la sala de catas y disfrutando del taller de joyería.