El cenador de Luis Alberto

Desde hace doce años, Cristina Tablado toma la comanda y Luis Alberto marca la cocina en el restaurante El Cenador situado en un rincón de la Plaza Mayor de Quintanar de la Sierra, en Burgos. Cristina y su hijo Carlos, también cocinero, iniciaron un proyecto al que se sumaría Luis Alberto, prácticamente al inicio de la apertura del restaurante. Así apareció el joven cocinero Luis Alberto Simón, con un claro ADN de la Tierra de Pinares y con rodaje en la cocina de restaurantes de la vecina villa pinariega soriana de Vinuesa.

Luis Alberto ha sabido imprimir a la comanda toques de modernidad sin sacar los pies del tiesto. Es decir, el tratamiento de las carnes y de los pescados pasa por técnicas habituales hoy. De ahí que la panceta a baja temperatura, la vieira asada con parmentier o incluso las alitas glaseadas con cerveza y miel, aderezado por un postre de brownie de chocolate negro con rebozuelos caramelizados muestran al comensal la cara moderna de este restaurante pinariego, pero, al mismo tiempo, Luis Alberto, como tantos cocineros y cocineras de la Tierra de Pinares de Burgos y Soria maneja con destreza los boletales en todos los formatos posibles: ensaladas, carpachos, guisos, guarniciones, espumas, cremas… Y la trufa, por supuesto, que acompaña y perfuma una buena parte de los platos de las cocinas burgalesas y sorianas. Croquetas, revueltos, carnes rojas y bacalao, siempre junto a algún pescado, cierran la comanda de este pequeño restaurante donde se puede comer por 25 euros de media a la carta y 12 euros el menú diario, muy digno.

El Cenador es un buen ejemplo de restaurante de cocina rural, comprometido con el escenario donde se encuentra, que ofrece platos modernos sin olvidar el ajo carretero, que es la caldereta popular y plato emblemático de Quintanar y de todo el Comunero de Revenga y que, Luis Alberto, ofrece a pequeños grupos cualquier día de la semana al más puro estilo carretero: la caldereta con el guiso de oveja machorra, la hogaza de pan como plato y, de postre, el pan con el caldo de este guiso popular de Quintanar. Esto último, todo un acierto. Por otra parte, Luis Alberto, ofrece una interpretación moderna del ajo carretero para aquellos que lo prefieran.