Cerrar

Alfonso Galindo en el interior de su tienda de vinos en Coca.-

Publicado por
Javier Pérez Andrés

Creado:

Actualizado:

Poco imaginaba nadie que el vino iba a volver a Coca. Con una copa de vino en la mano, defender las excelencias de una uva blanca verdejo procedente de cepas centenarias o alabar las cualidades de su potencial aromático, es algo sencillo. Lo mismo que llevar a la mesa de cata un tempranillo y toda su complejidad en la curva de evolución o detectar los matices que aportan a un tinto cepajes tan sugerentes como el syrah o la petit verdot. Es fácil defenderlo en la ciudad. Pero hacerlo desde una cabecera de comarca, lejos de los círculos comerciales y de los contubernios vitivinícolas, tiene más que mérito, y eso es lo que hace a diario Alfonso Galindo en su pueblo, defendiendo la cultura y el consumo del vino de calidad.

Alfonso asegura que lo que él hace ahora en su pueblo, en Coca, ya lo hacían en tiempos de Teodosio porque, ¿qué es sino una ‘tabernae’ más que una tienda donde se vendían los productos locales y los que llegaban a Cauca a través de las calzadas romanas? Eso explica el que este joven caucense, que estudió Magisterio y trabajó en el restaurante familiar durante muchos años, decidiera un día seguir apostando por su tierra y por el turismo en Coca abriendo una tienda de vinos muy especial pues, además de tener la mayor representación de zonas, bodegas y vinos de la provincia de Segovia, es también una tienda donde se puede comprar el mejor garbanzo de Valseca, un kilo de judiones de la Granja , la última miel floral o la réplica del castillo mudéjar de los Fonseca, que está situado a apenas unos metros de la puerta de su tienda, que se llama ‘Auténticos CyL’. Lo más sorprendente de esta iniciativa de Alfonso Galindo es que su pequeña tienda de vinos, aun estando fuera de la ciudad de Segovia, se ha convertido en una referencia no solo para los restaurantes y la hostelería de Coca y la Campiña Segoviana, sino también para cualquier parte del mundo pues, como joven del siglo XXI, las nuevas tecnologías le permiten vender por Internet un tinto de Valtiendas, el último verdejo de Santa María la Real de Nieva, un blanco de Santiuste de San Juan Bautista o un ribera segoviano elaborado en Montejo de la Vega de la Serrezuela, en el corazón de las Hoces del Riaza.

Alfonso asegura que muchos turistas que entran en la tienda se sorprenden al saber que la provincia de Segovia cuenta con tres Denominaciones de Origen. La más consolidada es la DO Rueda, a cuyo ámbito geográfico pertenecen las bodegas de Santiuste y Nieva, entre otros términos municipales. Aunque menos conocida es la parte segoviana de la DO Ribera del Duero, cuyas bodegas y vinos se producen desde Montejo de la Vega a Aldehorno o las iniciativas como la bodega de Cuéllar, que ya son referencias obligadas. Por otro lado, tampoco faltan iniciativas que, de forma aislada, han ido surgiendo en las zonas donde se ha abandonado el viñedo, pero sigue el recuerdo de un pasado vitivinicultor como, por ejemplo, Coca. Alfonso insiste, en Coca, además de las masas forestales que forman parte de nuestro paisaje económico y cultural, también se elaboraron vinos y se cultivaron las viñas. Por ahora, gracias a la iniciativa de Alfonso Galindo, el mundo del vino, su divulgación y su consumo, tiene ya un hueco en la Campiña Segoviana. Establecimientos como estos, demuestran que este es el camino para potenciar el turismo rural, la cocina local y aprovechar el flujo de los turistas para dar a conocer en este caso el potencial agroalimentario de una localidad clave en la oferta turística y gastronómica segoviana. Alfonso, fiel a los mecanismos culturales del momento, organiza catas, orquesta degustaciones y no duda en apoyar las producciones cárnicas locales que forman parte de la industria jamonera segoviana, defendiendo en la cata las cualidades de un jamón blanco o uno ibérico, junto a los taninos de una tempranillo ribereña.