REVUELTO DE POLIFENOLES
Un plato y un restaurante
La palabra se las trae, aunque es rotunda en su significado. Alude a un perfil cultural de un territorio determinado, una comarca. Casualmente, en esta región son muchas las teselas que dibujan el mapa comarcal en las nueve provincias de la comunidad. De todos es sabido que muchas de ellas tienen rasgos culturales diferenciados. De ahí que una de nuestras riquezas sea precis amente la diversidad. Un aspecto que en materia de cocina y gastronomía nos estamos saltando a la torera entre tanta geometría cocineril y festival gastronómico.
El mayor potencial que tiene Castilla y León, como en tantas cosas, es la enorme riqueza de sus cocinas. Podríamos asegurar que cada comarca o territorio cultural dispone de un recetario propio. Algunos de sus platos y sus materias primas han traspasado fronteras, siendo el ejemplo más rotundo el del Bierzo. Pero no olvidemos que en el resto también se come, se cocina y, casi de milagro, algunos restaurantes se empeñan en defender la cocina local. Sirva el ejemplo de esta semana en el que destacamos un restaurante alistano. Sin salirnos de la provincia, Sanabria, Alba, Sayago o Tierra de Campos nos ofrecen una comanda única y diferente que ahí está, en el anonimato, esperando su turno en la gastronomía turística del momento.