BODEGA CASTRO MENDI
Los vinos de San Blas de Aliste
San Blas es una pequeña localidad alistana situada al oeste de Zamora donde apenas viven 20 vecinos. Sigue manteniendo algo de agricultura y un poco de ganadería, pero sobre todo es una pequeña población alistana que no ha dejado de palpitar y en ello tienen mucho que ver cuatro jóvenes: Carmen, Begoña, David y Domingo que, hacia el año 2010 decidieron iniciar un proyecto de recuperación de la viña y el vino en San Blas de Aliste. Curiosamente se recuperaba con su iniciativa una cultura de la viña y el vino prácticamente olvidada y así nació Castro Mendi, con una década de singladura, que ha convencido incluso a los más agnósticos. Se puede elaborar un vino de calidad en una pequeña aldea con toda la dignidad del mundo y sin olvidar que la apuesta de estos valientes ha pasado por un buen criterio enológico y vitícola. Es decir, cuentan con toda la tecnología necesaria para elaborar y envejecer vinos de calidad.
Ellos mismos construyeron la bodega en una casa de campesinos del siglo XVII. Hoy su bodega recibe a aficionados, turistas y profesionales vinculados al mundo del vino que se sorprenden al conocer un tempranillo alistano alejado delas zonas tradicionales de vinos de la provincia. Todas sus viñas, las que plantaron en San Blas y las que cultivan en Morales de Toro, son de la variedad tempranillo/tinta de Toro. Y así, diez años después, comercializan 25.000 botellas todos los años que llevan el nombre de su pueblo en la etiqueta.
La bodega y los vinos Castro Mendi deben el nombre a los apellidos de Domingo y de David aunque las dos mujeres, Begoña y Carmen, aportan las raíces alistanas más profundas. Pero todo esto se traduce en tres vinos que llegan a los mercados nacionales y en una pequeña partida a Centroeuropa: el Castro Mendi, roble con un ligero paso por las barricas; el Premium, también envejecido en barricas de roble; y el Menester, un fermentado en barrica que curiosamente debe su nombre a un fragmento de la canción del célebre Javier Krahe ‘En la costa suiza’. Todos ellos tintos de tempranillo zamorano que han fermentado y envejecido en San Blas de Aliste.
Castro Mendi forma parte hoy de un grupo de pequeñas bodegas y viticultores unidos en un colectivo denominado ‘Vinos de la Sierra de la Culebra’ que en los últimos años ha ido consolidándose en este territorio. Al margen de lo heroico, de la iniciativa rural y de la apuesta de cuatro jóvenes, Castro Mendi es, sin duda alguna, una bodega moderna que elabora vinos acordes a los criterios que hoy demanda el mercado y que tiene en su haber su procedencia única y exclusiva: un rincón de Aliste en el oeste zamorano.
La bodega cuenta con 4 hectáreas de viñedo en Morales de Toro y una hectárea en San Blas de Aliste, todo tempranillo y la mayor parte en cepas en vaso entre 30 y 50 años. La bodega desde el principio no solo innovó en la utilización de maquinaria enológica moderna y en el diseño sensorial de sus vinos, también lo hizo en la imagen de la marca que contó con la firma de Javier Garduño, diseñador ligado por lazos de amistad, que logró que Castro Mendi destacara en los premios de publicidad de Castilla y León ‘Inspira’ en la categoría de ‘Identidad de producto, etiqueta’.
Domingo, David, Carmen y Begoña saben ya que sus hijos algún día seguirán bebiendo vinos de su pueblo lo mismo que lo hicieran los abuelos de sus abuelos. Castro Mendi es un buen ejemplo de viticultura heroica, de enología comprometida, y además trasladan a las copas de vino registros sensoriales de tempranillos alistanos, que siempre es una cualidad interesante en la cata.