HELIX DEMANDACOL (SALAS DE LOS INFANTES, BURGOS)
Los caracoles de la Sierra de la Demanda
Hace tres años arrancaba la historia de Helix Demandacol, una granja de caracoles en plena Sierra de la Demanda burgalesa que no sólo lo comercializa vivo para su elaboración, sino que ha creado nuevos productos con este molusco como hilo conductor
No es fácil ser mujer emprendedora en el medio rural. Y todavía lo hace más único dedicarte a la cría del caracol (Helicicultura). Ese es el caso de Irene Fernández que junto a su familia decidió volver al pueblo de sus abuelos para empezar de nuevo y conseguir salir adelante en plena crisis económica. Después de asistir a un curso de cría de caracoles impartido en la delegación de Agricultura de Castilla La Mancha en Guadalajara, donde tenían su residencia, vio un posible negocio y decidió que por ahí podía haber una oportunidad de salir adelante. Así se embarcaron en esta aventura llamada Helix Demandacol.
Decidieron trasladarse a su pueblo, Castrillo de la Reina. Allí, en plena Sierra de la Demanda disponían de los recursos necesarios para hacer realidad su idea. Después de algunas dificultades, consiguieron invertir en una finca de 9.000 metros cuadrados en la vecina localidad de Salas de los Infantes y en 2015 comenzaron su andadura.
Los caracoles que se crían en esta empresa ubicada en el Paraje de los Cerrillos son de la especie Helix Aspersa Muller, también llamados, dependiendo de la zona, macho, bover, burgao, petit gris y caracol común. Aunque en principio no tendrían nada de especial respecto a otros caracoles criados en granjas, los cuidados que reciben los hacen únicos. Como apunta Irene Fernández la diferencia está en «el trato y la alimentación a base del pienso que elaboramos con maíz, trigo y cebada que adquirimos en un distribuidor de la zona y que mezclamos nosotros mismos».
En su granja han dispuesto cuatro tubos de invernaderos de 500 metros cuadrados cada uno en los que hay cultivadas diferentes plantas como acelgas y trébol enano. «Para la siguiente campaña incorporaremos también berza que, aparte de ser un suplemento para el caracol y ayuda en su alimentación, les sirve también como refugio natural».
Pero Helix Demandacol no se ha quedado sólo como una granja de caracoles al uso, sino que además apuesta por el I+D+I y ha sacado otras líneas de producto a parte desarrolladas íntegramente en la empresa. «Después de innumerables pruebas y mucho tiempo, hemos querido dar una vuelta más e innovar, sacando productos que nos diferencien de la competencia que generalmente sólo venden caracoles en vivo».
Así, actualmente su producto «estrella» es el caracol en semiconserva y envasado en bolsas de un kilo, ya limpio y semicocido, con lo que «el cliente tiene únicamente que abrir la bolsa, añadir a su guiso y en unos diez o quince minutos cociendo todo junto los pueden emplatar y comer directamente».
Además, este año, durante la Feria gastronómica del BEC en Barakaldo, lanzaron al mercado otros productos singulares y de alta calidad utilizando sólo el caracol y sin ningún tipo de aditivos como los Patés Artesanos de Caracol en Salsa Clásica, a las Finas Hierbas y con Boletus o los Caracoles en Salsa Clásica y la Salsa para los Caracoles semicocidos. Todas estas especialidades se pueden adquirir en su tienda online www.demandacol.eu o en tiendas de algunos pueblos de la Demanda como Quintanar de la Sierra, Barbadillo del Mercado y Salas de los Infantes o en las tiendas de Quesos de Sasamón en Burgos.
Sus caracoles viajan a lugares con gran tradición en este tipo de guisos como Cataluña, Francia e Italia, donde distribuidores compran la materia prima en vivo para luego venderla en el lugar de destino.
Además, gracias a su plataforma de venta por internet, también llegan a otro tipo de consumidores que compran el caracol ya procesado como pueden ser restaurantes, tiendas y clientes particulares.
Pero su actividad no sólo se queda en la mera cría y comercialización de los caracoles. Una demanda que están encantados de cubrir son las visitas guiadas por sus instalaciones donde explican las características de una granja de caracoles. Por allí han pasado asociaciones, instituciones y colegios de la zona para conocer de primera mano su día a día, así como el ciclo completo del caracol desde su reproducción, hasta que están listos para su consumo.
El futuro más inmediato de Helix Demandacol pasa por ampliar sus instalaciones con el proyecto de construcción de una nave de 150 metros cuadraros aledaña a sus invernaderos donde se instalará maquinaria «para poder empezar a sacar huevos de caracol, tanto para la elaboración de caviar de caracol, como para la cría de éstos y su introducción en los invernaderos para su engorde y posterior venta». Otra de las actividades que se llevarán a cabo en estas instalaciones será el proceso de semiconserva de los caracoles que en estos momentos se tiene que externalizar a una empresa conservera independiente.
Irene Fernández está muy implicada en dar a conocer la Helicicultura y animar a otros emprendedores a que vean en esta actividad un posible futuro teniendo en cuenta la demanda de caracol que ahora mismo hay en el mercado. Por ello también prepara cursos formativos e informativos que próximamente impartirán en sus nuevas instalaciones.