La magia del vino

La actividad enoturística se ha convertido en Castilla y León en un fenómeno muy rentable para la dinamización de las bodegas y de los ámbitos geográficos de las Denominaciones de Origen. A los recursos naturales, etnográficos y culturales de estos territorios se unen cada vez más la participación de artistas de diferentes disciplinas que completan los calendarios de actividades de las bodegas inmersas en la oferta dirigida a los visitantes y aficionados al mundo del vino.

El ilusionismo bebe también de las fuentes de la vid y se suma al fenómeno imparable del turismo cultural del vino. Un buen ejemplo es el que propone Miguel de Lucas, zamorano, licenciado en Educación Física, psicólogo y, ante todo, ilusionista. Miguel vive de hacer aparecer y desaparecer las cosas y de sembrar la ilusión entre los espectadores. Tarde o temprano el mundo del vino, tan presente en la cultura de Castilla y León, terminaría atrapándole. Y así ha sido, pues en estos momentos, al mismo tiempo que triunfa en la televisión nacional con su programa ‘Un país mágico’ prepara un proyecto que se convertirá en el mayor espectáculo de magia en el que el vino, las uvas, las copas o las botellas entrarán en una espiral mágica que sorprenderán al público. Empezará por Zamora, con la presentación de un espectáculo que tendrá su epicentro en una bodega de la Denominación de Origen de Toro, pero por ahora quiere mantener el misterio. Miguel de Lucas, hasta hace poco conocido por el nombre artístico de Miguelillo, tiene muy claro que el mundo del vino ha sido siempre una fuente de inspiración para artistas de todo tipo «¿Cómo no va a inspirarme a mí como mago, si son muchas disciplinas artísticas las que han bebido del vino: directores de cine, escritores, poetas, etc.? Por cierto, creo que la cita es de Federico García Lorca, y a mí me parece sublime cuando dice: me gustaría ser todo de vino y beberme yo mismo. A lo que yo añadiría: y al final desaparecer». Por otra parte, Miguel de Lucas insiste en que el vino es un elemento mágico, pues nace de la tierra. En las entrañas del terruño germina la idea, brota de una cepa desnuda y luego el mosto se convierte en alcohol. Todo ello nos lleva a una fuente inagotable de inspiración, pegado a una cultura que los habitantes de Castilla y León asimilan, conocen y defienden. Con respecto al espectáculo que está preparando, que se denominará VINDIE, el mago insiste en que logrará fusionar de manera armónica esos dos mundos paralelos de la ilusión y el vino, buscando dejar un buen sabor de boca «como es obligado». Aunque no quiere desvelar todavía los trucos, no le importa reconocer que el espectáculo VINDIE será un juego, un gran homenaje al proceso de elaboración del vino, y en el que las barricas de roble americano vacías se convertirán en un imaginario sombrero de copa del que nacerán uvas, racimos y botellas. Las nuevas tecnologías no andarán muy lejos. Con respecto a la elección de la Denominación de Origen de Toro como escenario para dar a conocer su espectáculo inspirado en el vino, Miguel de Lucas es rotundo: «Conozco la mayor parte de las zonas de vino y de las Denominaciones de Origen de Castilla y León, pero por razones familiares, geográficas y sentimentales, quiero empezar en Zamora. Me encantaría recorrer todas las Denominaciones de Origen». Y asegura que es tanta la ilusión que ha puesto en el proyecto que le gustaría actuar aunque fuera gratis en todos los territorios del vino. Claro que esto último es una ironía que, como es mago, puede hacer desaparecer. Los últimos años la magia se une a la oferta cultural del emergente enoturismo. En este sentido, Rodrigo Burgos, presidente de la Federación de Asociaciones de Museos del Vino de España, confirma que cada vez más las bodegas solicitan actividades culturales y la presencia de artistas en sus calendarios de promoción turística y admite que el aficionado al mundo del vino responde también a este tipo de ofertas.