ASADOR DEL RINCÓN NAZARENO
La cocina adnamantina
Virginia de Miguel defiende su interpretación de la cocina adnamantina en el asador Rincón del Nazareno, situado a pocos metros de la ermita del Cristo que da nombre al restaurante. Por lo tanto, es un lugar situado a escasos metros del rio Duero, de fácil localización, en Almazán, una de esas históricas villas sorianas situadas en la esquina del suroeste regional y, por desgracia, poco frecuentadas. De ahí que sorprenda que Virginia defienda el único horno de leña de la localidad y, a pesar de recibir un fuerte aplauso por sus paellas, siendo curiosamente campeona de concursos donde participan valencianos, ella ofrece cochinillo, cabrito y lechazo asados en horno de leña. No le falta el torrezno de Soria, al que su toque de horno suaviza el crujiente. Tampoco le faltan las setas.
Como buena soriana, domina los ‘migueles’, entre otros boletales y diferentes tipos de setas. La trufa negra, indisoluble a la cocina soriana, perfuma algunos de sus platos. Pero lo mejor de la comanda de Virginia, que lleva 6 años al frente de la cocina y otros tantos vinculada a la gastronomía soriana, es que incorpora tatakis de atún, una buena lectura de la alcachofa con hígado graso, carnes rojas, siempre algún pescado, junto a mollejas, riñones y chuletillas de lechazo. Todo esto unido a un buen servicio, una decoración cuidada, que responde con acierto a la cocina adnamantina del momento. No sucumbe al Rioja y puedes elegir entre 20 referencias de la Ribera del Duero. Y, por supuesto, el plato tradicional de Almazán: el somarro (en su variante de carne de cerdo), y una yema local entre los postres, rubrican el éxito alcanzado hasta la fecha. Se puede comer por una media de 30 euros en carta, y por 12 euros en el menú semanal.