Diario de Valladolid

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Cocina casteñana de verdad

La familia Salamanqués regenta este restaurante cargado de historia en una de las calles de la villa del Archivo

Saúl Salamanqués, dueño del establecimiento, flanqueado por sus padres Francisco, jefe de cocina y Mari Carmen, encargada de atender a las mesas que se concentran en el comedor.-J.M. LOSTAU

Saúl Salamanqués, dueño del establecimiento, flanqueado por sus padres Francisco, jefe de cocina y Mari Carmen, encargada de atender a las mesas que se concentran en el comedor.-J.M. LOSTAU

Publicado por
Henar Martín Puentes

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Es el primer día de la temporada que elaboran cocido castellano y eso se nota en el ambiente de la cocina de los Infantes. Todos los miércoles realizan de menú del día este contundente y reconfortante plato a fuego lento que el cuerpo pide cuando las temperaturas empiezan a caer. En los fogones encontramos a Francisco Salamanqués, jefe de cocina del establecimiento, preparando un revuelto de boletus, otro de los platos de la carta que más éxito tienen. «Es un revuelto muy cremoso, muy elaborado», explica el chef. A sus 57 años, lleva 43 años, toda una vida, de cocinero. Entró con 14 años de pinche en las cocinas del Colegio del Lourdes donde aprendió el oficio. Durante veinte años regentó junto a su esposa un restaurante en la Plaza Mayor de esta villa con seis mesas en el comedor. «Se nos quedaba pequeño y tuvimos que dar el salto, nos pilló en medio de la crisis y fue toda una apuesta; los comienzos fueron muy duros», recuerda Mari Carmen, su mujer, que ha estado siempre acompañándole. «Hemos salido adelante a base de horas, horas y horas que es lo que hay en la hostelería», sostiene.

El 1 de noviembre cumplirán seis años en un espacio ubicado en la calle las Tercias, un lugar cargado de historia con un balance «muy bueno» de este tiempo. La casa donde se asienta el comedor ocupó en un tiempo pasado unas antiguas cuadras que sirvieron de lugar para realizar los pagos de las ‘tercias reales’, un antiguo tributo que se hacía a la Iglesia de la Edad Media. De ahí el nombre de la calle. «Los pagos se realizaban con granos de cereales o ganado que se guardaban aquí».

El local fue bautizado con el nombre ‘los Infantes’, rindiendo homenaje también al pasado histórico de Simancas, tal y como explica Mari Carmen. «Aquí estudió Felipe II y le acompañaban siempre infantes». A la entrada se ubica un acogedor patio con terraza que da lugar a un comedor y a la zona del bar.

Ella se ocupa de atender a la clientela y llevar las cuentas. Con el tiempo su hijo Saúl, de 24 años, ha tomado las riendas del negocio junto a sus padres tras haberse formado en las aulas del Instituto Diego de Praves y de la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez de Valladolid.

Su cocina no tiene dudas. Es «casera castellana», tal y como la define con rotundidad la encargada del comedor. «No es una carta extensa pero sí muy completa», argumenta su esposo. Para ello emplean los mejores productos que a diario encuentran en el mercado y distribuidores del propio pueblo.

INGREDIENTES FRESCOS

Francisco acude todos los días a comprar los productos frescos de cada temporada. Las verduras las adquien en la Alquería, un establecimiento de Simancas que tiene huerta ecológica. Por su parte, las carnes proceden de la propia carnicería del pueblo que tiene «el mejor lechazo de Valladolid», según comenta Mari Carmen. Son famosas sus carnes a la brasa. Realizan pinchos de conejo, pollo y lechazo. Aunque también hay otros platos como la oreja que cocinan a la gallega y que tienen también buena reputación por su preparación.

En cuanto a los pescados seleccionan los mejores ejemplares frescos que encuentran en los puestos del mercado. «Si hay un buen salmón, traemos salmón, si hay una buena merluza traemos merluza. Lo que veamos que sea bueno», comentan.

La bodega está compuesta por 18 referencias de las cuales, el 90 por ciento procede de la Ribera del Duero. También hay botellas de otras Denominaciones de Origen como Toro, Rueda, Cigales o Rioja. Pero si el cliente prefiere traer su propia botella, en los Infantes no hay problema. «Nosotros no cobramos el descorche».

Ofrecen menú a diario por 12 euros con tres primeros y tres segundos a elegir, además de postre y bebida. Los fines de semana lo ofertan a un precio de 18 euros. «Lo cambiamos a diario y lo hacemos siempre con producto fresco, con carnes a la brasa, muchas ensaladas, volován relleno…etcétera. Cierran todos los lunes por descanso y durante quince días por vacaciones en noviembre.

También realizan guisos y comidas por encargo.

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