Queso de almendra
REVUELTO DE POLIFENOLES
A poco que nos tomáramos en serio las elaboraciones artesanales y familiares de muchos pueblos de esta región, iríamos completando un impresionante arcano alimentario todavía sin cerrar. Sopas, guisos, pastas, dulces, embutidos e infinidad de alimentos cocinados o no, han marcado la fiesta, la romería y un elemento importante en el ritual de muchas cofradías centenarias. Pues bien, dentro de ese marco todavía hoy podemos recuperar algunos de ellos para la oferta de la cocina rural. Sabido es que de antiguo se escribía en la carta del restaurante que determinado plato o guiso pertenecía a la famosa cocina de pueblo, de la abuela, la de toda la vida y con esta nomenclatura muchos platos pasaron a la historia en ventas, ventorrillos, posadas, mesones y cantinas. De vez en cuando salta la liebre como el otro día en Saucelle, localidad arribeña del oeste salmantino, donde en plena Feria de la Almendra concursaban diferentes mujeres (herederas de esa receta secular) para presentar sus quesos de almendra. Así, como suena. La versión arribeña del turrón y el mazapán. Formatos cilíndricos elaborados exclusivamente con la almendra y complemento ideal para el postre o para acompañar al queso tradicional. El queso de almendra pronto irrumpirá en el panorama alimentario, en la gastronomía salmantina y quién sabe si llegará a ser objeto de una iniciativa de un obrador dispuesto a exportar un ejemplo documentado y localizado en los pueblos del oeste salmantino con un futuro por delante. Por de pronto, ya se vuelven a plantar almendros en la zona.