Una ciudad despierta a la modernidad

El paisaje urbano de León cuenta con un nuevo espacio arquitectónico, un nuevo icono en la ciudad: el Palacio de Exposiciones, inaugurado el pasado 29 de mayo, en el marco del congreso de carácter internacional organizado por UNVEX Security & Defense.

El proyecto supone una de las intervenciones urbanísticas fundamentales para el desarrollo de la capital leonesa, conectándolo con el centro de la ciudad y la futura estación del AVE. El edificio, que nace con vocación de acoger actos multidisciplinares, se levanta sobre los terrenos de la antigua Azucarera Santa Elvira, abandonada desde que cerró en el año 1992. El centro nació con el fin de recuperar esta zona del oeste de la ciudad que se asienta sobre el denominado Barrio de la Vega. Para ello el Ayuntamiento sacó a concurso en 2004 la remodelación del área resultante del soterramiento de las vías del tren a su paso por la capital leonesa en el que resultó ganador el prestigioso estudio de Dominique Perrault, autor entre otras muchas obras, de la Biblioteca Nacional de Francia.

El diseño cuenta con una inversión de 2,5 millones de euros cuya primera fase, la que afecta al tramo entre el palacio y la estación, finalizó el pasado mes de mayo. Se trata de un edificio que mira al siglo XXI con un espacio expositivo de más de 10.000 metros cuadrados «modulables en un espacio que combina el entorno industrial con un edificio moderno, marcado por la sostenibilidad y la eficiencia», tal y como lo ha explicado el alcalde de la ciudad, Antonio Silván, quien ha asegurado que «supone una de las intervenciones urbanísticas fundamentales para el desarrollo de la ciudad». Según sus palabras, se trata de «una nueva plaza abierta y paseable para la ciudad» que incluye un hall de acceso de 1.000 metros cuadrados, una sala VIP, tres espacios expositivos de 3.000 metros cuadrados cada uno y oficinas de organización de 90 metros cuadrados.

Edificio sostenible

El nuevo centro de Exposiciones ha sido concebido para limitar al máximo el uso de las energías no renovables, con el objetivo de gestionar de forma autosuficiente y eficaz el consumo de agua. Uno de los elementos más llamativos y diferenciadores es su techo, una gran cubierta mineral fotovoltáica y translúcida cuya inclinación irregular evoca las suaves colinas de León, similar, y que según el arquitecto, emula «a un cristal de azúcar o sílice expuesto al sol, capaz de capturar, irradiar y transmitir la energía de la vida». Está compuesta por 4.014 paneles, tiene una potencia de 1,04 MW, lo que permitirá producir cada año más de 1.327 MWh de electricidad que será integralmente revendida a la red pública. De esta manera se ha introducido la producción de energía solar –energía fotovoltaica y energía solar térmica- con el fin de compensar estas necesidades. La utilización de agua potable proveniente de la red pública es secundaria, primando la recuperación y reutilización de agua de lluvia proveniente de la recogida de las cubiertas.

El entorno cuenta con un área ajardinada con tierra vegetal y arbolado y un paseo de pavimento. En la zona posterior, se dispondrá una zona adoquinada con aparcamiento para bicicletas y vehículos eléctricos, junto al Palacín.

También dispondrá de zona de aparcamiento con capacidad para 400 plazas, pavimento de hormigón en el acceso principal y muro de contención hacia el viario de prolongación de Ordoño II. Las obras de urbanización, en fase de ejecución, finalizarán el próximo mes de noviembre.