El embutido que pasta en el bosque

El bienestar animal y el producto natural cada vez llaman más al consumidor. Cerdos criados con bellota, huevos de gallinas camperas, frutas y verduras ecológicas... Y carnes de caza. «Desde luego estos animales no están medicados ni se les echa de comer», resume Raúl Martínez, fundador junto con Guzmán Rincón de La Rinconada, una comercializadora y elaboradora de productos cinegéticos pionera.

Ubicada en Almarza (Soria), su materia prima nace, crece, pasta y trota por los montes de la provincia y la Reserva Regional de Caza de Urbión. Ciervos, Jabalíes y corzos (su abundancia es tal que se han adoptado medidas extraordinarias para controlar su población) se crían en total libertad. Una vez abatidos con todos los permisos necesarios, los animales se trasladan a las instalaciones de La Rinconada para convertirse en productos 100% naturales como el chorizo de corzo, el lomo de jabalí en aceite de oliva, el salchichón de ciervo a la pimienta, las hamburguesas de ciervo, el ragout o las cecinas.

Todo surgió con una «idea de hace muchos años» que pronto cumplirá cuatro como realidad. «Veíamos que la producción de Soria era la más natural y la más solicitada» y los dos socios decidieron dar el paso. Los consumidores acceden a una carne de calidad extraordinaria en numerosas formas y los cazadores saben que lo que se abate, se come. De hecho hay aficionados que cuando llevan una res «se les tasa y se lo llevan en productos».

El primer paso del proceso es la llegada a una sala donde entran en un sistema de raíles para analizar la pieza. Natural, en este caso, es sinónimo de seguridad alimentaria y Martínez explica que «todos los animales pasan una revisión por dos veterinarios». Además, para evitar complicaciones, las instalaciones cuentan con el mejor triquinoscopio del mercado y un digestor de igual categoría. Si es 100% seguro, el proceso sigue.

«La gente es reacia a la carne de caza. Hasta que la prueba». Como anécdota relata que un día acudió un amigo a cenar y no quería probar carne de caza, así que le convencieron de que habían comprado ternera. «Se comió tres platos, y cuando se enteró que era de ciervo no se creía que estuviese tan buena. No hay colesterol ni grasa» y de mañana recibirá un distintivo como dieta mediterránea.

Aunque la empresa está abierta a nuevos distribuidores en España, lo cierto es que la mayor cultura sobre la carne de caza en otros países hace que haya venido «gente a comprar para llevárselo a Rumanía», o que Alemania, Austria, Bélgica, Taiwan o China ya conozcan la calidad de La Rinconada. «La gente, al final, va a lo bueno».

Sabedores de que el futuro pasa por la naturaleza, cuentan con su propia depuradora y los residuos se tratan por gestores autorizados en la provincia. Además, aunque «más lento», ya se plantean crear precocinados para mostrar a los clientes que a la carne de caza, lo que le falta de componentes artificiales le sobra de posibilidades si se sabe tratar. Sana, natural y con todas las garantías, La Rinconada se nutre de la ganadería más pura.