El puente de las 300 lanzas

Han pasado los siglos y la historia que recrea la gesta heroica que protagonizó Don Suero de Quiñones allá por el año 1434 sigue intacta. Según narran las glosas, el caballero leonés, de familia insigne, preso de amor de Doña Leonor de Tovar, pidió audiencia al rey Juan II de Castilla para llevar a cabo un torneo especial en el que tendrían que participar a la fuerza todos los caballeros que pasaran por el lugar elegido, que era el puente de Hospital de Órbigo y liberarse así de esa peculiar cárcel de amor. Para la prueba caballeresca el jinete se propuso romper 300 lanzas por amor, a razón de 3 por cada caballero. Los que se negaran a participar debían depositar un guante en señal de cobardía y atravesar el río vadeándolo.

Se trata de un legado vivo que han conseguido mantener los vecinos de Hospital de Órbigo, una villa de poco más de mil habitantes que durante este fin de semana se meterán de lleno en los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Edad Media. «Esperamos que el cariño y la ilusión que ponemos desde hace meses sea un éxito», comenta el alcalde de este municipio. La localidad, situada en pleno Camino Francés, celebra cada mes de junio esta fiesta declarada de Interés Turístico Regional que fue reconocida en la última edición de los PREMIOS LA POSADA como la Mejor Iniciativa Turística.

Durante los dos días que duran las Justas Medievales que llegan a su vigésima segunda edición, el pueblo se ve desbordado de visitantes y curiosos que quieren presenciar los múltiples atractivos que, desde el sábado por la mañana, se programan con la apertura del mercado medieval, actividades en el Campamento Medieval y la celebración de una Misa Medieval, en la que el rito y el canto se realizarán en Latín. «La gente necesita de fiesta que bastantes días malos pasamos», afirma el regidor. Este año han potenciado el campamento medieval con más de 200 figurantes que animarán desde por la mañana el espacio.

La tarde del sábado tendrá lugar el Cortejo de la Villa y el nombramiento del Caballero Defensor del Passo, que darán lugar a una Cena Medieval y a la tradicional procesión de antorchas. Se trata de uno de los momentos más emocionantes; en ella participan un millar de personas ataviadas con indumentaria de la época. «Lo que notamos cada año es que cada vez viene más gente vestida de la época. Y es que sino, no se vive igual», asevera el alcalde de la localidad.

El Instituto Leonés de la Lengua, a través de su presidente, Juan Martínez Majo, ejercerá como Mantenedor de las Justas Medievales, recogiendo el testigo a la Guardia Civil que tuvo este reconocimiento en la anterior edición.

Pero el eje central de estos festejos lo representa el torneo a los pues del puente medieval el domingo por la tarde con las que se rememora las Justas Medievales que tuvieron lugar en 1434.

RICA GASTRONOMÍA

Los doce establecimientos de restauración se preparan para recibir durante este fin de semana a entre 35.000 y 40.000 visitantes. Atractivos turísticos no le faltan a esta localidad, pues junto a su historia se añade una rica gastronomía. «Aquí se crearon las famosas sopas de truchas hace 60 años» afirma con orgullo el alcalde de Hospital de Órbigo, Enrique Busto. El regidor afirma que ésta «es una fiesta hecha con cariño con el pueblo; el paisanaje se vuelca con ello. No se hace con dinero, se hace con ilusión».