HORTOFRUTÍCOLA
Escapada al Jerte berciano
La comarca leonesa lanza al mercado su primera cosecha de cereza con Marca de Garantía. De las 2.000 toneladas de producción se certificará solo el 5%
Los habitantes de la localidad leonesa de Corullón, municipio considerado como la capital de la cereza del Bierzo, viven estos días con expectación la primera campaña en la que esta fruta saldrá al mercado certificada bajo la Marca de Garantía. Se trata del séptimo sello de calidad para la comarca que fue reconocido a finales de 2016, después de tres años de trabajos por parte de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA). Las heladas sufridas durante el último año frustró la anterior campaña y han tenido que esperar un año. Los poco más de mil vecinos de este municipio esperan con ilusión que el marchamo de calidad sirva para aumentar las ventas, y de paso, su proyección internacional.
Sus habitantes hablan un dialecto propio. Una circunstancia que se explica por su ubicación, al noroeste de la provincia de León, próxima a la comunidad gallega. Las tierras que rodean esta comarca son privilegiadas, por lo que pueden presumir de contar con un patrimonio hortofrutícola inigualable. Un hecho que se explica por la climatología de la zona «con unas características del atlántico, del mediterráneo y eso impacta en la fruta, se nota en el sabor», argumenta su alcalde, Luis Alberto Arias.
Los primeros frutos que se recojan de forma manual serán los primeros en comercializarse bajo el paraguas de la marca de calidad. «De momento estamos contentos con las estimaciones de esta campaña si el tiempo nos deja», comenta el regidor que reconoce que las lluvias caídas durante estos días «no favorecen en nada» pues la cereza no se puede recoger mojada. Además y según destaca el director técnico de la Marca de Garantía, Pablo Linares «están teniendo sobre todo un efecto de retardar la maduración de la cereza, ya que a parte del agua también han bajado las temperaturas».
Pero, ¿qué le hace especial a esta cereza frente a otras que se cultivan en España?. «La principal característica de las variedades de cereza que se cultivan en El Bierzo es su dulzor, el nivel de azúcares que alcanza es muy alto, consiguiendo un gran nivel en boca y por ello son tan apreciadas por el consumidor», según comenta Linares.
La recolección arranca este año a primeros de junio, coincidiendo con la llegada del calor. Los agricultores trabajan en torno a 7 u 8 variedades de cereza entre las que destacan la burlat (en el caso de las tempranas), la starking (de media estación) y la tipo Monzón (en el caso de las tardías). A lo largo del tiempo se han ido introduciendo nuevas variedades con el objetivo de alargar los plazos de recolección y poder obtener fruto en las zonas altas a finales de julio o principios de agosto, según explican.
DUPLICAR LA PRODUCCIÓN
Desde su ayuntamiento se han puesto en marcha varias iniciativas para promover la economía ligada a este fruto. Entre ellas, llevan dos años desarrollando una iniciativa que, bajo el nombre ‘Mil cereiaix’ (Mil cerezos) han repartido más de un millar de cerezos de forma gratuita entre sus habitantes para multiplicar el cultivo en este territorio. «El primer año llegamos a los 1.130 cerezos y en esta ocasión hemos alcanzado los 1.300», comenta con orgullo el alcalde. Los árboles para plantar son de cuatro tipos: california, burlat, navalinda y lapins. Se han elegido variedades con ciclos largos de producción, desde mayo hasta julio, con mejor rendimiento. El año pasado se utilizó alguna variedad de picota que se produce en cotas más altas, para dar cobertura a terrenos de pueblos situados a más altitud como Hornija o Dragonte. Según el regidor, en la pasada campaña, con el primer reparto, se cubrieron cuatro hectáreas de terreno; ahora se pretenden cubrir otras tantas. El objetivo, es duplicar la producción de cereza en un horizonte a diez años vista. «De los 250.000 kilos queremos llegar al medio millón», resume.
Por el momento se han adscrito al sello de calidad una veintena de productores que cultivan cereza en una superficie de 15 hectáreas aunque, «un número interesante para poder arrancar», según reconoce el director técnico de la Marca de Garantía, aunque esperan que la cifra pueda incrementarse. «Es la primera campaña, suele ser la tónica general en todos los sellos de calidad cuando comienzan. Pero esperamos que una vez que empiece a rodar la marca, podamos llegar a inscribir al mayor porcentaje de superficie y agricultores del Bierzo como ocurre en el resto de sellos que disponemos».
Se espera que el volumen total de producción alcance para esta campaña los 2.000.000 kg. de cerezas, de los cuales, dentro de la Marca de Garantía esperan poder certificar entre 50.000-100.000 kilos.
Y aunque se desconoce el número exacto de productores que cultivan esta fruta en la comarca, en lo que respecta al número de empresas comercializadoras la Marca de Garantía cuenta con ocho contabilizadas.
TURISMO
Junto al incremento de la producción se trabaja para llevar a cabo rutas turísticas en este enclave apodado como ‘el Jerte berciano’. Entre ellas, el ayuntamiento ha incentivado el aprovechamiento de la floración de los cerezos en flor para fomentar las visitas a este municipio de un millar de habitantes. «La gente que viene repite, no solo para ver el recorrido de los cerezos en flor sino más tarde, cuando ya está el fruto. Nos van haciendo sugerencias». De esta manera, ya tienen en mente organizar un mercado de cerezas para la próxima campaña.
El lugar también ha sido escenario en los último dos años de la Ruta dedicada a la cereza dentro del programa diseñado por el Consejo Comarcal para poner en valor los productos de calidad del Bierzo; se trata de un recorrido de 8,5 kilómetros de dificultad baja con explicación guiada que han podido realizar los visitantes en jornadas puntuales a un precio de dos euros.
Y es que, más allá del fruto en sí, el lugar acoge un paraje de ensueño, donde destaca su castillo medieval, las iglesias de San Miguel y San Esteban y a pocos kilómetros de distancia, el Monasterio de Santa María de Carracedo, una antigua abadía del siglo X. También destaca el espectacular yacimiento arqueológicos de Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad o las de Castro Ventosa, por poner algunos ejemplos.