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Casa Paco (Encinas de Esgueva, Valladolid)

Isabel, Paco y el lechazo del Esgueva

Paco e Isabel, con las palas del horno de leña, en el exterior de su bar restaurante.-ARGICOMUNICACIÓN

Publicado por
Javier Pérez Andrés

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Pocos lugares de la geografía regional se ajustan a un escenario rural tan ligado a las ovejas, a los buenos pastos y, en consecuencia, a su identificación con el lechazo asado como Encinas de Esgueva. Esta localidad reúne todas estas características, pues cierra prácticamente el curso vallisoletano del río antes de entrar en territorio palentino y burgalés. Junto a su castillo del siglo XV –antaño propiedad de SENPA y hoy infrautilizado– se encuentra un diminuto y recoleto embalse, único en la provincia. Todo ello está enmarcado en un paisaje cerrateño de suaves laderas.

En este escenario del turismo rural vallisoletano, el referente de la gastronomía y los vinos es el bar restaurante Casa Paco, que lleva más de 30 años abriendo las puertas de su cocina y sus comedores a visitantes, lugareños, turistas y forasteros. Paco Alonso –que, además de empresario, es sumiller por la Cámara de Comercio de Valladolid– y su mujer Isabel Escudero –cocinera curtida con décadas de experiencia– han defendido siempre los platos tradicionales y los vinos. Lechazo en horno de leña, legumbres, carnes rojas y guisos nunca han faltado, junto a sus menús diarios. Tanto en el mostrador como en la carta del restaurante, siempre están representadas las referencias más destacadas de vinos de Castilla y León. En los últimos tiempos, Paco insiste en las elaboraciones que se están haciendo en el Valle del Esgueva, cuyas bodegas encuentran su punto de salida al mercado en este establecimiento de Encinas.

Casa Paco es uno de esos restaurantes donde se come bien y a un precio razonable. Se puede optar por el menú del día, por el cuarto de lechazo o por la carta, en una franja que va de los once a los 25 euros. Lo mejor de todo es que cualquier día del año, en verano y en invierno, las puertas de Casa Paco siempre están abiertas, en este rincón del Esgueva, entre los dos grandes ríos del vino regional: el Duero y el Pisuerga. Casa Paco es otra estrella reluciente de la geografía rural vallisoletana, donde el lechazo asado en horno de leña, el queso, los garbanzos, el cocido y el vino son iconos del sello del Valle del Esgueva.