ALIMENTOS MARINO (SORIA)
Cena familiar a la carta
La empresa familiar comenzó siendo una carnicería. Ahora cocina y prepara todo el menú festivo, desde los aperitivos hasta el turrón
Desde el primer aperitivo hasta el último turrón. En el corazón de Soria, Marino se encarga de que los menús de Nochebuena, Navidad, Nochevieja o Año Nuevo lleguen a punto a las mesas. Desde hace unos años hacen gala a diario de su cocina tradicional para que el esfuerzo para comer bien se limite a lavar luego el plato. Pero en fechas especiales, echan un poco de magia a sus platos.
«Marino viene de mi padre, que era carnicero», explica una de las seis García Fernández que mantienen más viva que nunca la empresa familiar. «Empezó en la plaza de abastos y luego puso varias carnicerías, una de ellas en Ángel de la Guarda. Ahí empecé con 14 años. Después cogimos aquí en la plaza del Salvador la pollería La Moderna, que fue cuando nos juntamos ‘unos pocos’ hermanos», seis de once para ser exactos». «Hemos continuado la trayectoria de mi padre. Desde la carnicería hemos ampliado a charcutería, delicatessen y ahora a comidas», señala.
La idea de simplificar los banquetes «surgió hace exactamente ocho años». «La tienda cumple nueve años y al primer año de inaugurarla la crisis nos llevó a hacer indagaciones, a ver qué podíamos hacer en la tienda y qué productos podíamos ofrecer que fuesen nuevos, atractivos y que no hubiera en Soria», indica.
Dicho y hecho. «Empezamos en Navidades a poner menús. Al principio en crudo, sin guisar. Unos entrantes, un primer plato... tenían que terminarlos en su casa con nuestras instrucciones. Ya el segundo año vimos que teníamos que ir a por todas», explica y asegura que solo hace falta tener ganas de pasarlo bien (o de discutir con los cuñados, que también toca).
«Pusimos cocina, cocinero y empezamos con todos los platos de cocina preparados». «A diario tenemos menús de primeros y segundos platos para que se lleven a casa cuando no tienen tiempo o ganas de cocinar. Y en Navidades preparamos los menús navideños», en los que se va un paso más allá a la hora de conquistar al comensal.
Una de las características del servicio es que en una cena familiar se puede comer a la carta. Aún así, hay platos que destacan por su aceptación. «Nosotros tenemos dos platos estrella en Navidades que son muy característicos. Uno es en carne, una pintada deshuesada a mano, entera, rellena y cocinada con una salsa. Es un plato súper exquisito porque la carne de pintada es una carne muy fina. Luego en pescados tenemos una merluza rellena con gambas y con gulas gratinada al horno. También es otro de los platos estrella, porque es una merluza de pincho del norte con una calidad muy buena», detalla.
Solo hay que sacar el mantel, la cubertería y las copas de cava, porque en Marino se puede encargar hasta la última elaboración. «Nos ocupamos de todo. Aperitivos fríos, aperitivos calientes, entrantes, primeros platos, la carne o pescado... y tenemos también turrones, con lo cual, sólo faltan las uvas», confiesa entre risas.
¿Qué supone librarse de las horas entre fogones? «Lo de tener el menú preparado lo agradecen mucho, sobre todo los y las cocineras. Creo que tenemos tanto derecho las madres como los padres o los niños de disfrutar las Navidades. Ya estamos un poco cansadas de las Navidades en la cocina», afirma.
«Nosotros lo que hacemos es ayudar. Hay quien se lleva todo el menú y dice ‘pues mira, no me complico la vida’; o hay quien elige un segundo plato, o un primer plato para acompañar a lo que ya tenga preparado. Siempre le ahorras un poco de tiempo», asegura.
Si a eso se añade que los platos no tienen nada que envidiar a los elaborados tradicionalmente en casa –de hecho, Marino es una familia y tradición le sobra– merece la pena regalarse un poco de tiempo.