BELONDRADE (DO RUEDA T VT CYL)
Seis etiquetas de colección
La bodega presenta una edición de 1.000 cajas con 6 botellas de Quinta Apolonia vestidas por los seis artistas de la Fundación Belondrade Arte y Vino
Cinco pintores y un fotógrafo son los autores de las obras reproducidas en las etiquetas de las seis botellas del blanco Belondrade Quinta Apolonia, cosecha 2016, que integran La Colección. Seis artistas elegidos por la Fundación Belondrade Arte y Vino que, desde 2012, trabaja con el objetivo de promocionar a los artistas y destacar «todas las formas de interpretación».
En orden cronológico, los artistas que cuelgan obra en la bodega y que han protagonizado una exposición durante un mes al año son los siguientes: Carlos León (Celta, 1948), Luis Cruz (Valladolid, 1950), Daniel Verbis (León, 1968), Jean Marie del Moral, (Montoire, Francia, 1952), Nico Munuera (Lorca, Murcia, 1974) y Luis Gordillo (Sevilla, 1934).
Para el bodeguero Didier Belondrade, los artistas plásticos interpretan una idea a través de una material concreto dando lugar a la obra de arte, igual que un enólogo trabaja con una uva, la interpreta y da forma a un vino singular.
Las seis botellas que integran el estuche La Colección se presentron la semana pasada al público y prensa especializada, en Madrid. El precio de la caja: 100 euros.
Se trata de una edición limitada a 6.000 botellas del blanco Quinta Apolonia de la cosecha de 2016. Este vino, acogido a la indicación Vino de la Tierra de Castilla y León, es un monovarietal de verdejo. La uva se vendimió entre el 15 de septiembre y el 10 de octubre de 2016. El 30% está fermentado en barrica, el 60% en depósito de acero inoxidable y se embotelló en febrero de este año. En opinión de Marta Baquerizo, directora técnica de la bodega, «es más afrutado que el Belondrade, con notas cítricas de pomelo y flores blancas y estructurado y fresco en boca, con final amargo y salino». «Bastante elegante, con notas que recuerdan el paso inicial de barrica». «Es una añada equilibrada y fresca, en la que llovió mucho», añade.
Didier Belondrade es un entusiasta de la verdejo y en ningún momento ha dudado en romper la relación que desde 1994 mantiene con esta casta y su zona de producción.
Y para demostrar su potencial, durante estos años ha permanecido fiel a una idea: esta variedad es capaz de dar buenos vinos de guarda cuando se elabora y envejece en roble, con sus lías. Y junto a Marta Baquerizo lo han demostrado. Belondrade y Lurton es uno de los grandes blancos del país.
Las instalaciones de la bodega se inauguraron el año 2000. El proyecto es del arquitecto Vicent Dufos du Rau. En 2014 se amplió con una nave para crianza.
Y si en las paredes de Belondrade lucen las obras de los artistas de la Fundación, en el campo ‘lucen’ sus viñas. 40 hectáreas de verdejo y tempranillo (parcela Clarisa) de las que 36 están en producción. El viñedo se divide en 22 parcelas de diferentes suelos, situadas a una altitud de 750 metros. Todo se cultiva en ecológico y las cepas tienen conducción individual.
Tanto para Belondrade como para Baquerizo es fundamental respetar las características de las uvas en función del terruño. Un respeto que se lleva a la elaboración, con selección de uva, fermentaciones (espontáneas) por pagos y selección del roble francés empleado en la elaboración y crianza durante un año. La bodega posee un parque de 400 barricas de 300 y 500 litros de roble francés.
En enero se realiza la primera cata de barrica y Didier y Marta determinan la mezcla de los 14 pagos que darán forma al Belondrade y Lurton. Belondrade Quinta Apolonia se elabora con partidas fermentadas en barrica que no se utilizan para la primera marca, y verdejo de viñedo más joven fermentado en acero inoxidable.