Cerrar

PICO DE LA CELADA (1.598 M.)

Otoño en las cumbres de Ruesga

Itinerario de 16 kilómetros por una Pernía pintada con los colores ocres y pardos de hayas, avellanos, robles y tejos

Línea de cumbres de La Celada, con los bosques de Ruesga a sus pies.-N.S.

Publicado por
NACHO SÁEZ
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Los bosques se visten de otoño en el mes de octubre, una estación fantástica para disfrutar de las montañas que albergan a sus pies ese sinfín de colores y olores que los hacen únicos e incomparables. La ruta que hemos escogido para esta ocasión nos lleva a las montañas de la Pernía, en la provincia de Palencia, muy cerca de la noble villa de Cervera de Pisuerga.

Tras un café mañanero en Cervera, nos dirigimos a la coqueta localidad de Ruesga, situada a tan sólo tres kilómetros, en dirección a la presa del embalse. A título de curiosidad, cabe destacar el hecho de que este embalse fue el primero en ser construido por el Estado en la cuenca del Duero, entrando en funcionamiento en 1923. Su función primigenia no era otra que asegurar las aguas para el canal de Castilla, evitando que en los periodos de estío el tránsito de embarcaciones se viera interrumpido por falta del líquido elemento.

Nada más atravesar el pequeño núcleo urbano de Ruesga en dirección hacia la presa, en una acusada curva encontraremos el desvío que nos lleva al área recreativa del pantano, un lugar de esparcimiento muy agradable cuando el tiempo acompaña. Al comienzo de esta zona dejaremos nuestro vehículo y comenzaremos la marcha por la buena pista que serpentea siguiendo el trazado del pantano por esta misma orilla. Precisamente por este mismo camino discurre la ruta turística de las Cuencas Mineras de Castilla y León que, con una longitud de 400 kilómetros une la localidad palentina de Barruelo de Santullán con la leonesa de Balouta, tal y como atestigua alguna de las marcas que jalonan en este tramo nuestro recorrido. En poco más de cinco kilómetros de agradable paseo llegaremos a la localidad de Ventanilla, a la altura del puente sobre el río. Sin necesidad de cruzarlo, giramos primero hacia el oeste por la calle que se dirige hacia la iglesia y rápidamente hacia el sur, en dirección al cementerio. Remontaremos ahora siguiendo este mismo rumbo por el valle el que asciende junto al lecho del arroyo del Monte, por un amplio y cómodo camino tapizado de hojas de otoño, lo que nos permitirá deleitarnos con un maravilloso bosque de hayas, entre el que también abundan los robles, avellanos e incluso algunos ejemplares de acebos y tejos.

Esta sinfonía de colores y olores nos acompañará en nuestra ruta hasta colocarnos por encima de los 1.400 metros de altitud (8,5 kms de ruta), donde el bosque ya comienza a dar paso al paisaje de la roca caliza. Llegaremos así a un amplio collado, desde el cual debemos girar hacia la izquierda en busca del largo cordal que se dibuja en dirección este. Para ello buscaremos hacia el sureste un trazado poco definido que rápidamente nos coloca en la línea de cumbres. La primera de ellas es la de los Pilones (1.521 metros) y tras un continuo sube y baja, llegaremos al collado de los Burros (1.485 metros), desde el que alcanzaremos por una zona pedregosa sin mayor problema la cumbre del Pico de la Celada (1.598 metros). Estamos en la cumbre más alta de todo este cordal, la cual nos ofrece contemplar unas maravillosas vistas. A nuestros pies, hacia el sureste, se extiende el valle de Tosande, presidido por el pico Cantoral, el primero de una línea de cumbres paralela a la nuestra y que encuentra su punto culminante en Peña Redonda, al suroeste de donde nos encontramos. En la vertiente contraria, la norte, se abre el inmenso valle cuya cuenca alberga el embalse de Ruesga, de donde venimos.

Puesto que nuestra intención es hacer un itinerario circular, vamos a continuar ruta por este atractivo cordal hacia el sureste, lo que nos llevara hacia el Pico Hoyovejas (que se puede bordear también por su vertiente sur) y a otras pequeñas cotas hasta llegar al último collado (1.360 metros) que se presenta antes del pico de las Cruces. Este collado es la cabecera de una preciosa vaguada que se abre hacia el norte en busca el pantano de Ruesga. Descenderemos por la parte izquierda sin sendero definido, entrando de nuevo en un bosque de ensueño en el que iremos girando poco a poco hacia el noroeste por senderos poco definidos que acaban desembocando en una pista, la cual nos conducirá sin más problema hasta nuestro punto de partida.