CAMINO TERESIANO
Peregrinos tras la ‘andarina’
La vía sur del camino ‘De la cuna al sepulcro’ recorre en cuatro etapas los 107 kilómetros que unen las localidades de Ávila y Alba de Tormes
El V Centenario del nacimiento de Santa Teresa hizo que en 2015 se pusieran en marcha numerosas iniciativas en torno a esta efemérides, algunas de las cuales han tenido continuidad en el tiempo, como la ruta teresiana ‘De la cuna al sepulcro’.
Se trata de una especie de Camino de Santiago, en pequeñito, que une Ávila con Alba de Tormes (Salamanca) a través de cuatro o cinco etapas, en función de que se elija el trayecto norte, de 117 kilómetros, o el sur, de 107 kilómetros y una veintena de hitos a través de cuatro etapas.
Hace unas semanas se puso en marcha la ruta sur, como preludio a las celebraciones del primer Año Jubilar Teresiano, que se desarrollará entre el 15 de octubre de este año y el 15 de octubre de 2018, coincidiendo con el día grande de Santa Teresa en domingo.
Y todo ello para seguir las huellas de Santa Teresa por estas tierras que tanto significaron para ella desde el punto de vista personal, espiritual, vital y literario. Por eso, este itinerario une la capital abulense, donde ella vino al mundo, con la localidad charra en la que lo abandonó un 4 de octubre de 1582.
Entre medias, varias paradas servirán a los peregrinos, no sólo para descansar y reponer fuerzas, sino también para comprender mejor la personalidad de la primera doctora de la Iglesia, a través de localidades e hitos muy vinculados a su existencia.
Pese a que cualquiera de los dos trayectos no resultan excesivamente duros, sí se recomienda medir las fuerzas y tener en cuenta que las temperaturas en verano por estas tierras son muy elevadas, de ahí que se recomiende caminar a primera hora de la mañana. Además, según el libro de ruta, no hay demasiadas fuentes por el camino.
Frente a las elevadas temperaturas veraniegas, los inviernos resultan muy fríos y con unas noches en las que, también en el resto de estaciones, los termómetros descienden mucho.
Por otra parte, los caminantes pueden recoger la Credencial del Peregrino bien en el Centro de Recepción de Visitantes, si se arranca desde Ávila, o bien en la Oficina de Turismo de Alba, si se inicia el trayecto en la localidad salmantina. Eso sí, para validarla, es necesario que sea sellada en los ayuntamientos, tiendas y bares repartidos por el camino, demostrando que el camino ha sido realizado. De esta manera, al concluir las etapas se podrá solicitar la Andariega, el documento que acredita la realización de este trayecto y que se expide en las oficinas de turismo de Ávila y Alba.
Pero para obtener ese documento, hay que demostrar que las etapas han sido completadas con éxito. Para ello, vamos a iniciar el trayecto en Ávila, cuna de Santa Teresa y lugar teresiano por excelencia, ya que en la capital abulense se encuentra la casa natal, situada en el actual convento de La Santa, o la iglesia de San Juan, en la que fue bautizada.
Además, antes de partir sería recomendable conocer el monasterio de La Encarnación, donde la mística abulense vivió prácticamente la mitad de su vida, así como el convento de San José, primera de las 17 fundaciones que realizó y donde se inició la reforma del Carmelo.
Una vez cumplimentadas estas visitas y pertrechados del vestuario y las viandas necesarias para reponer fuerzas, el peregrino inicia el recorrido hacia la localidad de Papatrigo, donde tendrá lugar la primera parada tras completar en torno a 30 kilómetros.
Nada más salir de la capital abulense, el caminante llega al barrio de Narrillos de San Leonardo, donde podrá ver la iglesia y un verraco vettón junto a ella. Unos kilómetros más adelante aparece la localidad de Cardeñosa, donde se pueden visitar el castro de Las Cogotas, uno de los más destacados de la provincia, así como su centro de interpretación y la casa mortuoria del Infante Alonso de Castilla, hermano de Isabel la Católica, que murió en esta localidad el 5 de julio de 1468.
Desde ese punto, el camino conduce hacia Peñalba de Ávila y a Gotarrendura, uno de los lugares que más marcó a Teresa de Jesús, ya que además de que en este pueblo se casaron sus padres y murió su madre, la mística abulense pasó largas temporadas. Y ello, porque su madre, Beatriz de Ahumada, tenía un amplio patrimonio del que ahora queda un solar cercano, una huerta, un jardín y su querido palomar.
Precisamente el palomar le marcó tanto, que llamó palomarcitos o palomarcicos a sus 17 fundaciones y palomas a las monjas.
Junto a estos lugares tan vinculados con Santa Teresa, también se encuentran el Museo Etnográfico Eugenio López Berrón, la iglesia de San Miguel Arcángel y la ermita de la Virgen de las Nieves.
Más adelante se encuentra la localidad de El Oso y sus importantes lagunas, antes de culminar esta primera etapa en Papatrigo, donde se puede visitar la iglesia de Santo Tomás Apóstol, la ermita de Montalvo y la capilla de la Dolorosa.
La segunda de las cuatro etapas conduce hasta la localidad de Narros del Castillo tras completar algo más de 20 kilómetros cuyo primer hito es la localidad de Narros de Saldueña con su imponente castillo del conde de Montellano y la iglesia de San Martín Obispo.
Pocos kilómetros más allá encontramos Collado de Contreras, con la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores (siglo XVI), antes de desembocar en Fontiveros, patria chica de San Juan de la Cruz, otro de los referentes del Carmelo y amigo y confesor de Santa Teresa de Jesús.
En esta localidad, además de degustar el famoso cocido sanjuaniego, se puede visitar la casa natal del místico, así como el convento de Madres Carmelitas y la imponente iglesia de parroquial de San Cipriano.
Una vez abandonado Fontiveros, los pasos del caminante se dirigen hacia Rivilla de Barajas, donde se encuentra la iglesia de Santa María Magdalena, para unos kilómetros más adelante completar la etapa en Narros del Castillo, que cuenta con una singular biblioteca, la iglesia mudéjar y el Centro de Interpretación de Carpintería Mudéjar de La Moraña.
Tras completar las dos primeras etapas, el peregrino se dispone a asaltar las dos siguientes, partiendo desde esta localidad de 170 habitantes hacia el convento de Duruelo, donde San Juan de la Cruz inició en 1568 la reforma masculina del Carmelo. Allí se encuentra el convento actual y parte del antiguo (siglo XVII), así como la iglesia y la ermita.
Después de estar en este convento, el caminante se adentra en la provincia de Salamanca a través de Mancera de Abajo, donde se localiza el convento de carmelitas descalzas, los restos del palacio de los Marqueses de Mancera, el molino (XV), la iglesia (XV) y el Ayuntamiento (XV).
En este cruce de caminos, en el que el peregrino puede elegir el itinerario norte, que discurre por Bóveda del Río Almar, Peñaranda de Bracamonte, Nava de Sotrobal, Coca de Alba y Pêñarandilla, nosotros elegimos la ruta sur que conduce hacia Macotera, donde finaliza la tercera de las etapas.
En este municipio se puede contemplar la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), el museo etnográfico de las llanuras y campiñas de Salamanca, el mirador del Cerro y el espacio natural Las Cárcavas.
La última etapa del camino sur parte de Macotera para llegar a Tordillos, donde esperan al caminante la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la ermita de la Virgen del Carmen y la capilla de la Purísima.
En este punto, la ruta enlaza con el trayecto del último viaje de Santa Teresa, que pasa por La Lurda y Garcihernández, donde vuelven a conectar los caminos norte y sur. En esta localidad charra, penúltima parada de la ruta, se ubican la iglesia parroquial y la fuente de Santa Teresa.
Desde ahí sólo quedan 8,5 kilómetros para llegar al destino final: Alba de Tormes. Allí murió y allí puso en marcha la octava de sus fundaciones la mística abulense, que también tenía una gran vinculación con esta localidad desde el punto de vista familiar.
Su hermana Juana de Ahumada se casó en Alba en 1533 con Juan de Ovalle y allí nacieron los sobrinos de Santa Teresa.
En Alba de Tormes, el visitante no debe dejar de ver la iglesia de La Anunciación, declarada BIC y lugar donde se encuentra el sepulcro de la santa. Otros BIC de esta localidad son la iglesia de Santa Isabel y el Museo Arqueológico Padre Belda, así como la iglesia de San Juan Apóstol y el castillo de los Duques de Alba.
En esta localidad concluye un camino de 107 kilómetros que sigue las huellas de una Santa irrepetible.