RESTAUACIÓN - CARMEN TIRADO (BURGOS)
Prometedor talento en los fogones
Elabora platos tradicionales para llevar a casa en La Granja y con 20 años ha optado a la Mejor Tapa en el Salón de Gourmets
La burgalesa Carmen Tirado acaba de aterrizar, como quien dice, del Salón Internacional del Club de Gourmets, el certamen que se ha desarrollado esta semana en el recionto Ifema de Madrid. Allí participó en la V edición del concurso de Mejor Tapa de España y fue una de las 20 seleccionadas de entre cerca de 70 solicitudes.
Su propuesta optaba a dos categorías, mejor tapa apta para celíacos y mejor tapa combinada con una de las variedades de cerveza que ofrecía Estrella Galicia, uno de los patrocinadores. Consistía en un trampantojo de helado hecho con productos locales como el lechazo y el queso fresco de Burgos. Confiesa que pasó muchos nervios durante la prueba, en la que tuvo que elaborar 20 iguales en un tiempo de media hora. Al final no ha conseguido ningún premio, pero se lleva una experiencia inolvidable. «Es única, a pesar de no haber ganado he conocido a mucha gente y me ha encantado», recalca. De hecho no duda en repetir.
Con apenas 20 años, no ha sido la primera vez que participa en un concurso de cocina. En el año 2015 se presentó a la primera edición de Celichef, que puntúa las mejores recetas aptas para celíacos propuestas por estudiantes de cocina de Castilla y León. Ganó el primer premio.
Esta joven nacida en Villadiego, una localidad situada al oeste de la provincia de Burgos, trabaja desde hace dos años en La Granja, un local de comida casera para llevar regentado por Raúl Ramos y Esperanza Bol.
Cuando la llamaron estudiaba un grado de cocina en el colegio María Madre Politécnicos de Burgos y reconoce que no lo conocía. «Me gustó el trato que tuvieron conmigo desde el principio y cuando me contrataron no lo dudé».
Empezó desde abajo, con procesos de preelaboración, realizando ensaladas, desespinando pescados y conociendo los productos. Después Raúl le fue enseñando poco a poco. «Aprendes a cocinar cuando sales de la escuela, allí ves la teoría pero hasta que no vine aquí no supe cómo se hacían las cosas bien», subraya.
En La Granja se prepara comida tradicional. Su oferta la componen cerca de 50 platos cada día. Incluyen primeros, segundos y postres. Sus elaboraciones no llevan ningún aditivo y cada mañana compran el producto fresco de temporada para cocinarlo, siempre de la zona. Entre sus especialidades se encuentran la olla podrida, el rabo de toro, las croquetas o los lomos de merluza rellenos con langostinos, gambas y un poco de bechamel, que aderezan con una salsa de marisco.
Aunque realiza más tareas, Carmen se encarga sobre todo de los postres y suele proponer cosas nuevas para incluir en la carta, como el tiramisú, la panacota o la crema catalana con torrija. «Yo soy más cocinero que pastelero, no tengo paciencia y Carmen si. Se le dan muy bien. Además tiene mucho potencial y ganas», afirma Raúl. Fue él mismo el que le propuso participar en el concurso y la ayudó a pensar en lo que podía hacer. Y cuando se enteró de que la habían seleccionado se puso muy contento. «Tenemos una relación muy familiar y cercana y me sentí muy orgulloso. Aparte sabes que el resto de tapas tiene un gran nivel», indica.
Carmen da fe de ese apoyo, no solo para esta ocasión sino desde que empezó con ellos. Además, considera que La Granja es un local de referencia y que seguirá formando parte de los burgaleses durante mucho tiempo. «Para mí ha sido en estos dos años mi crecimiento personal y laboral y va a seguir los años que Raúl quiera. Tenemos una clientela muy agradecida y fiel, y eso se ve día a día».