LA SERROTA (2.292 M.)
De Cepeda la Mora al cielo serrano
La más alta de los tres sectores de la Sierra de las Parameras de Ávila, forma una primera frontera natural entre la meseta y las cumbre de Gredos
La Serrota es una de las cumbres más emblemáticas de la provincia de Ávila. Evidentemente no tiene el porte ni el ambiente alpino del imponente Almanzor o de otras cumbres del Macizo Central de la Sierra de Gredos, pero su aislada cumbre fácilmente visible si te aproximas desde el norte a la ciudad amurallada de Avila, cubierta con frecuencia hasta bien entrada la primavera con un manto blanco, le otorga un atractivo indudable.
En todo caso, no debemos llamarnos a engaño, pues a pesar de sus suaves relieves, estamos ante una cumbre de gran altitud (2292 metros), lo que la convierte en la más alta de los tres sectores de la Sierra de las Parameras de Ávila (La Paramera, la Serrota y Piedrahíta), formando una primera frontera natural de considerable entidad entre los territorios de la meseta castellana y las afiladas cumbres de Gredos. Esta circunstancia determina que sea una primera barrera en la que chocan todos los frentes fríos, lo que la convierte en una cumbre muy castigada por el viento, el frío y todo tipo de inclemencias meteorológicas.
Vamos a comenzar nuestra ruta en una ancha pista que sale de la misma carretera antes de llegar a la localidad de Cepeda de la Mora (accediendo desde el este), en el lugar conocido como los Cerrillos (o Cerraíllos). Un ancho camino nos lleva hacia el noroeste durante poco más de kilómetro y medio, lugar en que encontraremos un claro desvío. El camino que sigue hacia la derecha (este) es el que se dirige a la vecina cumbre del Valderromán. Nosotros sin embargo, tomaremos el de la izquierda, que pronto irá cogiendo tramos algo más empinados hasta llegar a la primera cota del día, el Cerro del Santo, rozando ya los 2.200 metros de altitud (2h 30min).
Un breve descenso hacia el noroeste nos llevará ahora hasta un pequeño collado, desde donde tendremos que remontar un breve tramo en busca de un segundo collado más alto –Collado de la Honda–, que es el que separa las vecinas cumbres del Cerro Calamocho –a nuestra izquierda– y la de la Serrota, culminada ésta por un vértice geodésico encaramado sobre una torreta de piedra.
La cumbre de la Serrota se nos muestra en muchas ocasiones como tímida y coqueta, pues le gusta esconderse entre las nubes y nieblas. Sin embargo nosotros hemos tenido suerte en nuestro intento y en el último tramo los rayos de sol han empezado a juguetear calentando las últimas nieves del invierno que cubren su cima. El premio en este caso, no sólo es la cumbre, sino también las luces de la primavera que se anuncia sobre la solitaria montaña, desde donde podemos, ahora sí, contemplar la maravillosa estampa en el horizonte de las cumbres de la Paramera y todo el eje montañoso de Gredos.