PREMIO A TODA UNA VIDA / HERMANOS PÉREZ PASCUAS
Una familia unida por la pasión por el vino
La bodega burgalesa Viña Pedrosa lleva 36 años elaborando vinos con personalidad propia
La historia de la bodega Hermanos Pérez Pascuas es la de un legado, el heredado de su padre Mauro Pérez, un labriego visionario que se empecinó en sacar adelante el cultivo de la viña.
Un amor por la vid que transmitió a sus hijos Benjamín, Adolfo y Manolo. En 1980, y animados por su padre, se decidieron a construir su propia bodega, cuando la Ribera del Duero ni tan siquiera había nacido. Una añada a la que los hermanos Pérez Pascuas bautizaron con el nombre de su pueblo: Viña Pedrosa. 80.000 botellas de una primera cosecha que ya despuntaba su acusada personalidad, una de las características de la casa duante sus 36 años de historia. Junto a la primera cosecha fueron llegando otras añadas históricas como las de 1985, 1989, 1994 y 1999 que encumbraron a la bodega familiar.
El jurado de los premios de La Posada de ELMUNDODE CASTILLAYLEÓN ha elogiado la ‘humilda’ como una de las señas de identidad de esta bodega familiar que ha pasado de cultivar 35 hectáreas a 145.
La piedra angular del proyecto es el viñedo. Lejos de las modernas plantaciones en espaldera, que permiten mecanizar el trabajo, son firmes defensores del sistema tradicional de vaso, que representa el 80% de sus viduños.
Benjamín, a sus 85 años, sigue caminando a diario por la viña. Una pasión que ha heredado la tercera generación de la familia. Daniel y Adolfo Pérez Herrero están plenamente involucrados en la gestión de la bodega que elabora cada añada 500.000 botellas, mientras que su primo José Manuel Pérez Ovejas ejerce de director técnico y enólogo.
Queda garantizada así la trayectoria de una bodega que ha ido engrandeciendo su legado a base de unidad familiar, esfuerzo y trabajo.