CRÓNICA GASTRONÓMICA - RESTAURANTE LA OBRERA (PONFERRADA, LEÓN)
Tapas y tragos de aire retro
Los ingredientes frescos son los verdaderos protagonistas de la carta de este local, testigo de su pasado minero, decorado al ‘estilo industrial’
La Obrera toma su nombre del pasado histórico de Ponferrada, tan vinculado a la minería. En el mismo emplazamiento donde se encuentra, en la calle Paraisín número 8, se ubicaba hasta hace bien poco la sede de la asociación creada en 1889 para cubrir las necesidades sociales de los trabajadores de los pozos mineros.
Por eso es normal que en el local, abierto desde septiembre de 2015, se respire un ambiente industrial, ‘retro’ de grandes ventanales, con paredes vistas, aires entremezclados neoyorkinos y sonidos a jazz y blues. El resultado es un local de más de 300 metros cuadrados de superficie, donde el cliente encuentra una carta donde picar en la barra o bien, sentarse a disfrutar en cualquiera de los sofás y ambientes.
Entre sus platos destacan los ingredientes frescos, de mercado donde los verdaderos protagonistas son los pescados. Los calamares que se sirven en su carta bajo el nombre ‘fritos de toda la vida’ es uno se sus platos estrella. Se sirven enharinados acompañados por diversas salsas, entre ellas la de ajonegro, alioli y mayonesa de algas. Se nota que cuentan con buenos proveedores de pescados frescos procedentes de Galicia. También los chipirones a la plancha sobre patata panadera cuentan con adeptos. Buscan siempre el producto de calidad, con un emplatado bonito a la vista y rápido de servir. Otra de las recomendaciones: tartar de salmón crudo que cortan al momento y lo sirven con aguacate, encurtidos y mostaza en grano, acompañado con sal y aceite.
Se trata de un lugar donde acudir a degustar un platos de picoteo en un ambiente familiar y acompañados por buena música. No es de extrañar que escuches al entrar el sonido de grupos como ‘Los Planetas’. Música indie que te traslada a un espacio distendido. Es por ello que en poco tiempo se ha convertido en una referencia cultural en la capital berciana. De hecho se realizan conciertos todos los jueves además de ser escenario de presentaciones de libros. Entre los indispensbales de su carta destacan los cócteles, que su jefe de sala Simón Acevedo prepara con espero en la barra, un frontal de una mítica furgoneta Dodge. Entre ellos, sobresalen los daikiris aunque la carta es amplia. Y entre los dulces, la tarta tatin elaborada con manzana reineta de Bierzo, un placer al paladar. Otro de sus puntos fuertes es la terraza, un espacio al aire donde se divisa la montaña. Tapas y tragos, como reza el cartel de la entrada, que invitan a pasar un buen momento.