Diario de Valladolid

LA ENGAÑA (BURGOS)

Entre hayas, robles y poblados fantasmas

En la frontera con Cantabria recorriendo Las Merindades, los Montes de La Engaña esconden entre la frondosidad de sus quejigos y hayas una infinita belleza que fue herida abriendo un túnel ferroviario que nunca llego a funcionar. Hoy es zona senderista y hay un proyecto para recuperarlo

Una de las cascadas del río que da nombre a la zona y que se precipita justo en la entrada del túnel de La Engaña.-L. P.

Una de las cascadas del río que da nombre a la zona y que se precipita justo en la entrada del túnel de La Engaña.-L. P.

Publicado por
Y. PASCUAL
Valladolid

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Los Montes de La Engaña, en la divisoria cantábrica, están cubiertos de espesos bosques y sus tierras son recorridas por el río homónimo. Su ubicación exacta se sitúa en el extremo norte de la provincia de Burgos, entre las merindades de Valdeporres y Sotoscueva. Un espacio natural que se configura como la puerta al Cantábrico y paso de comunicación que un día la mano del hombre quiso unir pero que tras años de horadar la montaña y abrir heridas a la naturaleza aún no cerradas quedó tan sólo en un proyecto fallido de una infraestructura que en pleno siglo XXI aspira a recuperarse para el turismo de senderos y repoblar una zona que estaba llamada a ser la unión entre Santander y el Mediterráneo.

Esa infraestructura perteneció al antiguo trazado de la línea de ferrocarril Santander Mediterráneo, hoy reconvertida en alguno de sus tramos en vía verde. Pero el espacio natural de los Montes de La Engaña permanecen como testigos mudos de un túnel de casi siete kilómetros que nunca se puso en funcionamiento y hoy es un poblado de casas, estación ferroviaria, iglesia y paredes derruidas abandonadas, mientras que los senderistas cruzan este tramo en un camino por recuperar la zona.

Desde el túnel de La Engaña y los montes que le rodean parten varios senderos, bien por esta infraestructura por la que nunca pasó el ferrocarril o bien siguiendo el curso del río en cuyas riberas crecen hayas, robles y abedules que son refugios de lobos y nutrias.

Tres grandes senderos destacan entre todos en este espacio natural. El GR-1 o Histórico de las Merindades, de carácter internacional y que atraviesa varios espacios naturales. En su conjunto recorre todo el norte de España desde Cataluña a Galicia. En Burgos, 76,5 kilómetros cruzan las Merindades de Este a Oeste en cinco etapas desde San Pantaleón de Losa hacia Valdeporres, desde donde el camino continúa hacia el puerto del Escudo, en Cantabria.

El sendero de Valdeporres (PRC-BU 54), dividido en dos bucles que pasan por Paño y el entorno de Pedrosa y San Martín de Porres donde el viajero disfruta de espectaculares panorámicas de la Merindad de Valdeporres para retornar a Pedrosa y cubrir la segunda parte del camino hacia San Martín, donde los prados de siega, acompañados de rebollares, carrascas y quejigos se convierten en fieles compañeros de viaje.

La senda de los Haidíos (PRC-BU 53), en el corazón de los Montes de La Engaña, nos acerca a las fuentes del río Nela entre bosques de hayas, roble y un excelente bosque de ribera. El sendero parte de Haedo de las Pueblas y atraviesa praderas, bosques de repoblación y hayedos, para después ascender hasta el paraje de los ‘haidíos’ cercano a las fuentes del río Nela, lugar de prados de altura salpicados de manantiales y turberas de gran interés botánico.

Pero sin duda alguna, el camino más conocido de estos montes es el del trazado ferroviario del túnel de La Engaña que uniría Burgos y Cantabria. Con 6.796 metros, el trazado nunca llegó a funcionar y los poblados construidos quedaron desiertos. Un derrumbe a la mitad del túnel propició que tan sólo se pueda recorrer a pie o en bicicleta poco más de seis kilómetros, ya que el túnel se encuentra cerrado por riesgo de desprendimientos. Ese recorrido lineal enlaza con el viaducto de Quintanabaldo y de la antigua estación de Pedrosa de Valdeporres, con el abandonado pero atractivo túnel de La Engaña.

El trayecto, a pie o en bicicleta puede hacerse también saliendo desde la estación de Pedrosa y si se tiene ganas de continuar caminando, una pista paralela al río conduce a las primeras casas pasiegas de la zona.

El túnel de la Engaña forma parte ya de un idílico paisaje que hoy se quiere recuperar para dar vida a las ruinas del poblado de la Engaña.

En este sentido, una asociación sin ánimo de lucro, la Ashef (Asociación Social e Histórica de Economía Feminista), cuya responsable es Dunia Rossell, se ha embarcado en el proyecto ‘Recuperemos la Engaña’. Desde 2014 recaban fondos y este años por fin podrán hacer realidad parte de él con la rehabilitación de la estación que se convertirá en una hospedería en su planta baja y en albergue juvenil, en la superior.

Además se recuperará el muelle de carga para habilitar un centros de interpretación que recordará la historia del túnel, su gente y pondrá en valor la belleza de la comarca que lo rodea.

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