pico yordas, león (1.967 metros)
La esbelta montaña sobre Riaño
La ascensión ofrece vistas únicas de las montañas de Riaño y de Mampodre, además de las singulares cumbres de Palencia, presididas por el Espigüete, y los elegantes cresteríos de Picos de Europa
La provincia de León es una de las que más montañas contabiliza en todo el territorio peninsular. Desde las verticales y afiladas cimas de los Picos de Europa hasta las más alomadas de los Ancares –en el mismo límite con Galicia– se acumulan cientos de cumbres, que atraen todos los años en estas épocas a cientos de montañeros y senderistas que, mochila a la espalda, intentan conquistarlas.
De entre todas ellas, el pico Yordas o Burín es una de las más emblemáticas y queridas por los leoneses. No es la más alta, ni mucho menos, pues su punto somital no alcanza siquiera los 2.000 metros (1.967 msnm). Sin embargo su esbelta figura destaca elegante y altiva por encima del pantano de Riaño de forma que resulta imposible no fijarse en ella y sucumbir a su llamada.
En contra de lo que pudiera parecer, esta impresionante mole caliza de aspecto piramidal y paredes que –al menos desde la distancia– se nos antojan verticales, no presenta dificultades técnicas que impidan alcanzar su cumbre a cualquiera que esté mínimamente acostumbrado a caminar por la montaña. De hecho, una gran parte del itinerario que propondremos nos permitirá caminar por una ancha pista que discurre atravesando un soberbio bosque de hayas de un gran valor paisajístico y medioambiental que discurre dentro del Parque Regional de los Picos de Europa.
Pero empecemos desde el principio. La ruta escogida en este caso parte desde la localidad leonesa de Liegos. Al llegar al pueblo nos recibe una amplia plaza en cuya fuente podremos llenar nuestras cantimploras. Girando hacia la izquierda –dirección este– el trazado urbano desemboca en un buen camino que se dirige hacia Lois a través de valle de San Pelayo. El camino nos conduce al fondo de un hermoso valle todavía frecuentado por los rebaños de ovejas merinas trashumantes que año tras año se anticipan a los meses más calurosos del verano en busca del frescor de los pastos de las montañas.
Tras cinco kilómetros de camino –tramo que estando la pista en buen estado quizás pueda realizarse en coche–, pasaremos junto a unas cuadras (Los Portales), donde dejaremos la pista para coger un buen camino que sale a nuestra izquierda –sureste–. Abandonamos así el fondo del valle para, tras cruzar el río y una portezuela metálica, sumergirnos de lleno en el precioso hayedo por un trazado que, en una sucesión de curvas, coge altura rápidamente. No habremos recorrido todavía dos kilómetros desde el punto en que atravesamos el río cuando nos toparemos, en una de las revueltas del camino, con el respiro que nos proporcionarán las frescas aguas de fuente Tejal.
Ahora tendremos que estar atentos, pues en la siguiente curva a la derecha después de la fuente (1.500 msnm) deberemos desviarnos hacia la izquierda por una senda bien marcada. Aunque en un primer tramo resulta un poco quebrado y sinuoso, una vez gana altura su trazado se hace más horizontal hasta salir del hayedo, desembocando en una terraza con una amplia cubeta que nos ofrece unas extraordinarias vistas sobre el valle y los Picos de Europa. Solo habrá que seguir la senda para alcanzar, de frente, el collado Baulloso –o Bayugoso– (1.650 metros), y desde ahí, siguiendo los hitos hacia el este empezaremos a dar vista a las cumbres que, en esta dirección, se levantan por encima del pantano de Riaño.
Para alcanzar la cima la senda va rotando hacia el noreste y a medida que ascendemos iremos descubriendo más y más cumbres en un horizonte tremendamente extenso. Y es que no sólo las montañas de Riaño se divisan desde aquí. También las vecinas de Mampodre hacia el oeste, las inconfundibles cumbres de Palencia, presididas por el Espigüete hacia el este, o los elegantes cresteríos de los Picos de Europa en dirección norte en los que todavía permanece la nieve hasta bien entrado el verano.
El descenso se puede hacer por el mismo itinerario de subida. Sin embargo, aquellos que estén más habituados a moverse por la montaña también pueden optar por una ruta circular. En este caso será necesario descender de la cumbre por donde subimos hasta la cota 1.750, junto a uno de los collados, desde donde se adivina un tímido sendero que en sentido descendente va rodeando la cumbre hacia el sur. El punto más bajo (1.620 msnm) se localiza junto a la Majada de Yordas, precisamente en la ladera sur del pico, tras un breve descenso en una zona pedregosa. Desde aquí nos tocará remontar unos ochenta metros hasta un nuevo collado, ya en la vertiente este de la cumbre, para luego acometer un maravilloso descenso entre praderías que nos deja en una pista que, ya la vertical norte de la cumbre, nos conduce por la parte baja de otro hayedo, hasta el fondo del valle donde comenzamos nuestra excursión.