MIS FAVORITOS: MONTECARLO (LAS NAVAS DEL MARQUÉS, ÁVILA). PABLO CASADO
Casado en Montecarlo
Hace poco más de un año Pablo Casado se convirtió en vicesecretario de Comunicación del PP y en una de las caras más visibles de la formación que acaba de revalidar el triunfo en las urnas el pasado 26 de junio con 14 escaños más.
Este político palentino de nacimiento figuró, como José María Aznar, en la lista del Partido Popular de Ávila al Congreso de los Diputados en las elecciones de 2011. Tras resultar elegido junto a Sebastián González para representar a la provincia abulense en la Cámara Baja, decidió, junto a su mujer Isabel, empadronarse y enraizarse en esta provincia.
Por ello, tras contemplar varias posibilidades en diferentes zonas de Ávila, decidieron asentarse en la localidad de Las Navas del Marqués (5.500 habitantes), muy próxima a la Comunidad de Madrid, donde habitualmente reside con su mujer y sus hijos, Paloma y Pablo.
Sin embargo, cada vez pasan más tiempo en esta villa que cuenta con numerosos atractivos naturales, turísticos y gastronómicos. Entre estos últimos se encuentra el céntrico restaurante Montecarlo, especializado en los platos tradicionales, pero sin olvidar la que se denomina nueva cocina.
Regentado por Alberto Rosado, este lugar es toda una referencia para Casado, que llegó a este establecimiento, situado en la calle García del Real, casi por casualidad en una de sus primeras visitas a Las Navas del Marqués, junto al alcalde navero, Gerardo Pérez.
Fue entonces cuando Pablo Casado descubrió uno de sus lugares favoritos para comer junto a su familia, ya que uno de los aspectos que destaca de este lugar, además de su buena mesa, es la atención que prestan a los niños y la «laxitud de horarios», algo que a su juicio es «muy importante» para los pequeños, pero también para los padres. Tal y como recuerda Alberto Rosado, el niño pequeño del político dio su «primer bocado sólido» en Montecarlo.
Casado, que asegura que este establecimiento será «el primer restaurante que obtenga la primera estrella Michelin en Ávila», tiene este establecimiento como referencia ya que se encuentra casi como en casa. Y no sólo por la atención que recibe, sino por las fotografías que cuelgan de uno de sus salones.
En ellas puede verse, entre otros, a José María Aznar durante una de sus paradas en este lugar cuya cocina también ha sido disfrutada por Juan Vicente Herrera y Ángel Acebes. Por allí, tal y como demuestran las instantáneas, también han pasado Emilio Butragueño, Coke o los jugadores griegos de baloncesto del Real Madrid Lazaros Papadopoulos y Michalis Pelekanos, a quien Rosado le enviaba jamones a su país.
El propietario de Montecarlo recuerda cómo el mismo día que él nació, el 7 de julio de 1973, «se montó la cafetera del bar», aunque el restaurante no comenzó a andar hasta tres años más tarde de la mano de su padre, el histórico Manuel Campano, que fue alcalde de Las Navas del Marqués durante catorce años.
Dedicado día y noche a este negocio que cuenta con una docena de trabajadores durante todo el año, Rosado afirma ante el vicesecretario de Comunicación del PP que Casado es «el peor comensal» que se sienta a su mesa, porque «se preocupa de todo el mundo». «Alimenta su mente, más que su estómago», asegura mientras el político, que se encuentra a su lado le desmiente diciendo que tanto él como su mujer comen «de todo» y «contundente».
Por eso, ambos suelen elegir este establecimiento que en su opinión tiene una «buena relación calidad–precio», cuenta con dos cartas –una tradicional y otra nueva–, ofrece una buena atención al cliente, está «muy implicado en Las Navas», presta mucha atención a los niños y cuenta con una «sorprendente» cocina creativa.
La complicidad entre Rosado y Casado demuestra que las visitas del segundo son muy habituales, porque a estas ventajas también se suma el hecho de que «tienen muy buenos productos de la tierra». «No los pillas con la carne», afirma categórico Casado, que recuerda algunos de sus platos favoritos repasando una de sus cartas.
Entre ellos destaca el gazpacho, el escalope de rabo de toro empanado con foie y boletus o la piruleta de codorniz. Estas dos últimas creaciones son «trampantojos» que engañan a la vista, ya que aparentan aquello que el comensal no espera cuando lo degusta en su boca. También hace hincapié en la tabla de plancton, en las cocochas de merluza, en el lomo de merluza con carabineros o en el flan de té verde y la milhojas.
«Mi pecado capital es la gula», señala Pablo Casado, después de que Alberto Rosado dijera que «no es que se deje aconsejar, es que hay veces» que le pone directamente «de comer». «Le gusta cuidarse y procuro sorprenderle con pescado y carnes», añade.
Casado se muestra en este restaurante como en su propia casa porque, además de la atención, destaca que «se come bien y a un precio razonable». De hecho, aunque existen dos cartas, se puede comer de menú a un precio de 9 euros entre semana y de 17,50 los fines de semana.
Al final de la conversación, y aunque parezca un dato sin importancia, Pablo Casado subraya la calidad del pan en un sitio del que destaca el hecho de que además de comer como en cualquier restaurante con estrella Michelin, también se pueda disfrutar de una sobremesa «sin boato» y con la naturalidad y la cercanía que cualquier comensal agradece.
En este sentido, Alberto Rosado comenta que dentro de los platos de cocina castellana que incluye la carta tradicional, hay varios elaborados por su madre, Mercedes Sanz. Se trata de las patatas revolcones, la sopa castellana y los garbanzos con níscalos cuando llega la temporada.
En este sentido, Rosado muestra orgulloso su propio uniforme en el que figura «SM», en honor al nombre y al primer apellido de su madre, aunque muchos piensan que significa Salones Montecarlo. «El escudo es un homenaje a ella», señala el propietario.
Su favorito: Restaurante Montecarlo.
C/García del Real, 24. 05230 Las Navas del Marqués (Ávila).
T. 918 970 649.
Web: www.restaurantemontecarlo.es