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El vino con ‘B’: bueno y barato

El restaurante Roxy revoluciona cada febrero su oferta de vinos, 6.000 botellas y 450 referencias que vende al precio que los compró, con grandes añadas de vinos únicos (desde Petrus y Lafite a Pingus yVega Sicilia) a precios más baratos incluso que en la bodega

Eugenio González, en el Roxy.-I. M.

Publicado por
F. LÁZARO
Valladolid

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Atención, wine lovers:el paraíso de los amantes del vino existe. Al menos uno, que permite disfrutar de los vinos a precio de coste durante el mes de febrero. No sólo eso: algunos de los vinos fueron comprados hace años y aparecen en la carta por escrito sin que el IPC se haya actualizado y la inflación de muchos años haya engordado su coste. Conclusión: que los vinos se pueden tomar a precios de bicoca. Incluso por debajo del coste que supone adquirirlos directamente en la bodega, incluyendo referencias de coleccionistas y añadas difíciles de encontrar en la actualidad...

No es broma. El restaurante Roxy, ubicado en la localidad leonesa de Valencia de DonJuan, lleva trece años convirtiéndose en un paraíso para los enópatas. Las razones están claras: no es fácil encontrar una bodega con más de 450 referencias en su carta y más de 6.000 botellas que incluyan un viaje enológico por alguno de los capítulos más brillantes del panorama vitivinícola, nacional sobre todo pero también internacional.

Bierzos con historia. Algunos vinos forman parte de la historia vitivinícola más reciente de España, como el Tinto Bierzo 2000 o el Viña Corullón 2000, los vinos de estreno de Álvaro Palacios y su sobrinoRicardo Pérez Palacios en el Bierzo (luego fueron rebautizados, el primero por razones obvias) y que se pueden tomar en el Roxy por 8,50 y 21 euros respectivamente. Un chollo.

Lo mismo ocurre con alguno de los que firma el genial enólogo bercianoRaúlPérez:sus vinos de la añada 2012 Ultreia de Valtuille,La Poulosa, El Rapolao, La Victoriana o Las Gundiñas están marcados en la carta a 14 euros cuando se trata de producciones de ediciones que en ocasiones no superan las mil botellas y su precio multiplica varias veces esa cantidad en la mayoría de las ocasiones, tanto en vinotecas como en los restaurantes.

«Empezamos medio en broma en el año 2003; cuándo salíamos a comer fuera y veíamos los dinerales que nos cobraban por algunos vinos pensamos que había que hacer algo que nos agradeciesen nuestros clientes», recuerda Eugenio González Rubio, Geni, propietario del restaurante Roxy. Desde entonces, cada mes de febrero confecciona una carta especial con todos los vinos a la venta por lo que les costaron a ellos cuando los compraron, sin ningún tipo de revalorización. Y eso implica que, con el paso de los años, la mayoría de las referencias se encuentren por debajo del precio de venta de las bodegas y de las tiendas, ya que ellos los adquirieron a distribuidoras, lo que rebaja de inicio sustancialmente el precio del vino.

Márgenes comedidos. Esta apuesta por ofrecer los vinos a precio de coste durante febrero se mantiene en márgenes comedidos durante todo el año: la carta del Roxy marca la inmensa mayoría de sus vinos con 8 euros sobre el precio de coste para sufragar el descorche. «El descuento final no es tan grande, porque un vino de seis euros lo vendemos en el restaurante por 14, salvo en el caso de algunos grandes comoPetrus, Rothschild o Vega Sicilias de añadas», asegura González Rubio, enamorado del mundo del vino y quien desde el año 1995 está ligado también a su producción: es socio de la bodega Margon, en Valdevimbre de los Oteros, en la denominación de origen Tierra de León.

Mirando la carta de vinos del mes de febrero del Roxy se destierra por completo el problema que afecta a muchos vinos en restauración: un precio excesivo que multiplica sustancialmente al que tiene en origen y con el que se le marca en tiendas o vinotecas. Esto ocurre por el sistema habitual que emplean las bodegas para comercializar sus vinos. Lo normal es que las elaboradoras trabajen con empresas distribuidoras en diferentes provincias para cubrir todo el territorio nacional, quienes a su vez se encargan de servir el vino a bares, restaurantes o tiendas. La fórmula más habitual pasa por que el distribuidor cargue de un 25% a un 30% el precio para venderlo en tienda, donde a su vez se incrementa un porcentaje similar. Luego se añade el 21% de IVA y se llega casi a doblar el precio del vino. O sea, que un vino de 6 euros se venderá en tienda por unos 12. Si el siguiente paso es venderlo a un restaurante, el distribuidor lo pone al mismo precio que a la tienda, se suman márgenes (aquí habitualmente completamente discrecionales), más el 10% de IVA de hostelería y los 6 euros del precio en origen se han convertido en unos 18.

El camino que lleva a fijar los precios del vino en los restaurantes no siempre es así. Hay incluso los que han optado abiertamente por animar a sus clientes para que lleven sus propias botellas. Otros apuestan por subir poco el precio de las botellas para conseguir su beneficio con una mayor rotación...

Fórmulas hay casi tantas como negocios. Pero pocos restaurantes han optado por la de respetar el precio de cuando compraron el vino, aunque sólo sea un mes. Y esto permite disfrutar de grandes joyas a precios en ocasiones ínfimos. Apostando por su tierra, la carta del Roxy mantiene en su oferta referencias comoPardevalles Carroleón 2011 por 11 euros; DonSuero reserva 2009 por 12,50;o el Golán 06 por 6 euros; e incluso vinos de bodegas que han cerrado sus puertas como el Galio 2007, por 11 euros, además de los de Pricum de Margon:su Paraje ElSanto 2011 cuesta 17,50 o su Primeur 2014 seis.

Si la opción pasa por darse un homenaje con alguno de los vinos mega caros que se elaboran en España, la diferencia de precio es todavía más significativa:la carta especial que edita este restaurante para su mes de febrero lanza L’Ermita de 1999, que elabora Álvaro Palacios en elPriorat, por 400 euros, cuando su precio en tienda oscila hoy entre 800 y 1.000 euros. Si la opción pasa por tomar el segundo vino de esta bodega, Les Terrasses 2003 cotiza a 16 euros y el 2004 a 21 (su precio en tienda ronda los 30).

La carta de vinos del Roxy incluye referencias específicas para los cazadores y catadores de mitos como el Pingus de la añada 2004, la primera de Peter Sisseck –y de Ribera delDuero, y uno de los pocos vinos enEspaña– en lograr un 100 sobre 100 en el Wine Advocate del gurú del vinoRobert Parker y que figura en la carta por 900 euros, cuando el precio en tienda (Vila Viniteca) de alguna de las escasas botellas que quedan de esta añada (elaboró 4.800) es de 1.650 euros, o los 1.700 euros con los que figura en la carta de restaurantes con bodegas maravillosas como el cacereñoAtrio.

Pingus, petrus, vegas... Lo mismo ocurre con otros grandes vinos delDuero comoVega Sicilia Único, cuyo precio oscila entre los 195 euros de la añada de 1998 a los 200 de la añada 2000 (345 en Vila Viniteca) o de la de 1989 (495 en la misma vinoteca). O los 210 del Único de 1981, una de las añadas míticas de esta gran bodega española. Lo mismo ocurre con los Valbuenas, cuyo precio oscila entre los 65 euros de la cosecha de 1991 hasta los 80 de las de 2005 (130 en Atrio, el restaurante con la mejor bodega de España y una de las más notables de todo el mundo).

La carta incluye otros grandes vinos de la historia de España como el Teófilo Reyes de 1994, la primera añada de esta bodega impulsada por el enólogo homónimo y que se puede tomar por 40 euros el magnum; o los 25 euros del Pesquera Reserva Especial de 2003, bodega que suma otras ‘joyas’ vitivinícolas como sus gran reserva del 90, 92 y 94 por 70 euros (250 enAtrio el 95).

La carta del Roxy incluye tentaciones como la del Mauro Vendimia Seleccionada 2000 por 40 euros (48 el 2004), o el Terreus del 04 por 70 euros (130 enAtrio) o grandes vinos de Rioja como El Pisón 07 (98 puntos Parker) y 08 de Artadi por 180 euros, cuando en tienda es de 395, junto a otras grandes referencias de añadas que ya es muy difícil encontrar, como los Rioja Alta 904 de 1995 y 1997 por 25 euros cada botella.

Cocina tradicional. La carta de este restaurante leonés no sólo vive de referencias españolas:Eugenio González es un apasionado de los buenos vinos, y eso se refleja en una carta bien alimentada. «Son vinos que a mi me gustan y la gente, cuando los tienes, los pide. Ha sido una apuesta, poco a poco hemos ido haciendo fondo de armario, con vinos que es difícil que tenga la competencia como Petrus o Cristal, o los Vega Sicilia de añadas viejas, pero un restaurante bueno tiene que tener una carta de vinos buena», asegura el propietario del Roxy, cuya cocina, tradicional y de temporada, hace arte con los guisos y deleita con pescados de la costa asturiana.

Entre sus referencias extranjeras, la bodega cuenta con un Château Petrus de 2007 (añada difícil pero excelente en esta casa), a la venta por 1.700 euros, una cifra respetable pero ‘barata’: son 500 euros menos de lo que cuesta habitualmente; o un Château Palmer 2008 (añada cuya calidad recuerda a la gloriosa de 2005, por lo que esta añada siempre cotizó alta) por 130 euros (la de 2009 en Lavinia cotiza a 1.700 euros); o un Château Lafite Rothschild 2007 por 600 euros (la añada de 2009 cuesta 1.391 euros en Vila); o unBelair 2007 por 49 euros;o un sencillo Cuvée Latour 2007 por 10 euros...

La carta dispone de una buena selección de Oportos y de champanes (desde André Clouet «Un Jour de 1911» Grand Cru por 70 frente a los 120 habituales hasta un Roederer Cristal Brut 2004 por 140, la mitad de su valor habitual en tiendas), además de borgoñas y sauternes. Un paraíso para los enópatas.