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PREMIOS LA POSADA

El primer cocinero mediático de España

El legado de Cándido no deja de crecer de la mano de sus descendientes, que han convertido al mesón en una marca universal

Alberto López y su hijo Cándido junto a la foto del mesonero.-

Publicado por
F. Lázaro
Valladolid

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Cándido fue el primer cocinero mediático de España. Tanto que sigue siendo una de las pocas personas a la que no le hace falta un apellido para ser conocido universalmente. El nombre basta. Papas, reyes, emperadores y… Cándido, Mesonero Mayor de Castilla, quien desde Segovia ha llevado el nombre del cochinillo por todo el mundo. Quizá, el haber nacido en Coca, cuna del último emperador romano, aunque dos milenios después, le abrió las puertas de la grandeza. Personal y culinaria.

El gran mesonero falleció en 1992 pero su legado sigue creciendo de la mano de su hijo, Alberto López, y de su nieto, Cándido, quienes junto con el resto de la familia siguen perpetuando y engrandeciendo el legado de este genial personaje. Esta saga ha creado la Fundación Cándido Mesonero Mayor de Castilla, entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo es continuar el legado del gran mesonero segoviano, y ha puesto en marcha el Canal Cándido TV, de vídeo-recetas por Internet, además de un hotel, el Pórtico Real, que emplea a más de cien personas.

Sus mesas reciben a diario clientes procedentes de todos los rincones del mundo, ávidos de saborear un pedazo de la historia culinaria y de disfrutar de todos los rincones del mesón, repleto de fotos de personajes famosos y desde cuyas ventanas se obtienen magníficas vistas del acueducto. Cada día se repite decenas de veces el ritual de romper el plato mientras recita unos versos («Los cochinillos serranos / que en estas tierras se crían / son un sabroso manjar / que rellena y atiborra. / Regado con buen vinillo....) que acompañan al zas, zas y zas, lo que Alberto hace con maestría, además de posar sonriente a las más de 200 fotos que le toman cada día los comensales.

La familia Cándido han perpetuado y engrandecido un legado que se ha convertido en emblema de la gastronomía de Castilla y León y de España reconocida en todo el mundo gracias a la genialidad de un mesonero visionario y muy adelantado a su tiempo.