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Castilla y León

La cita de los 10.000 vinos

Vinexpo congrega a medio centenar de bodegas con expositor propio en Burdeos, además de bodegueros por los pasillos / La feria convoca a 2.400 expositores y 48.000 visitantes

Vista general de los 'stands' de España en la feria Vinexpo de Burdeos, en Francia.-Fernándo Lázaro

Publicado por
Fernando Lázaro
Valladolid

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El mayor zoco mundial del vino, la feria Vinexpo de Burdeos, cierra hoy las puertas de la edición en la que ha habido menor presencia de bodegas pero que aún así ha congregado a 2.400 de 45 países productores, lo que la sigue coronando como el evento más importante del sector en todo el mundo. Desde el domingo, alrededor de 48.000 visitantes profesionales han pasado por los pabellones de este certamen, donde la presencia francesa es abrumadora y Castilla y León ha contado con medio centenar de bodegas que vuelven a casa con una sensación agridulce.

José Manuel Pérez Ovejas, director técnico de la bodega Hermanos Pérez Pascuas, de Ribera del Duero, constató la menor actividad general de la feria lo que no le ha impedido pasar cuatro jornadas a un ritmo frenético. «Todas las visitas con los importadores las teníamos cerradas desde hace mucho tiempo; son encuentros largos, de más de una hora cada uno, explicando novedades, catando seis vinos, y así hasta doce por jornada», señaló Pérez Ovejas, que acudió a Vinexpo acompañado de Juan de la Vega, director comercial de la bodega familiar de Pedrosa. «Nos vamos satisfechos de la feria pero gracias al trabajo previo con importadores de nuestros vinos y con otros potenciales, sino es muy difícil trabajar, hay saturación de ferias comerciales».

La bodega riojana Marqués de Cáceres, que ha estrenado esta añada su proyecto en la DO Rueda, ha desplegado en Burdeos todo su potencial, con la presencia de su presidenta, Cristina Forner, y sus principales ejecutivos. Felipe Aizpún, director general del grupo, señaló que para ellos esta feria es importante. «Tenemos las citas cerradas con muchos clientes de mercados diversos y lejanos; nuestros vinos están en más de 100 países y a muchos de ellos les vemos sólo aquí en Vinexpo».

Asun Cano, de la ribereña Pago de los Capellanes, indicó que la feria se ha trabajado muy bien. «Hay pocas bodegas españolas y se celebra muy cerca de Prowein, pero está muy bien organizada y el público es muy profesional», declaró.

Manu Fariña, director técnico de bodegas Fariña, en la DO Toro, se mostró explícito. «Nuestra bodega lleva viniendo a Vinexpo desde que hace 34 años se inauguró, y la de 2015 es con toda seguridad una de las ediciones más flojas de esta feria», señaló. «Lo están enfocando mucho al público asiático pero faltan compradores; a nosotros nos han fallado clientes habituales que dejan de venir aquí y que hemos visto en Prowein», manifestó el enólogo de la bodega familiar toresana, que agregó que además la feria alemana es mucho más neutral. «Aquí los chateaux están muy cerca y hay muchas actividades paralelas».

Y es cierto: desde Chateau Margaux, que celebró una cena con 500 invitados para estrenar sus nuevas instalaciones, hasta encuentros de vinos con alma como el que montó Stephane Derenoncourt en el Palais de la Bourse, donde junto a vinos de pequeños (grandes en calidad) productores y champanes artesanos estaba la bodega ribereña Alonso del Yerro, la única bandera española sobre la mesa de una concurrida degustación en la que los tempranillos de María del Yerro y Javier Alonso dejaron el pabellón muy alto. Los hermanos Moro (Emilio Moro y Cepa 21) organizaron una cena para importadores y distribuidores, al igual que Marcos Yllera en un restaurante del centro de Burdeos.

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