REACCIÓN
Los demócratas ven en la declaración de Mueller una invitación al 'impeachment'
Media docena de candidatos demócratas reclaman al Congreso el enjuiciamiento de Trump
Robert Mueller le ha dado al sector más combativo del Partido Demócrata la munición que necesitaba para seguir buscando apoyos en su intento de sentar a Donald Trump en el banquillo. El rechazo del fiscal especial a exonerar al presidente de un posible delito de obstrucción a la justicia y su inequívoca afirmación de que es el Congreso el que tiene la potestad para determinar si el jefe de la Casa Blanca ha cometido irregularidades han reactivado los llamamientos demócratas al impeachment. Al menos seis de sus candidatos a la presidencia han defendido el inicio de un procedimiento para enjuiciar políticamente a Trump, el gran dilema que enfrenta Nancy Pelosi, la jefa del partido en la Cámara de Representantes.
"Lo que ha hecho Robert Mueller es básicamente una remisión de impeachment", ha dicho la senadora y candidata Kamala Harris. "Es hora de que el Congreso obligue al presidente a rendir cuentas". En términos similares se ha expresado el congresista Julián Castro, otro de los aspirantes a una nominación por la que compiten más de una veintena de candidatos. "Mueller ha dejado claro esta mañana que su investigación queda ahora en manos del Congreso. Nadie está por encima de la ley. El Congreso debería iniciar el proceso de impeachment". La moción ha sido apoyada también por Jerry Nadler, el presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, el organismo que tiene la potestad para iniciar el procedimiento.
Nadler ha acusado a Trump de mentir sobre las conclusiones del informe al sostener machaconamente que no hubo colusión con Rusia ni obstrucción a la justicia. No solo eso, Trump también insiste en que la trama rusa no es más que un "timo", una tesis que han refutado todos los estamentos de la seguridad y el propio Departamento de Justicia.
Si los demócratas cierran filas, tendrán suficiente peso parlamentario para iniciar el mismo proceso que enfrentó en su día Clinton y que forzó la dimisión de Nixon. Pero siguen debatiendo si sería lo más inteligente políticamente, dado que queda apenas un año y medio para las elecciones. Pelosi no quiere convertir a Trump en un mártir y por el momento apuesta por que continúen la veintena de investigaciones abiertas en el Congreso. El problema es que la Casa Blanca las está bloqueando de forma sistemática y, sin su cooperación, hay riesgo de que encallen.