PERSONAJES ÚNICOS / DAVID ESCUDERO MANCEBO
Compromiso vallisoletano con la tecnología y las mates
Este vallisoletano es el director del Centro de Inteligencia Artificial de la Universidad de Valladolid
Ha desarrollado una línea de investigación para utilizar herramientas de IA en la práctica de la pronunciación en entornos de aprendizaje de segundas lenguas y entrenamiento en aplicaciones terapéuticas.
Matemáticas, ciencias y algoritmos se esconden detrás de la magia de la inteligencia artificial. El vallisoletano David Escudero Mancebo está al frente del Centro de IA de la Universidad de Valladolid, un lugar donde se cocina una revolución tecnológica que está cambiando el mundo a golpe de oportunidad, pero también de riesgo. Los procesos productivos más eficientes se enfrentan cuerpo a cuerpo a una acumulación de poder que deja la puerta abierta a los ciberataques.
A este campo de batalla llegó tras estudiar Ingeniería Informática. Reconoce que le gustaban las matemáticas y también la tecnología, así que se comprometió con ambas. Después de licenciarse, primero consiguió una plaza de profesor ayudante en la antigua Escuela Universitaria Politécnica que pronto se transformó en una plaza de funcionario. Es verdad, puntualiza, que cuando apenas tenía 28 años se incorporó al equipo directivo de Ángel Reboto, donde adquirió «una experiencia tremendamente formativa». En paralelo, pudo avanzar en los trabajos de investigación que le permitieron obtener el grado de doctor con Valentín Cardeñoso en la Facultad de Ciencias.
En este sentido, comenta que disfrutó de varias estancias en universidades holandesas y francesas, la más fructífera, según admite, la que realizó con Antonio Bonafonte, antiguo profesor de la Escuela Técnica Superior de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Cataluña, que dejó la enseñanza para convertirse en investigador en Amazon Tech, donde lidera el grupo de Síntesis de Voz.
En los últimos años, Escudero Mancebo ha desarrollado una línea de investigación para utilizar herramientas de inteligencia artificial en la práctica de la pronunciación tanto en entornos de aprendizaje de segundas lenguas como para el entrenamiento en aplicaciones terapéuticas. Con respecto a las aplicaciones de aprendizaje de idiomas, apunta que el desafío está en la creación de herramientas que ofrezcan la posibilidad al usuario de saber cómo de bien pronuncia la lengua que está estudiando y qué puede hacer para mejorar.
«Demostramos que efectivamente es posible mejorar si se aplican ciclos de exposición, discriminación y producción de sonidos de una lengua diferente a la lengua materna», expone antes de añadir que en la actualidad sus herramientas se emplean en diversos idiomas, el más curioso de los que ofrecen es el letón. En cuanto a la utilización de las herramientas para la producción oral en hablantes con algún tipo de problema circulatorio o neuronal, el también catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial explica que han implantado con éxito plataformas gamificadas para el entrenamiento del habla por parte de personas con síndrome de Down. En este punto, indica que trabajar con Fundación Personas y la Asociación Down local ha sido –y es– «una de las experiencias más gratificantes» de su carrera profesional.
En su opinión, en Castilla y León se dedica muy poco dinero a la investigación y la innovación. «Las convocatorias de proyectos son tremendamente competitivas; proyectos muy bien puntuados se quedan sin financiación». Pone como ejemplo la última convocatoria, donde un trabajo interdisciplinar para aplicar IA a la detección temprana de deterioro cognitivo en personas mayores obtuvo unas calificaciones sobresalientes, pero se quedó fuera de la financiación.
A pesar de que los presupuestos no acompañan, subraya que el nivel de investigación y de innovación en la Comunidad es alto porque el nivel en las universidades públicas es elevado. «Nuestros investigadores publican en las mejores revistas y en los congresos en los que están los mejores», presume para, a renglón seguido, puntualizar que la industria regional y los centros tecnológicos también tienen equipos de ingeniería de un nivel elevadísimo. «En las universidades públicas formamos un personal de una altísima cualificación. Una pena que gran parte de él desarrolle su carrera fuera de la región por la falta de inversión en el entorno más cercano».
Preguntado si las administraciones públicas trabajan para que Castilla y León sea puntera, David Escudero Mancebo afirma que no conoce ninguna sociedad que hable bien de su administración pública y mucho menos de sus políticos, si bien eso no quiere decir que todo se haga mal. «Gobernar es muy complicado porque hay que buscar un justo equilibrio entre lo que se ingresa y lo que se gasta, intentando fiscalizar bien e invertir mejor. Creo que somos una región con un gran potencial, pero tal vez demasiado acomodada en una posición media dentro del panorama nacional. Necesitamos ambición y estrategia», reflexiona.
Para el director del Centro de Inteligencia Artificial de la Universidad de Valladolid, los jóvenes no son los grandes perjudicados de la crisis económica; es más, asegura que hay recién titulados que están desarrollando ya carreras profesionales con sueldos envidiables para la mayoría. «Un joven que comience hoy una ingeniería sabe que tendrá un puesto garantizado en la industria porque dentro de unos años el baby boom se jubila». A esto se suma, agrega, que la inteligencia artificial abre un mundo de oportunidades por definir y por desarrollar. «La juventud es siempre una edad afortunada. Los jóvenes están llamados a ser protagonistas de un mundo en plena transformación».
En este punto, tiene claro que tenemos que apostar por las rondas de financiación a startups y las incubadoras de empresas para que las personas talentosas e innovadoras puedan desarrollar sus ideas en el entorno local. «La inteligencia artificial nos pone en una encrucijada que castigará a aquellos que no se suban a esta nueva ola de innovación. Desde las universidades queremos aportar conocimiento en este ámbito a la sociedad que nos financia», concluye.