Paga tus pantalones con criptomonedas gracias a dos vallisoletanos

Te acabas de enamorar de unos pantalones que has visto en la tienda de moda. Tras encontrarlos en una estantería cerca de los probadores, te acercas a la caja para poder llevártelos y lucirlos esa misma noche en una cena con amigos. En ese momento, el dependiente después de quitarles la alarma, pronuncia la frase: «19.99 euros, ¿con tarjeta o en efectivo». Hasta hace poco, solo existían dos opciones, sin embargo, con el avance de la tecnología ya se puede pagar en tres. ¿Quién es la ‘z’ de esta ecuación? La criptomoneda.  Para los que no sepan lo que es, se trata de un activo digital que emplea un cifrado para garantizar su titularidad y asegurar la integridad de las transacciones. También es capaz de evitar que alguien pueda hacer copias. En este camino aparecen Pablo Bartolomé e Ignacio Díaz , fundadores de la startup Onix Payments , que ha creado un dispositivo capaz de aceptar pagos con criptomonedas en los negocios.                                                                                                                                                                      

«Viene a ser un nodo de bitcoin para gestión de pagos de manera segura y privada de cualquier tipo de negocio o tienda. Lo que presentamos es una forma nueva y cómoda de obtener pagos a través de criptomonedas» , expone Bartolomé, quien añade que su invención se dirige a todos los sectores en los que se realice una compra no siendo discriminativo el valor o la cuantía, aspecto que, por ejemplo, penaliza las compras de pequeño valor con los datáfonos, ya que los bancos cobran una comisión por estos. Gracias a la red de bitcoin, tal y como explica, no es necesario pagar por las transacciones, lo que ofrece «una gran ventaja» frente al clásico pago con tarjeta que establece unos mínimos en el precio para que la operación salga rentable al vendedor. «Con este nuevo sistema evitamos pagar a terceros como los bancos por este servicio». 

El dispositivo contará con instrucciones claras para su uso e implementación, lo que simplificará la adopción de las criptomonedas en España. «La manera en la que buscamos lograr esto es acercando las finanzas con criptomonedas a un público todavía menos cercano a estas tecnologías de manera cómoda y sencilla , simplificando su uso y dando seguridad sobre su propio dinero al usuario», comenta para, a continuación, señalar que con un solo nodo, el cual se instalará en el negocio en un breve espacio de tiempo, el usuario tendrá a su alcance todas las posibilidades de esta nueva forma de gestión de pagos y accederá a un importante valor añadido frente a otras empresas que no presenten este tipo de pagos. De hecho, Pablo Bartolomé insiste en que van a fomentar que cada usuario de Onix–así se llama la plataforma– sea soberano sobre su dinero, independiente de bancos y capaz de gestionar sus activos sin necesidad de conocimientos de economía previos; y todo esto desde la comodidad de la pantalla del ordenador.                                                                                                                                                                                                     

Esta solución es innovadora, a su juicio, porque en la actualidad existen pocos lugares, en los que se pueda pagar con criptomonedas; es más, desvela que en los que sí que se puede, no utilizan nodos privados, sino que usan Exchange, bancos de criptomoneda s, los cuales hacen que estén sujetos a sus condiciones. Mientras que, según defiende su creador, con Onix no dependes de terceros al ser el nodo el propio banco privado. «Esto supone algo que no se está viendo a día de hoy en el mercado y que nos permite posicionarnos bien como uno de los primeros servicios de pagos digitales en bitcoin». Un paso al frente que, de momento, les está llevando lejos. Este equipo se ha convertido en uno de los ganadores de los premios Prometeo.                                          

El bitcoin es la primera criptomoneda digital o, en otras palabras, una moneda intangible, inviolable, creada y almacenada en soporte informático, que no es emitida por ningún banco central del mundo. Por tanto, el cofundador de Onix celebra que se puedan realizar transacciones de forma segura e irreversible, persona a persona, sin necesidad de intermediarios como los bancos.

«El sistema de cadena de bloques se protege a sí mismo. Los ‘mineros’ y los nodos repartidos en todo el mundo confirman simultáneamente la realización de una transacción y la registran en un orden secuencial, en bloques. Por eso, si un hacker quiere violar la red, salta en el sistema de las demás computadoras y la cadena de bloques no permite el registro de esa transacción irregular. Los ‘mineros’ reciben una compensación y una comisión en bitcoin por sostener el sistema y crear el activo.

Sin embargo, el proceso ha evolucionado tanto que hoy hace falta mucha capacidad de software y hardware para crear monedas, por lo que la tarea ha quedado reducida a expertos en informática y a corporaciones gigantes mundiales», detalla. 

En esta línea, Pablo Bartolomé puntualiza que los nodos de bitcoin son dispositivos que se conectan de manera directa a la red y a la cadena de bloques y sirven para dar soporte y seguridad a dicha red , puesto que son los validadores y copias de seguridad dentro de ella. Esta circunstancia posibilita operar a través de ellos sin necesidad de terceros porque forman parte de esa red, al estar todos los nodos en constante cambio, pues el blockchain con cada operación crece. «Pasamos a tener un lugar privilegiado, ya que todo lo que realizamos en ella queda escrito y grabado siendo fácilmente auditable».                                                                                      

Preguntado por las ventajas de este dispositivo, deja claro que la principal es el intercambio de valor descentralizado, soberano e inclusivo . «La tecnología blockchain, en la cual se basan las criptomonedas, se caracteriza por su inmutabilidad y carácter público porque todas las transacciones realizadas en la cadena son registradas y cualquier persona puede revisar los detalles de cada transacción. Esto brinda descentralización en los pagos, puesto que no dependen de intermediarios como los bancos», considera. 

De igual forma, ofrece soberanía. «Los fondos depositados en ella son inconfiscables, a menos que se obtenga la clave privada correspondiente. Esto proporciona una propiedad real y segura de los activos digitales». El cierre a los valores añadidos lo pone, a su parecer, el componente inclusivo que hace que cualquier persona, independientemente de su origen o características personales, pueda intercambiar valor. Esto, dice, termina con el problema de exclusión financiera que afecta a muchas personas en regiones desfavorecidas que no tienen acceso al sistema bancario tradicional.