Diario de Valladolid

La niebla que se alía con los barcos

La empresa vallisoletana Fugoroba lidera el proyecto que busca introducir tecnologías de generación e inyección de niebla para lavar los escapes de los motores de los buques / Cumple con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo

BARCO1

BARCO1

Publicado por
Estibaliz Lera

Creado:

Actualizado:

El transporte marítimo es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero; en concreto del 3% de las emisiones, una cantidad similar a la de la aviación. Por esta razón, si todo sigue el mismo rumbo se prevé que esta industria producirá hasta el 17% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono para 2050. Sin embargo, Europa se ha fijado esa fecha para frenar este camino y contribuir al cuidado del planeta. 

En esta línea, la normativa de la Organización Marítima Internacional, que entró en vigor en enero de 2020, limita el contenido de azufre del combustible de los buques al 0,5%. En la actualidad está en el 3,5%. Ante este marco legal, el sector naval tiene dos opciones. Una de ellas es sustituir o reconvertir sus buques para que todos utilicen motores con combustibles cuyas emisiones de gases cumplan las exigencias marcadas. Otra posibilidad es incorporar a sus buques sistemas de limpieza de los gases de escape (scrubbers) de los motores antes de liberarlos a la atmósfera. 

Ambas propuestas tienen un coste altísimo, desorbitado y muchas veces poco rentable. Por este motivo, surge la necesidad de investigar una nueva solución más barata y que, cuanto menos, sea igual de efectiva que las existentes para poder ofrecer un producto innovador, eficiente y a un precio que pueda rentabilizar la inversión. 

La empresa vallisoletana Fugoroba Instalaciones y Servicios lidera un proyecto que tiene como objetivo investigar y desarrollar un nuevo y disruptivo depurador de escapes (scrubber) basado en la tecnología de inyección de nieblas y que atrape los gases contaminantes y partículas perjudiciales para la salud y el medioambiente emitidos por los motores de fueloil en el transporte marítimo. 

«El reto tecnológico es conseguir atrapar y recoger, mediante tecnología de nieblas, los gases de óxidos de azufre y de nitrógeno y otras partículas perjudiciales para la salud, en los escapes producidos por los motores principales, auxiliares y de las calderas en un espacio limitado por la chimenea de los buques», explica José Ignacio Fuentes Morales, CEO de Fugoroba. 

El proyecto, que cuenta con el respaldo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, está dividido en dos hitos. El primero ha sido desarrollar un prototipo de scrubber para probar dicha tecnología de nieblas en un motor de 225 CV en las instalaciones de la empresa vallisoletana. Los resultados de esta fase han sido «un rotundo éxito», lo que ha propiciado la puesta en marcha del segundo logro, que tiene como meta la construcción de un equipo prototipo de mayor tamaño para probarlo en el motor principal (8.000 CV). Este prototipo se va a desarrollar en uno de los buques de la naviera española ERSHIP. 

¿Cómo funciona? Fuentes Morales detalla que el scrubber es un dispositivo con forma exterior semejante a una caldera que se coloca en el tubo de escape de uno de los motores del barco para atrapar, antes de que salgan, los residuos de óxido de azufre y de nitrógeno y también otras partículas. «Incorpora la tecnología Counterfog de generación de niebla con gotas de tamaño nanométrico que maximizan la relación superficie frente a volumen de forma que los gases contaminantes se disuelven en el agua que se recoge aparte. De esta forma, se eliminan los óxidos de azufre y otros contaminantes de los gases de escape de los motores marinos produciendo una mínima cantidad de residuos. Podemos decir que funciona como un filtro que atrapa los elementos contaminantes antes de que el humo salga a la atmósfera».

En este sentido, el CEO de Fugoroba comenta que es una tecnología que nació de un proyecto de colaboración europea FP7 y que tenía por objetivo limpiar el aire de cualquier tipo de partícula nociva, ya fueran agentes químicos, biológicos o radiológicos. Durante su desarrollo se llevaron a cabo numerosos ensayos que demostraron la gran eficacia de esta tecnología para limpiar el aire de cualquier tipo de partícula en suspensión o en forma de aerosol.

Por este motivo, considera que la aplicación de esta tecnología al proyecto supone una disrupción en las tecnologías de los scrubbers, puesto que ofrece la posibilidad de aumentar mucho su eficacia. Además de ser todo ventajas frente a los modelos actuales, garantiza la recogida y posterior tratamiento de los residuos producidos. Sin olvidar, apostilla que pretende introducir por primera vez tecnologías de generación e inyección de niebla para lavar los escapes de los motores de los buques. 

Los valores añadidos de la propuesta de esta empresa vallisoletana son de eficiencia medioambiental, ya que las emisiones se reducen por debajo de los niveles exigidos. Una ventaja muy importante para considerar es que permitirá al tráfico marítimo seguir utilizando fueloil tradicional (Conocido en el sector naval como IFO 380) de forma sostenible; no sólo por la reducción de emisiones, sino que también contribuirá a dar continuidad al consumo de este combustible. 

«El fuel es una fracción líquida resultante del proceso de refinado del petróleo natural para obtener otros derivados (fueloil, gasolina, lubricantes, asfaltos, turbosina, gas, etc.) de manera que, si se reduce el consumo de fuel resultante, sería necesario almacenarlo con los costes económicos y medioambientales que esto conlleva. La instalación de nuestro scrubber contribuiría a seguir consumiendo fuel de forma más limpia y ayudaría a reducir el almacenamiento del fuel resultante del refinamiento del petróleo», sostiene José Ignacio Fuentes Morales. 

Es más, deja claro que su scrubber tiene diversas ventajas con respecto a los tradicionales. Por un lado, el consumo de agua requerido para su funcionamiento es muy pequeño. De igual manera, el diseño innovador reduce al mínimo posible el efecto que la instalación de un scrubber tiene sobre el rendimiento del motor. Por otro lado, afirma que el sistema permite la recogida del residuo en forma sólida, lo que facilita su almacenamiento para más tarde desecharlo de la manera adecuada. «Estos residuos pueden ser manipulados con seguridad pues no son tóxicos». 

El broche a las ventajas lo pone la tecnología de niebla que emplea, ya que maximiza la superficie de contacto entre los gases sucios y la niebla limpiadora, consiguiendo limpiar más volumen de aire por minuto que los scrubbers convencionales. «Puede utilizar tanto agua dulce como agua de mar, al utilizar agua de mar no es necesario disponer de un tanque de suministro de agua a bordo, con las consecuencias que conlleva: no es necesario dedicar un espacio para el tanque que suministraría agua. Reduce el peso a bordo, esto implica una relación directa con la resistencia del barco y por tanto con su coste de operación. Menos peso supone menos superficie de contacto con el agua, lo que implica menos rozamiento y consumo de combustible. Disminuye la carga a bordo, por lo que se puede utilizar para cargar el barco con carga útil. PH de los gases de escape menos perjudicial para el medio ambiente y el sistema funciona con cualquier combustible», resume el CEO de Fugoroba. 

En cuanto al ahorro, asegura que consumir fuel es cerca de un 50% más económico que consumir gasoil y alrededor de un 25% más barato que usar otros combustibles que cumplen con la normativa MARPOL, como el LSF (fuel bajo en azufre), LNG (gas natural) o hidrógeno. A esto se suma que tanto los costes del dispositivo como de instalación son más económicos que los existentes para la implantación de otros scrubbers que emplean tecnologías diferentes.

El proyecto comenzó a estructurarse en 2019 tras la necesidad del sector naval por la normativa MARPOL que entraba en vigor el 1 de enero de 2020, y en el que ALTUM ya trabajaba para dar respuesta a sus clientes. El 30 de diciembre de 2019 se presentó en el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) una solicitud para financiarlo, que fue aprobada en abril de 2020 con un presupuesto cercano a los 1,4 millones de euros. 

¿Cómo surgió? Relata que desde ALTUM - Oficina técnica de Ingeniería Naval y Consultoría Marítima, y atendiendo a la necesidad que planteaban algunos de sus clientes, se analizaron las posibles alternativas, tanto en fase comercial como las que se encontraban en proceso de diseño. En esta situación de búsqueda de soluciones, Jesús Lanao, ingeniero naval y colaborador de ALTUM, se encontró por casualidad con una entrevista al catedrático de la Universidad de Alcalá José Luis Pérez Díaz, en la que explicaba su proyecto Counterfog, a partir del cual son capaces de atraer partículas a través de una tecnología basada en nieblas. En ese mismo momento, Jesús se puso manos a la obra hasta conseguir contactar con el catedrático, quien se interesó desde el primer momento por el proyecto. 

En paralelo, desde ALTUM contactaron con Symbiosis Consultores | Consultoría de Negocio y Formación para pedirles ayuda en la estructuración, financiación y coordinación del proyecto. A estas alturas, ya contaban con una ingeniería capaz de proyectar un depurador de escapes para un buque, una unidad de investigación para desarrollar una tecnología específica y una consultora que estructurase y coordinase el proyecto, pero a este puzle le faltaba la pieza central: el empresario innovador que fabricase el producto. Alguien con la visión suficiente como para creer en el proyecto casi a ciegas y lanzarse a por todas con la idea. Fugoroba Instalaciones y Servicios se integró en el equipo. De manera indirecta cuentan con el apoyo de Tolten GDP para gestionar la financiación y la relación con el CDTI y el Área de Química Inorgánica de la Universidad de Valladolid como laboratorio especializado para las mezclas de combustibles. En total, participan más de 30 personas. «Este proyecto podría ser la primera piedra para el inicio de la industria naval en Castilla y León». 

Las pruebas hasta ahora han sido muy exitosas y se han llegado a demostrar resultados de hasta el 99% de reducción de óxidos de azufre en el aire, mejorando cualquier expectativa. Estos buenos resultados les han permitido avanzar hacia una fase de escalado para su instalación en un buque de la naviera española ERSHIP, donde seguirán realizando más test para comprobar y ajustar su eficacia en un entorno real de operación que es el objetivo final del proyecto. «Las perspectivas son muy buenas de cara al devenir del proyecto y esperamos que esta tecnología que estamos desarrollando permita reducir las emisiones de gases contaminantes en todo el mundo», apunta José Ignacio Fuentes Morales. 

Avanza que todas las navieras a las que se les ha informado del proyecto se han mostrado muy interesadas en conocer los avances. Eso sí, subraya que no hay que olvidar que este es un proyecto de investigación que todavía tendrá que dar sus pasos antes de llegar al mercado, pero se puede decir que la percepción en principio está siendo muy buena. Así, los planes de futuro pasan por realizar una implantación exitosa del depurador de escapes en el barco y obtener resultados positivos en las pruebas en entorno real, es decir, con los motores del barco en marcha. Una vez finalizado, el equipo buscará los permisos y certificaciones pertinentes para industrializar el proceso de fabricación. La última etapa será el lanzamiento comercial de los dispositivos.

  JOSÉ IGNACIO FUENTES MORALES / CEO DE FUGOROBA  «El innovador está empezando a ser reconocido como un motor de desarrollo del territorio»

«La investigación y la innovación son la gran oportunidad de desarrollo y crecimiento de la actividad económica de Castilla y León, sobre todo en la línea de la sostenibilidad. Reinventarse, diversificar, emprender y rediseñar los modelos de negocio orientados hacia la sostenibilidad de las empresas, del medioambiente y de la sociedad es el futuro de Castilla y León. Es un tren que ya está pasando y hay que subirse a él como sea». Así lo expone José Ignacio Fuentes Morales, quien añade que no hay que preguntarse tanto cómo es ahora o en qué estado está ahora la innovación, sino cómo quiero que sea mañana y qué puedo hacer desde mi negocio actual o potencial para contribuir a ello. «Las ideas están ahí, es cuestión de identificarlas, estructurarlas, armar un proyecto y desarrollarlas de forma organizada y escalable: investigación, industrialización y comercialización».

En este sentido, comenta que desde el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICE) existen diversas líneas de ayuda que muchas veces la gente desconoce. Fugoroba se encuentra en proceso de tramitación de un expediente de ayuda gestionado por el ICE y ha sido «un impulso fantástico» para la inversión en infraestructuras. «Castilla y León es zona FEDER y esto supone un mundo de oportunidades para la mejora, la innovación y la investigación en nuestro territorio. La experiencia tanto con el equipo de Programas Europeos del ICE como con el equipo de Gestión de Ayudas ha sido muy constructiva para el éxito de este proyecto», sostiene Fuentes Morales. 

En su opinión, la sociedad debería no solo premiar la innovación y el talento, sino el esfuerzo de toda aquella persona que intenta innovar, emprender y buscar nuevas soluciones, y si encima, son ecológicas, mejor que mejor. «No es tanto una cuestión de la sociedad en sí misma como de la cultura de nuestra tierra. Somos escépticos por naturaleza y nos cuesta reconocer el éxito en los demás. No obstante, esta es una tendencia que está cambiando muy positivamente y que mejorará a medida que se vayan premiando y reconociendo el esfuerzo y la persistencia en los proyectos de investigación e innovación. El innovador está dejando de ser visto como un Inspector Gadget y está empezando a ser reconocido como un motor de desarrollo del territorio», concluye. 

tracking