Diario de Valladolid

PERSONAJES ÚNICOS | DANIEL MARTÍNEZ CABEZAS

Talento leonés en Australia

El ingeniero aeroespacial desembarca en el país para abrir mercado para una empresa sevillana de servicios de ingeniería / Suma un año en Yakarta asesorando en comercio exterior a compañías españolas desde la embajada. Por E. Lera

El ingeniero leonés Daniel Martínez Cabezas. ICAL

El ingeniero leonés Daniel Martínez Cabezas. ICAL

Publicado por
Estibaliz Lera

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El talento ya marcaba valor tanto en la antigua Grecia como en la antigua Roma. Era la moneda de cuenta, cuyo origen proviene de un plato de balanza que se usaba para pesar las mercancías y que, por tanto, era el medio para calcular el precio. Un talismán muy preciado que a los conocimientos suma la personalidad, la capacidad de decisión y de anticiparse a riesgos y de identificar oportunidades, además de la creatividad, la motivación, la actitud y la experiencia. Y surge de la acción, ya que para averiguar lo que se le da mejor a cada uno es imprescindible experimentarlo.

Daniel Martínez Cabezas es leonés . Estudió ingeniería aeroespacial en su ciudad natal por estar cerca de su familia y realizar una carrera relacionada con el sector tecnológico. Llegó a barajar la ingeniería de energía, pero se decantó por las aeronaves. Su último año lo realizó en Roma gracias a una beca Erasmus. «Me pareció una muy buena oportunidad de poder estudiar fuera, conocer otra cultura y ver cómo se hacen las cosas en otros sitios; en resumen, tratar de abrir un poco la mente y vivir nuevas experiencias», relata.

Tras terminar el año en Italia, volvió a su tierra donde cursó el máster en Ingeniería Aeronáutica. Al final tuvo su primera experiencia profesional en una consultora aeronáutica en Madrid, donde estuvo involucrado en proyectos desarrollados en el aeropuerto de Barajas. A pesar de ello, apunta que esta etapa fue bastante breve, ya que en octubre de ese mismo año terminó su andadura allí para estudiar un máster en Gestión de Empresa Internacional tras ser seleccionado para formar parte del programa de las Becas ICEX de Internacionalización. «Este prestigioso programa de becas permite que los mejores estudiantes puedan incorporarse como parte del personal de la red de oficinas comerciales asociadas a la embajada de España en distintos países alrededor del mundo», detalla el ingeniero.

En su caso, consiguió una plaza en la oficina de Yakarta, Indonesia, donde pasó un año ayudando a las empresas españolas que trataban de internacionalizarse y extender su actividad en el país asiático. Con ese reto concluido, otra oportunidad llegó a sus manos. En esta ocasión, la empresa sevillana Ghenova Ingeniería contó con él para llevar a cabo la apertura de su filial en Australia. Sin embargo, la pandemia trastocó todos los planes y su traslado se ha retrasado un año debido a las complicaciones a la hora de obtener un visado para poder viajar a este país rodeado de océanos. 

En estos momentos está involucrado en la expansión de «la mayor ingeniería privada en el sector naval en España y una de las principales en Europa». También, añade Martínez Cabezas, es notoria la actividad desarrollada en el sector de energías renovables, donde se están posicionando como una de las ingenierías de referencia en el panorama nacional en proyectos de energía solar, eólica y waste to energy, pero también en infraestructuras, ciberseguridad, sistemas y transformación digital. 

En este sentido, insiste en que Australia representa «una gran oportunidad» . Además, es un viejo conocido, ya que hace unos años ayudaron a la armada australiana en la construcción de barcos de su flota. En la actualidad están llevando a cabo importantes proyectos en el sector de las renovables tanto en energía solar como en waste to energy . No obstante, apunta que era «imprescindible» una presencia física en el país para crear un nombre y tratar de convertirse en una de las ingenierías de referencia. «Y la verdad es que no ha sido nada fácil conseguirlo. En condiciones habituales ya es complicado lograr determinados visados para trabajar en Australia y la situación con la pandemia no ha hecho más que empeorarlo. He tardado 10 meses en conseguir el visado y las limitaciones no han terminado ahí, ya que el tráfico con Australia se ha visto reducido debido al cierre de fronteras. Conseguir unos billetes para poder volar hacia allí ha sido también una tarea complicada», expone.  

En su opinión, no se apuesta por la investigación y la innovación en Castilla y León. Pone como ejemplo la cantidad de jóvenes que se ven obligados a dejar Castilla y León al terminar sus estudios por urbes más grandes como Madrid o Barcelona para buscar un empleo de calidad por falta de oportunidades y una ausencia de nuevos sectores que puedan revitalizar la región. «El talento se va a grandes ciudades o incluso al extranjero y a largo plazo es algo muy difícil de recuperar, lo cual es lógico, puesto que estamos varios pasos por detrás de otras comunidades, que también es cierto, atraen la mayor parte de ayudas y fondos públicos. Al final, investigar e innovar siempre va a favorecer al desarrollo y al crecimiento en cualquier ámbito aplicable y creo que es beneficioso para cualquier región contar con un cuerpo de investigación potente. Sin embargo, no tenemos interiorizado este pensamiento».

Con respecto a España, sostiene que la situación es similar. « La aportación del PIB a investigación e innovación es muy inferior a la media de la Unión Europea y la diferencia es aún mayor si nos comparamos con países como Francia o Alemania que destinan más del doble de recursos que nosotros. Volvemos a estar ante un problema de mentalidad, ya que la investigación y la innovación son áreas que requieren una inversión con vistas a largo plazo, lo cual va en contra de la visión de la clase política encargada de determinar donde se inyectan esas inversiones que suelen ir enfocadas en el corto plazo y a realizar acciones que les permitan volver a ser reelegidos cada cuatro años», incide el ingeniero aeroespacial leonés para, a renglón seguido, lamentar que parece que en España molesta que la gente triunfe y haga las cosas bien, y en lugar de promocionarlo y darle visibilidad se tiende a «ningunear y a empequeñecer los logros» de los profesionales españoles. Eso sí, se muestra positivo porque la tendencia está empezando a cambiar y cada vez se van reconociendo más los logros. Su consejo, eliminar la envidia porque es «muy poco útil y muy nociva». 

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