Diario de Valladolid

BURGOS

El traductor de mensajes y emociones

Investigadores de la UBU firman una herramienta que interpreta los sonidos de las personas afectadas por parálisis cerebral para entender sus respuestas / El proyecto está basado en dos aplicaciones

José Miguel Ramírez, desarrollador principal del proyecto, en la Universidad de Burgos.-EL MUNDO

José Miguel Ramírez, desarrollador principal del proyecto, en la Universidad de Burgos.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Hablan pero es complicado entender la conversación. Sus emociones están ahí, pero no llegan a su receptor. Y es que es un camino lleno de obstáculos. El idioma es el mismo pero la discapacidad del emisor complica mucho la charla. Solo los familiares y los cuidadores más cercanos pueden llegar a intuir si ese ruido tiene alguna intención y, si la tiene, poder interpretarlo para saber si, por ejemplo, tiene hambre o le duele algo. El problema está en si esa persona con parálisis cerebral tiene que quedarse con un cuidador nuevo que ni conoce ni puede interpretar esos sonidos.

Para facilitar la comunicación, un grupo de investigación de la Universidad de Burgos (UBU) ha desarrollado un asistente virtual que permite interpretar la emoción o la respuesta de una persona con este trastorno a partir de los sonidos que emite, gracias a métodos de clasificación de minería de datos.

El proyecto se basa en dos aplicaciones Android, una para recoger los datos necesarios para el estudio, y una segunda destinada a la interpretación de los sonidos. Además, cuenta con un servidor en la nube que permite traducir los sonidos y mandar la respuesta a la app para que de una forma sencilla e intuitiva el usuario puede conocer la interpretación que se ha dado.

Para el correcto funcionamiento, explica José Miguel Ramírez, desarrollador de la solución, se han seguido tres pasos. En primer lugar, la recolección de datos. «Para interpretar las respuestas del paciente es necesario que una persona que entienda estos sonidos la grabe con la aplicación, e indique con qué emoción o respuesta está relacionado el sonido grabado», expone. Una vez que se tienen suficientes datos, se crea un modelo, basado en algoritmos de inteligencia artificial que buscará patrones dentro de estos audios, con el fin de interpretar nuevos sonidos de ese paciente. Tras generar el modelo, éste se sube a la nube para poder ser accesible desde la aplicación de interpretación. El último paso es acceder a la herramienta para grabar el sonido del paciente y, a continuación, se mostrará el resultado de la emoción o respuesta que está intentando trasmitir.

Es un proyecto innovador, tal y como defiende, porque utiliza algoritmos de inteligencia artificial, en concreto un tipo de estos llamados ensembles, para facilitar la comunicación con estas personas. Además, que la base del proyecto sea una app, permite llevar esa innovación al mayor número de personas. «Este punto de innovación en la tecnología en el ámbito de la salud es uno de los principales objetivos que se están llevando a cabo dentro de la Universidad de Burgos, con este y otros proyectos gracias a la salida de nueva carrera, Ingeniería de la Salud».

Las personas hacia las que va enfocado el sistema tienen una parálisis cerebral que afecta tanto a la capacidad de comunicación como a la capacidad de movimiento, por lo tanto, si necesitan algo no pueden conseguirlo por sí mismos ni comunicarlo de forma sencilla, por este motivo siempre tienen que tener un ayudante.

Como un mismo cuidador no puede estar las 24 horas del día, puede que una persona que colabore con el afectado sepa identificar todos los comportamientos, pero la persona que venga después puede que no tenga ni idea de qué le pasa. «La ventaja de usar este sistema es que se reduce en gran medida el problema de conocer a la persona con parálisis cerebral ya que el cuidador que conoce al paciente ‘enseña’ al sistema a identificar el comportamiento, y la persona que tiene menos experiencia puede usar el sistema como una ayuda para tomar la mejor decisión posible», expone para, más tarde, agregar que al final supone un valor añadido tanto para la persona afectada como para toda la gente de su entorno, que reducirá su frustración al poder tener una idea de qué le sucede.

«Mejora la calidad de vida de la persona al poder ser entendida más fácilmente, se ahorra tiempo en intentar comprender qué le pasa y puede ayudar a reaccionar de forma más rápida a los acompañantes, como por ejemplo llamar al personal médico si está mostrando que siente dolor», resume José Miguel Ramírez, quien apunta que la primera versión se entregó a finales del año pasado y se presentó en mayo.

Todo surgió a raíz de que la asociación de parálisis cerebral de Burgos, Apace, comunicara a la UBU la necesidad de un sistema que ayudara a interpretar los sonidos de las personas afectadas por este grupo de trastornos, que normalmente se originan en la fase de gestación del feto y que afectan al sistema motor, causando limitaciones en la capacidad de usar los sentidos con los cuales percibir los estímulos exteriores y limitaciones en la capacidad intelectual.

Desde el principio, declara que siguieron una filosofía muy clara: tenía que ser sencillo e intuitivo. Dicho y hecho. Ahora están en una fase de recogida de datos de las familias interesadas. Les enviaron una serie de encuestas para que ayudaran a los investigadores a comprender mejor las necesidades de los afectados y sus familias. En la actualidad están recopilando toda esta información, asistidos por alumnos de Bachillerato de Excelencia de los institutos IES Félix Rodríguez de la Fuente e IES Comuneros de Castilla. El objetivo final, remarca, es obtener la mayor información posible para mejorar el sistema de inteligencia artificial y lograr el mayor número de aciertos al realizar la predicción del significado de los sonidos.

Están contentos porque no existen aplicaciones parecidas en el mercado. Es verdad que en su labor de investigación encontraron algunas herramientas que permitían entender el llanto de un bebé, pero ninguna llegaba tan lejos. Además, celebra que esta solución podría ser extensible a otro tipo de enfermedades o discapacidades con las mismas características, es decir, la emisión de ruidos para comunicarse.

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