Diario de Valladolid

Lecciones de salud en realidad aumentada

Estudiantes de la UVA ponen en marcha una academia digital, donde los alumnos pueden encontrar cursos en formato vídeo de sus materias / Están impartidos por profesionales de cada campo.

Jaime Santamarta y Javier Sáez, creadores de Paradigmia, en las instalaciones de la Universidad de Valladolid.-PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC

Jaime Santamarta y Javier Sáez, creadores de Paradigmia, en las instalaciones de la Universidad de Valladolid.-PABLO REQUEJO / PHOTOGENIC

Publicado por
Estibaliz Lera

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Lo que hoy es una realidad cotidiana, en los años 80 era una entelequia. Cualquier persona que intentaba asomarse a lo que las tecnologías acabarían haciendo sólo experimentaba perplejidad. Era muy complicado imaginarse que el mundo estaría conectado, a través de los ordenadores personales, a un conocimiento infinito. Rincones virtuales en los que aprender sin prisa pero sin pausa. Tecnología invisible, sin cables y donde las posibilidades se multiplican a cada segundo.

Una velocidad de vértigo que llega de la mano de la investigación y la innovación. El negocio está ahí. Nada tiene que ver con el de hace unas décadas, pero la pedagogía se tiene que dictar sin perder ni un ápice de calidad. Las aulas no son lo que eran y la magia está presente en formatos increíbles que convierten el estudio en una actividad dinámica donde el alumno es el protagonista de la materia. Es el guía de un conocimiento adaptado a sus necesidades.

La tecnología, aparte de enseñar a manejar bien determinadas herramientas, tiene una aplicación muy interesante: que el profesorado enseñe mejor y que los alumnos estén más motivados y aprendan más. En este punto, aparece un compañero de viaje de los universitarios. Un aliado pilotado por la realidad aumentada. Se llama Paradigmia y es una academia digital de ciencias de la salud donde los estudiantes podrán mejorar sus resultados académicos y llegar a convertirse en los profesionales que siempre quisieron ser.

Una plataforma de apoyo, donde encontrar cursos en formato vídeo de sus asignaturas, impartidos por los mejores profesionales de cada campo y con exámenes ‘inteligentes’ para repasar conceptos. «Utilizamos técnicas audiovisuales, animaciones y storytelling, apoyándonos en otras tecnologías como la realidad aumentada, para poder recrear experiencias educativas y mejorar la retención de la información», explica Javier Sáez, director ejecutivo de Paradigmia para, más tarde, comentar que tienen la firme convicción de transformar la educación memorística en una educación interactiva basada en experiencias.

En este sentido, Jaime Santamarta, director tecnológico de Paradigmia, apunta que la educación online presenta «una gran oportunidad» para transmitir conocimientos de una forma más didáctica. «Los estudiantes de hoy en día somos totalmente tecnológicos y audiovisuales, y encontramos pesado y estresante tener que consultar muchas fuentes de información simultáneamente para complementar nuestros estudios de clase», apostilla Sáez.

De hecho, estos dos estudiantes de la Universidad de Valladolid (UVA) quieren ir más allá: «Buscamos que los usuarios puedan acordarse de todo lo que estudian sin que sea una tarea tediosa». Para ayudar en ese camino está el aprendizaje en formato vídeo apoyado por otros recursos digitales que, tal y como aseguran, es el que mejores resultados arroja. Según la Universidad Complutense de Madrid, el 90% de la información se consume a través de herramientas audiovisuales. Esta opinión se ve contrastada por un informe de una universidad de Silicon Valley: 86 de cada 100 estudiantes de Estados Unidos utilizan YouTube como ayuda para hacer los deberes, para informarse o, simplemente, para aprender.

Además, Sáez y Santamarta exponen que existe un estudio hecho sobre estudiantes de medicina que afirma que no existen diferencias en los resultados de los alumnos que acuden a las clases personalmente y los que ven las mismas clases en formato vídeo. Es más, los alumnos destacaron estudiar online frente a estudiar en vivo por ítems como ‘mejor capacidad de concentración’, ‘la atmósfera de aprendizaje’ y ‘la inteligencia acústica’. «La única diferencia es que, en el caso de los vídeos, se trata de una solución completamente escalable, y que puede permitirnos crear una educación médica de calidad y democratizarla para el mundo. Esa es nuestra mayor motivación».

En su opinión, acoger las nuevas tecnologías es «una parte vital» para crear un ecosistema educativo sano e innovador, en el que el proceso de aprendizaje está centrado en el alumno. «No se trata de conseguir toda la información, sino de saber analizarla, verificarla y estructurarla», precisa el director tecnológico de Paradigmia, antes de añadir que es «crucial» aportar a los estudiantes las herramientas necesarias para empoderarlos como futuros médicos digitales.

El proyecto arrancó hace un año y medio. Sáez era estudiante de 4º de Medicina y Santamarta de Ingeniería Electrónica Industrial. Un día descubrieron la impresión 3D y al mes se hicieron con varias impresoras. Con ellas empezaron a trastear y consiguieron «cosas increíbles». A esto se unió que unos compañeros presentaron unas gafas de realidad aumentada, con las que desarrollaron los primeros prototipos. «Todo ello sumado a nuestro deseo de desarrollar productos alucinantes basados en las últimas tecnologías nos llevó a construir modelos anatómicos impresos en 3D sobre los que aplicábamos experiencias en realidad aumentada», rememoran muy emocionados.

Con ilusión, presentaron su idea a varios programas de emprendimiento e incubadoras de las que salieron, algunas veces, ganadores. Eso, reconocen, sólo alimentó una mentalidad, un sistema de creencias. Tras encontrarse varias puertas cerradas, la maquinaría de la creatividad se puso de nuevo en marcha y decidieron enfocar el producto hacia una plataforma educativa basada en tecnología holográfica.

Tampoco hubo suerte. Nadie quería comprar su producto. Pero no se rindieron. Hicieron entrevistas a usuarios reales y vieron que el problema era que los profesionales echaban de menos un lugar en internet para buscar información, una plataforma dedicada a ellos. Dicho y hecho.

En la actualidad, Paradigmia alberga una comunidad de más de 10.000 estudiantes de ciencias de la salud en redes sociales de nueve países. Además, cuenta con profesores, sanitarios y especialistas que se están sumando a su programa de embajadores. El siguiente paso es encontrar financiación para crear «un gran ecosistema digital» en ciencias de la salud. «Nuestro objetivo a largo plazo no es sólo convertirnos en una herramienta de referencia de apoyo para los estudiantes, sino en colaborar con la educación sanitaria de países en vías de desarrollo, donde los recursos digitales están en auge pero la educación sanitaria presencial es, aún, poco accesible», concluyen.

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