El mejor reparador de sonrisas

Es un doctor entusiasta. Un sastre de sonrisas que domina la técnica para dar a sus pacientes una calidad de vida que, sin la tecnología unida a su saber hacer, muchos no podrían disfrutar. Joel Joshi Otero es cirujano oral y maxilofacial. Cada jornada es una nueva aventura porque es una especialidad muy amplia: cirugía estética facial, traumatología facial, problemas de glándulas, problemas de articulación temporomandibular, problemas del sueño y oncología. Eso obliga a estar al día de la evolución de la impresión 3D, biomodelos o cirugías virtuales. «Todo debe ser preciso, ya que unos resultados no deseados pueden ser dramáticos. Recordemos que el rostro es nuestra tarjeta de presentación y no lo podemos ocultar», explica.

La carrera de este corredor de fondo de madre santanderina y padre indio arrancó en el Hospital Virgen Macarena en Sevilla. Corría el año 2007. Durante su residencia amplió sus estudios de traumatología en Alemania, de cirugía de las deformidades faciales y oncología en Taiwán, de articulación temporomandibular en China y otras rotaciones nacionales más cortas como la cirugía de los colgajos locales faciales en el Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona. Entre 2012 y 1016 desarrolló su carrera profesional en el Hospital Universitario de Hamad Medical Corporation en Doha, Catar.

En el 2016 realizó el Fellow Europeo Oficial de Cirugía Estética Facial en Bruselas. Desde ese año tuvo la oportunidad de aprender de forma directa de su director y creador, el profesor Maurice Yves Mommaerts, un icono de la especialidad a nivel internacional. Desde el pasado año dirige la unidad Facial Contouring en el Hospital Recoletas Burgos. «Se trata de un concepto de atención en la cirugía de cabeza y cuello holístico donde ofrecemos un abordaje integral de toda la patología maxilofacial y oral, con especial dedicación a la armonización facial», expone, antes de añadir que cuenta con «un equipo magnífico» de anestesia y enfermería, así como con la colaboración de expertos nacionales e internacionales para casos complejos.

Pasos que van conformando un currículo de altura. De hecho, la plataforma sanitaria Doctoralia le ha otorgado el premio al mejor cirujano maxilofacial de España. «Una magnífica noticia», califica el especialista en el Hospital Recoletas Burgos y en el Centro Médico Calzadas, quien tiene claro que el mérito del galardón reside en el trato del equipo en todas las etapas.

Antes de dar el paso, detalla que el paciente recibe información personalizada por correo y una cita única con posibilidades de cambio online hasta una hora antes de la consulta. «Los quirófanos son gestionados online con un tiempo máximo de tres semanas de espera. Estamos atentos en el postoperatorio del paciente en los primeros días y hacemos un seguimiento telefónico para verificar que su estado es el adecuado», subraya Joel Joshi Otero.

A esto se suma , según comenta, que la persona intervenida le tiene a su disposición por vía telefónica y correo electrónico para que no se sienta «desamparado» en ningún momento. «Muchas veces los médicos nos olvidamos de pequeños detalles que para nosotros son normales y esperables, como un pequeño edema o sangrado, pero que pueden alarmar mucho al paciente». En poco menos de dos años que llevan en la provincia burgalesa han tenido «una aceptación muy amplia y sólida», destaca.

El cirujano maxilofacial intenta mantener un equilibrio entre su vida personal y profesional. Su momento preferido del día es el desayuno con su hija Noa antes de ir al gimnasio. Compagina su actividad profesional en el Hospital Recoletas Burgos con colaboraciones puntuales en centros de Madrid. Además, a lo largo de la semana reserva unas horas para realizar videoconsultas, una herramienta «muy útil» para aclarar dudas en pacientes que se encuentran fuera de Madrid o Burgos, incluso fuera de España. «Suelo hacer en casa las simulaciones de los procedimientos y me divierte mucho el diseño y la planificación 3D de tratamientos», reconoce.

En su opinión, Castilla y León tiene «un potencial infinito» respecto a la investigación y la innovación. Y lo tiene, tal y como puntualiza, por los «excelentes profesionales» que trabajan cada día para que se visualice la importancia del apoyo y recursos para la I+D+i.

Para Joshi Otero, se deberían facilitar herramientas a los jóvenes que les permitan afrontar la realidad que les ha tocado vivir. «Necesitan ser estimulados para convertir los momentos de crisis en oportunidad y reorientar su futuro desde un punto de vista menos tradicional», sostiene.

Cuenta que ha tenido la oportunidad de trabajar en sistemas públicos, privados y mixtos. «La sanidad pública está repleta de profesionales punteros que se dejan la piel día a día para mejorar la atención al paciente. La sanidad española es una de las mejores del mundo, pero quien la vive desde dentro sabe que en muchas ocasiones el impulso para su desarrollo depende de profesionales que con gran vocación realizan importantes esfuerzos económicos y personales en el desarrollo de la investigación».

El mejor cirujano maxilofacial de España asegura que la visibilidad de los profesionales se ha democratizado en estos últimos años con las redes e internet. «Ya no hace falta trabajar en un hospital con un servicio grande y con muchos recursos para darse a conocer y exponer resultados y proyectos ante la sociedad», resalta para, a continuación, indicar que un adolescente con un móvil puede llegar a más personas que un equipo de marketing de una empresa multinacional. «La información está accesible para todos. Algunos de nuestros pacientes viven fuera de España. Es una alegría ver que te escuchan fuera de nuestras fronteras. La sociedad te evalúa de forma continua y busca diferenciación, innovación y resultados», zanja.