Cerrar

Amiga de las funciones cerebrales

Es la primera mujer que preside la Asociación de Psiquiatría de Castilla y León / Trabaja para evaluar el estado de salud física y del riesgo cardiovascular de los pacientes con trastornos mentales graves que pasan por el Hospital del Bierzo.

Yolanda Zapico, jefa de servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital del Bierzo.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

Creado:

Actualizado:

Yolanda Zapico nunca pensó que sanaría las heridas del cerebro. De hecho, durante un tiempo soñó con los fósiles y la ingeniería. Por su cabeza también pasó convertirse en matemática. La «buena huella» de su profesor de EGB la caló tan hondo que los números fueron su prioridad. En el Instituto Gil y Carrasco de Ponferrada la medicina apareció por primera vez en su vida. No fue una aparición pasajera. Ni mucho menos. Pero tampoco una vocación desde la más tierna infancia o una decisión que siguiera la estela familiar. Enfundarse en bata blanca era su sueño. Como también lo era hacerlo en la Universidad de Salamanca.

La berciana luchó por los dos y, tras mucho trabajo y esfuerzo, los alcanzó. En el segundo curso de la licenciatura se enamoró del cerebro. Podría haberse convertido en neuróloga, sin embargo, lo que llamaba, y llama, mucho su atención son las funciones cerebrales. Ella cada día trabaja para entender el pensamiento, los sentimientos y todas las enfermedades que se inmiscuyen en el ordenador de abordo del cuerpo humano. «Cuando me presenté al mir, lo hice convencida de que, si mi nota no me da la opción de poder realizar la formación en Psiquiatría, esperaría un año más para volver a intentarlo», recuerda. No hizo falta. La suerte y el talento la acompañaron y pudo elegir una plaza en los servicios de Salud Mental del Principado de Asturias. Completó su formación mir con una rotación externa en el programa de Interconsulta y Psiquiatría de Enlace del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Durante los cuatro años que duró su formación como médico especialista, fue consciente de las ventajas de las asociaciones científicas y profesionales dentro de su profesión. En el cuarto año y respaldada por un grupo de compañeros, puso en marcha el germen asociativo de los mir de Psiquiatría, fundando una de las primeras asociaciones de mires de España, incluso contó con una publicación propia que se llamó Nueva Psiquiatría.

En 2008, cuando quedó vacante la jefatura de servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital del Bierzo, se presentó. No era la persona más antigua ni la heredera natural del puesto. Sus méritos y un proyecto técnico de gestión de más calidad abrieron todas las puertas. Un éxito más en su carrera. Se convirtió en la responsable más joven de Castilla y León y la única mujer de los nueve jefes de servicio de la Comunidad. «Eso todavía sigue siendo así», lamenta Zapico, a la vez que añade que la medicina está claramente feminizada, tanto en las facultades como en el ejercicio de la profesión, pero esta circunstancia no se traduce en puestos de responsabilidad que siguen estando ocupados mayoritariamente por varones.

En 2010 se presentó un proyecto de investigación para pacientes con trastorno mental grave. El objetivo del estudio fue evaluar el estado de salud física y especialmente del riesgo cardiovascular de los pacientes que atienden en sus consultas. «Los resultados nos han enseñado que nuestros pacientes son mucho más vulnerables que el resto de la población a padecer enfermedades cardiovasculares y que, al mismo tiempo, también eran personas mucho más desatendidas por los distintos niveles asistenciales».

En la actualidad sigue en marcha en el área y ha derivado en otros trabajos relacionados que han cambiado la forma de trabajar en la clínica y de evaluar y tratar al paciente, integrando herramientas diagnósticas y recomendaciones médicas dirigidas a la salud física en la consulta del psiquiatría.

La berciana tiene en su currículo haber sido la directora de la Unidad de Gestión Clínica de Psiquiatría y Salud Mental. En su opinión, ha sido una de las iniciativas «más ilusionantes» de su carrera a pesar de que se ha tenido que desmantelar por sentencia judicial. «Ha aportado un plus de calidad y de madurez como organización del que carecen otros servicios de Psiquiatría posiblemente con muchos más recursos», indica.

Zapico es también presidenta de la Asociación Castellano y Leonesa de Psiquiatría. Entre otros retos, dice que desde su cargo quiere fomentar la cultura de la asociación científica dentro de las nuevas generaciones de psiquiatras. En su opinión, las sociedades científicas son un elemento básico dentro de las profesiones médicas que han de funcionar como garantes de la difusión del conocimiento basado en la experiencia científica, así como servir de guía para que los médicos homogeneicen su práctica clínica en base a ese conocimiento. «Esto si cabe tiene más significado en mi especialidad, donde desgraciadamente se ha dado y se sigue dando cabida a opiniones sin contrastar y ocurrencias pseudocientíficas, sin ninguna base formal en el método científico».

Desde finales de 2018 y a lo largo de este año, están revisando las normas, protocolos y actuaciones generales de algunos de los dispositivos como la Unidad de Hospitalización de Psiquiatría. Para Zapico, esta planta conlleva «un gran estigma» tanto para el paciente que ingresa como para el familiar del mismo o incluso los propios trabajadores. Lo que quieren hacer con este plan es realizar abordajes integrales del paciente que tengan en cuenta las dimensiones biológica, psicológica y social del mismo, pero también sus valores y preferencias como persona, teniendo en cuenta tanto los procedimientos científicos como la opinión de los propios usuarios. En esta línea, insiste en que se pretende generar un servicio de más calidad, pero también con más dignidad y más amigable para el paciente. Algunas de las actuaciones relacionadas con este proceso consisten en el desarrollo de distintas actividades no farmacológicas en la unidad, un manejo más abierto de la información y una mayor apertura de la propia unidad.

La jefa de servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital del Bierzo asegura que existe «una gran desigualdad» por provincias y centros en la capacidad de investigación e innovación, no tanto por falta de personas válidas e innovadoras, sino por una dificultad de acceso a recursos, una menor inversión en el área de investigación y la dificultad de vinculación a universidades y fundaciones de investigación. A esto se suma, agrega la berciana, la escasez de desarrollo de investigación colaborativa de distintos centros en igualdad de condiciones. Prueba de ello es que Castilla y León no cuenta con ningún centro o servicio dedicado a investigación dentro de los Centros de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental. En la actualidad, sólo dos psiquiatras de la región forman parte de este tipo de equipos.

Para Yolanda Zapico, la sociedad no premia la innovación y el talento en la ciencia, incluida la medicina. «Un número significativo de castellanos y leoneses conocen los méritos y logros del equipo de fútbol más cercano y desconocen por completo las líneas de mejora que se están llevando a cabo en su hospital de referencia. Una medida de madurez de las sociedades son sus ídolos, y mientras seamos capaces de recitar sin esfuerzo el nombre de al menos 10 equipos de fútbol de segunda división o de 10 participantes de programas del corazón y no sepamos ni de qué nacionalidad es el último premio Nobel de Medicina, no nos podremos considerar una sociedad madura», expone la psiquiatra, quien afirma que parte de la responsabilidad de que esto sea así la tienen las instituciones.

Cargando contenidos...