El ahorro está en el móvil

Actuar dentro de las paredes domésticas tiene premio. La mayoría de las viviendas derrocha energía, lo que implica gastar más y contaminar más. Dar la vuelta al proceso es difícil y costoso, pero si cada familia pone su granito de arena, la montaña será cada vez más grande y adaptada a los nuevos tiempos. Operaciones como mantener el hogar a una temperatura adecuada, instalar termostatos, utilizar bombillas de bajo consumo o poner la lavadora por la noche son pequeños gestos que ayudan al medio ambiente y permiten ahorrar unos cuantos euros.

Los hogares más antiguos no tienen conciencia verde. En ocasiones, cuentan con una mala distribución de los elementos, lo que hace que se desperdicie agua, energía, gas y luz a todas horas. Hay casas que hasta 10 minutos tarda en calentarse el agua de la ducha. No es su única deficiencia. El calor se escapa por cualquier rendija. Y así un largo etcétera que hace temblar los bolsillos a final de mes, sin embargo, aún deja una huella más preocupante en el planeta. Grietas que poco a poco se van haciendo más grandes e insalvables por las acciones inadecuadas del hombre. Algunas tan sencillas como cerrar el grifo durante los tiempos muertos del baño, del afeitado o del cepillado de dientes.

Ahora bien, pararlo es complicado y sencillo a la vez. Por este doble motivo, un grupo de estudiantes del máster en Ingeniería Minera y de Recursos Energéticos de la Universidad de León (ULE) propone una aplicación móvil que persigue ayudar a los usuarios que busquen alcanzar una mayor eficiencia y ahorro energético en el día a día. Su uso será sencillo, además ofrecerá una guía de consejos prácticos y reales para lograrlo. Por ejemplo, sistemas para reducir el consumo en iluminación con tecnología LED.

Pero ahí no se quedarán sus bondades. Si las familias siguen al pie de la letra las directrices propuestas, obtendrán descuentos y ayudas para poder comprar sistemas que abogan por el ahorro energético y poder implantarlos en la vivienda, negocio o empresa. «La aplicación busca promover el ahorro pero de una forma sencilla para el usuario, sin que tenga que tener conocimientos técnicos avanzados y siempre adaptándose a su tipo de uso», resume David Borge, profesor e investigador de la ULE y coordinador del equipo.

Efficerey –así se llama– es un gestor energético personal, que compatibilizará los logros de los usuarios en ahorro energético y económico y un programa de puntos que beneficiará a la causa. En su opinión, es totalmente innovador, ya que ofrece un enfoque que no se había utilizado hasta ahora, al brindar de forma conjunta un sistema de asesoramiento y un sistema de recompensas, logrando poner encima de la mesa «una solución integral» para saber qué hacer para ahorrar energía, te muestra pautas y guías y te premia si consigues los resultados fijados, apunta.

La tecnología se basa en el uso de una aplicación móvil que cualquier persona podrá instalar en su teléfono. Por tanto, el acceso es universal y se puede integrar en la rutina de manera sencilla. «No requiere de nada más que un simple móvil con capacidad de descargar aplicaciones, algo que ya está muy extendido», asegura el profesor de la Universidad de León, antes de exponer muy orgulloso que obtuvieron el segundo premio del concurso EDPR University Challenge 2018, celebrado hace unos días. En esta edición, participaron 224 universitarios españoles que presentaron más de 60 proyectos.

Respecto a las ventajas, afirma que promueve el ahorro energético de forma sencilla y sin que se requiera ninguna otra inversión, equipamiento o tener conocimientos en la materia. Simplemente, introduciendo el tipo de instalación que tienes –vivienda, electrodomésticos, equipos de iluminación, etc.–, la app se encarga de ofrecer consumos personalizados teniendo en cuenta, además, tus horarios de uso, tu tarifa y el ritmo de tu vida. «El ahorro depende mucho del tipo de aplicación pero por ejemplo, con el simple hecho de instalar iluminación LED frente a un sistema convencional, oscilará entre un 40% y un 70%», apostilla David Borge.

La idea surgió, tal y como cuenta, valorando qué opciones se podrían ofrecer a un consumidor de energía medio que no tenga conocimientos técnicos de esta materia. A esto se une la motivación desde un punto de vista social pero también económico. Así, este equipo leonés decidió introducir descuentos en productos para el ahorro energético. De hecho, este maridaje les hace únicos.

En este sentido, expone que Efficerey es «pionero» porque en el mercado no existe ninguna solución que integre un sistema de recompensas y consejos de ahorro. Es verdad, reconoce el investigador de la ULE, que hay plataformas de asesoría de ahorro energético, pero no incorporan una vertiente de red social ni además permiten implantar soluciones reales, aconsejando a la persona y guiándola en el proceso.

El proyecto comenzó a diseñarse durante el pasado curso, y ahora, en función de la demanda y las posibilidades reales de financiación y del mercado potencial, se desarrollará un calendario definitivo para programar la aplicación y ponerla a disposición de las familias. «El plazo puede ser bastante breve, puesto que el desarrollo de aplicaciones móviles permite ofrecer un producto completo y funcional en poco tiempo», adelanta David Borge.

Los clientes potenciales son prácticamente ilimitados porque cualquier usuario que consuma gas o electricidad puede beneficiarse del sistema. En este momento, el primer paso, detalla, será definir cuál es el método más sencillo para implantar la solución, y con ello, tratar de desarrollarla de forma conjunta con alguna empresa energética que promueva su uso entre sus clientes. En paralelo, dice que se explorarán las vías para integrar los acuerdos de compra de equipos en la app. En el futuro se podría extender a otros ámbitos, como el transporte, fomentando del mismo modo el ahorro en el uso del vehículo y del transporte público, zanja.