BIOCROSS
La prueba que pone nombre a los olvidos
La empresa biotecnológica desarrolla nuevos métodos para el diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas a través del análisis de muestras de sangre / La «solución integral» se puede aplicar a cualquier etapa del alzhéimer
Predicen si la memoria terminará en alzhéimer. Es verdad que la enfermedad no se puede curar, pero sí retrasar sus consecuencias. Comer sano, ejercitar el cuerpo y la mente, tener una vida social activa y no fumar. Cuatro acompañantes antes de los 65 años, la edad en la que se suele manifestar la degeneración. Aún así 800.000 españoles son diagnosticados todos los años. Para mejorar el camino y aportar la mayor información posible aparece Biocross, una empresa biotecnológica establecida en 2005 como spin-off del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con el objetivo de desarrollar nuevos métodos para el diagnóstico de dolencias neurodegenerativas a través del análisis de muestras de sangre.
«Nuestra misión está centrada en la Enfermedad de Alzheimer, en la que hemos desarrollado un test para identificar a las personas en riesgo de padecerla y otro para la confirmación diagnóstica en pacientes en los que exista una sospecha clínica», manifiesta Sergio Veiga, director de I+D de la compañía para, a continuación, apuntar que están inmersos en la creación de otro test que permita identificar de manera temprana la aparición de un proceso neurodegerativo, ya sea por alzhéimer o por otra patología como el párkinson o la demencia frontotemporal –afecta a los lóbulos frontal y temporal del cerebro, las áreas en general asociadas con la personalidad, el comportamiento y el lenguaje–.
En la actualidad los biomarcadores usados en la investigación del alzhéimer se basan en el análisis de biomarcadores presentes en el líquido cefalorraquídeo o en el cerebro, y para ello son necesarias técnicas invasivas como la punción lumbar o muy costosas como la tomografía por emisión de positrones (PET). En cambio, los métodos de esta empresa, situada en la Incubadora de Empresas Biotecnológicas de Castilla y León, se basan en el análisis de muestras de sangre, lo que permite el estudio de biomarcadores específicos de la enfermedad con un bajo coste y de manera mínimamente invasiva, puntualiza. Además, sostiene que los tests están basados en tecnologías usadas en el entorno clínico y hospitalario, lo que facilita su futura implementación en la rutina clínica de los neurólogos.
El equipo de Biocross está compuesto por profesionales de mucha experiencia en la investigación biotecnológica, particularmente en el campo de la industria farmacéutica y las enfermedades que afectan al sistema nervioso. A esto se une una red de colaboradores compuesta por líderes internacionales en el campo del diagnóstico de la Enfermedad de Alzheimer, incluyendo a expertos científicos y neurólogos reconocidos a nivel mundial y a compañías especializadas.
Cuenta con dos proyectos. Uno de ellos es ApoE4 bma, un método no genético que determina el riesgo de padecer alzhéimer a través de la detección de la isoforma e4 de la apolipoproteína E en una muestra de sangre mediante un ensayo turbidimétrico. «ApoE4 es el factor de riesgo de padecer la Enfermedad de Alzheimer más importante después de la edad. Se ha estimado que el riesgo de sufrirla se multiplica por tres o hasta por 12 en función de si se tiene uno o dos alelos e4, respectivamente».
Esta herramienta se encuentra en sus fases finales de desarrollo. Se espera la obtención del marcado CE durante el último trimestre de este año y su comercialización durante los tres primeros meses de 2019.
La otra iniciativa que Biocross está desarrollando es AD Dementia test, una prueba multiparamétrica que combina la detección y cuantificación simultánea de hasta nueve metabolitos y proteínas en una muestra de plasma. Estas medidas, tal y como explica, se introducen en un algoritmo que permite confirmar el diagnóstico del alzhéimer en individuos con sospecha clínica y diferenciarlo de personas sanas o con demencia frontotemporal.
Este algoritmo se obtuvo tras el análisis de más de 350 muestras de sangre obtenidas en un ensayo clínico multicéntrico que implicó a tres países europeos diferentes. En la actualidad, se está diseñando un estudio clínico adicional para validar la herramienta en otra población independiente.
El director de I+D de Biocross avanza que su meta a largo plazo es contribuir a mejorar la calidad de vida del paciente con los productos en los que están inmersos. Así, sus planes de futuro para el ApoE4 bma se centran en la comercialización en Europa y su posterior salto a Estados Unidos, tras la aprobación por sus entidades regulatorias (FDA). También quieren validar el test de diagnóstico confirmatorio en otro ensayo clínico independiente.
Veiga recuerda que la empresa contó en sus inicios con ADE Capital Sodical (hoy Sodical Instituto Financiero) como inversor. El desembarco en la también llamada Bioincubadora supuso contar con unas instalaciones muy equipadas y con equipos muy punteros que favoreció el despegue de la investigación en Castilla y León, puesto que Biocross tiene su origen en Madrid, expone antes de aconsejar a todos los que tengan un proyecto en mente llevarlo a cabo. «Al final todo se logra con esfuerzo y trabajo duro pero hay que intentarlo siempre», concluye.