Diario de Valladolid

PERSONAJES ÚNICOS / NATALIA NÚÑEZ

Terapeuta de las cicatrices invisibles

Esta psicóloga vallisoletana trabaja en la estimulación transcraneal de corriente continua en pacientes con migraña / Un trabajo pionero que le ha valido la beca Doctor Albert de Neurociencia del IENSA, la más importante de las que se conceden en España en este campo.

La psicóloga vallisoletana Natalia Núñez con una paciente. EL MUNDO-EL MUNDO

La psicóloga vallisoletana Natalia Núñez con una paciente. EL MUNDO-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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No pone nombres al dolor. El drama se afronta con ayuda y una sola medicina: la verdad. Busca emociones para evitar problemas posteriores. Un bastón activo que se sumerge en la mente y cura las cicatrices invisibles. Natalia Núñez es psicóloga. No recuerda haber querido ser otra cosa. «Cuando era pequeña soñaba con ser policía, pero eso no cuenta», bromea. Siempre ha sido muy observadora y curiosa. Además de vocación, considera que tiene aptitudes para ello. Y es que en su día a día persigue el porqué de los comportamientos.

En el momento de hacer la prescripción para la universidad, sólo rellenó dos opciones: Psicología y Periodismo. La selectividad le jugó una mala pasada y no le dio la nota para hacer su sueño realidad. No se rindió. Todo lo contrario. Optó por estudiar a distancia. «Fue muy duro», reconoce esta vallisoletana que con nueve años abandonó su ciudad natal para trasladarse con su familia a Gerona. Todos los días se levantaba como si tuviera clase, comía y por la tarde seguía. Leía sobre antropología y estudiaba biología y estadística matemática. Sacó curso por año. A la hora de cursar las prácticas decidió hacerlas a través de la Universidad de Gerona. La burocracia se volvió a cruzar en su camino y tuvo que volver a primero de carrera para aprobar algunas asignaturas. Se graduó en 2004. Más tarde, hizo un posgrado de peritaciones psicológicas en la Universidad Autónoma de Barcelona. En 2005 por motivos personales se mudó a Toledo.

Núñez comenzó a trabajar en el juzgado de Ciudad Real como responsable de la Oficina de Atención a la Víctima de Delitos Violentos. Tiempo después, ‘cambió de bando’ y se convirtió en la responsable del programa Vitrubio en Toledo. Una iniciativa que, tal y como explica, trabajaba de forma coordinada con instituciones penitenciarias y con el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha. Después, se instaló en el Hospital Nacional de Parapléjicos durante cinco años.

Esta psicóloga trabaja en la estimulación transcraneal de corriente continua en pacientes con migraña. Un estudio pionero que le ha valido la beca Doctor Albert de Neurociencia del Instituto de Especialidades Neurológicas (IENSA), la más importante de las que se conceden en España en este campo. Aborda esta dolencia, que sufre un 13% de la población, la mayoría entre los 20 y 50 años, en el entorno del síndrome de sensibilidad central.

Apunta que la migraña es la causante de cada vez más casos de absentismo laboral, lo que produce gastos sanitarios. «Esto es debido a que el trastorno se caracteriza por la ocurrencia de episodios de ataques, llegando algunos pacientes a desarrollar una situación de sufrir hasta 15 por mes. En este estado es cuando se habla de migraña crónica», puntualiza. Cuando se dan estas condiciones, comenta, no sólo están asociados unos ataques más frecuentes sino también cambios en las redes neuronales relacionados con el dolor que incrementan la sensibilidad a estímulos nocivos y a algunos estímulos no nocivos. «La comorbilidad de las cefaleas, en especial de la migraña, con otros procesos encuadrados dentro de los síndromes de sensibilidad central es muy alta, por ejemplo, con el síndrome de fatiga crónica, con el síndrome de intestino irritable o con el síndrome químico múltiple».

Para Ñúñez, todos los procesos tienen relación, lo que podría explicarse por la teoría de la sensibilidad central, común a todos ellos. De hecho, la vallisoletana se apoya en numerosos estudios que han demostrado que el desarrollo y perpetuación del trastorno de la migraña tiene una base neural similar en su patofisiología a la de los trastornos del dolor. «Estos estudios demuestran anormalidades morfológicas y funcionales en regiones involucradas en el proceso del dolor central, como la vía somatosensorial del trigémino, la corteza somatosensorial primaria y la corteza cingulada anterior», añade.

También está trabajando en un proyecto de investigación con la investigadora Paloma Álvarez de Toledo del Instituto de Biomedicina de Sevilla y con el neuropediatra Marcos Madruga, para el abordaje del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad mediante estimulación transcraneal con corriente directa. Después de verano la psicóloga espera iniciar una investigación básica sobre migraña en animales. Además, ya está recopilando datos sobre pacientes con fatiga neurocognitiva y una serie de marcadores para analizar si existe alguna relación entre ellos. Otra idea que espera que no se quede en el cajón es desarrollar un protocolo específico para el insomnio. Para esta última iniciativa contará con la ayuda de los doctores Blanco y Cáceres.

Preguntada por la situación de la investigación y la innovación e España, expone que 2011 fue «un año fatídico» donde miles de becas posdoctorales con fondos públicos fueron «aniquiladas» al igual que contratos de personal investigador asociados a proyectos. Lo sufrió en carne propia. «Se invierte dinero en formación de personas que tuvieron que irse fuera de España a diferentes países de la Unión Europea o incluso fuera de ella. Eso es irrecuperable porque muchos no han vuelto», denuncia la vallisoletana para, a continuación, añadir que la sociedad y, sobre todo, los gestores de los fondos tienen que darse cuenta de que la innovación es «el motor del progreso» y ésta se realiza con medios y oportunidades.

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