Diario de Valladolid

ZAMORA

Al servicio de la sed del pistacho

Un proyecto desarrolla un gestor inteligente capaz de decidir el riego en función de la demanda del cultivo y la oferta de agua del terreno teniendo en cuenta las previsiones climáticas.

Roberto Carazo, CEO de Ideas TX Ingeniería (a la derecha), en las instalaciones de la empresa en Zamora.-JOSÉ LUIS CABRERO

Roberto Carazo, CEO de Ideas TX Ingeniería (a la derecha), en las instalaciones de la empresa en Zamora.-JOSÉ LUIS CABRERO

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Jose Luis Cabrero

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El cultivo del pistacho es todavía minoritario en Castilla y León, pero su producción ha aumentado de manera significativa en los últimos años debido a su alta rentabilidad. Se trata de un cultivo que tradicionalmente produce en secano, pero el riego permite aumentar la producción y las zonas potenciales de cultivo.

En la cuenca hidrográfica del Duero, aunque las necesidades teóricas de agua están alrededor de los 1600 metros cúbicos por hectárea y año, las concesiones que otorga Confederación Hidrográfica del Duero para nuevos sondeos son de 900 metros cúbicos por hectárea y año, de ahí la importancia de un proyecto que está trabajando en el desarrollo de un gestor inteligente de riego por goteo aplicado de forma específica al cultivo del pistacho, buscando, además, una agricultura sostenible.

El proyecto se denomina Girgopi y está siendo desarrollado por las empresas Ideas Tx Ingeniería y Newener, de Toro (Zamora), el Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (Burgos) y el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca, perteneciente al CSIC.

El proyecto, explica Roberto Carazo, CEO de Ideas TX Ingeniería «surge de la necesidad de conseguir una agricultura sostenible donde la aportación de agua se controle en función de las necesidades de la planta y la energía necesaria se realice con aporte de energías renovables». Por eso, añade, el proyecto Girgopi «pretende desarrollar un sistema de control novedoso en el mercado, que garantice un riego controlado en función de una serie de parámetros que permitan reducir el consumo de agua aprovechando al máximo este recurso escaso, disminuir los costes de producción de los pistachos al controlar su riego e implantar sistemas de energías renovables para el bombeo e impulsión del agua».

Los principales avances del desarrollo Girgopi, señala, se basan en la aplicación de técnicas de predicción de demanda de agua mediante un modelo dinámico que trataría de caracterizar el comportamiento de las plantas en diferentes ubicaciones y calidades de terrenos y teniendo en cuenta la previsión climática.

El sistema Girgopi desarrolla, por una parte, modelos matemáticos teóricos que determinan la demanda real de agua del cultivo en un momento determinado y en función de su desarrollo y, por otra, modelos que establecen la oferta real de agua en el terreno, también en una situación puntual. El proyecto baraja, al mismo tiempo, un tercer modelo matemático que tiene en cuenta las previsiones meteorológicas.

Teniendo en cuenta estas variables, el gestor, con una cierta inteligencia artificial, será capaz de telemandar el sistema de riego y dar la orden de regar o no hacerlo. La herramienta enviará al usuario la decisión y será él quien tenga que validar la orden a través del teléfono móvil.

Roberto Carazo señala que, según se vaya repitiendo la secuencia de pregunta-respuesta entre la herramienta y el usuario, el sistema irá adquiriendo «su propia inteligencia» y decidirá por si mismo si debe o no activar la estructura de riego. «Llegará un momento en que no será necesaria la intervención del usuario para establecer periodos de riego, sino que será el sistema quien lo decida de manera autónoma, teniendo en cuenta las respuestas iterativas que se han ido produciendo».

Esta parte del proyecto se basa en un big data que va tomando datos de diferentes parámetros del suelo, de la planta y las previsiones meteorológicas. Esos datos se van almacenando en un servidor y el sistema, con un desarrollo previo de algoritmos matemáticos, va articulando respuestas antes las distintas situaciones que se le presentan.

Además, el proyecto de investigación y desarrollo contempla también la gestión del sistema energético para poner en marcha el riego. Estará formado por un sistema de poligeneración de renovables (solar, fotovoltaica y mini eólica), de manera que decidirá cuál es la mejor energía disponible en cada momento, algo especialmente útil, consideran los promotores, teniendo en cuenta que las plantación estarán en lugares donde, en ocasiones, no llegan la red convencional de energía.

Los ensayos se llevarán a cabo en una parcela de una hectárea de terreno cultivada con pistacho en el entorno de Toro (Zamora). Para ello, los promotores del sistema cuentan con la colaboración de Naturduero, sociedad cooperativa creada recientemente e integrada por cultivadores de pistacho, y de las organizaciones agrarias de Castilla y León.

Para aplicar este sistema se están teniendo en cuenta las características de las parcelas de cultivo del pistacho, tanto a la hora del desarrollo teórico como de la realización del prototipo y la validación. Sin embargo, señala Roberto Carazo, el desarrollo del proyecto posteriormente podría hacerse a nivel de una comunidad de regantes. De hecho, añade, ya existen comunidades interesadas en aplicar este tipo de sistemas en conjuntos de parcelas.

El proyecto es extrapolable a nivel mundial ya que, en definitiva, lo que plantea es un aprovechamiento máximo del agua, un recurso escaso en muchas partes del planeta y que en los últimos años ha tenido restricciones incluso en lugares donde nunca se habían vivido.

No se cierra tampoco la puerta a que el sistema pueda abrirse a nuevos cultivos, aunque en este caso reconocen que cada producto tiene sus peculiaridades que harían variar el modelo y sería necesario ajustarse a las necesidades reales de cada cultivo en un momento y en un terreno determinado.

La investigación y el desarrollo y la validación del prototipo deberían estar concluidos a finales del año 2020.

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