El dique cibernético

Internet se ha adueñado de las relaciones personales y los padres no deben dejar a los niños huérfanos. A veces, se olvidan de que entre sus hijos y los riesgos no hay un dique que les proteja. Para enseñar a los más pequeños de la casa a pilotar este vehículo con seguridad es necesario abordar la cuestión de forma multidisciplinar. Los progenitores tienen que afrontar una era en la que ya nacen con un smartphone bajo el brazo. Por este motivo, los guardianes del ciberespacio tienen que estar sí o sí al pie del cañón. Uno de estos ángeles es Internet Segura for Kids.

Este centro de seguridad en Internet para menores, impulsado por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, a través de la Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y Agenda Digital y del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), busca tutelar a los niños, adolescentes y sus comunidades de referencia: padres, educadores y profesionales que trabajan con los menores en Internet.

La plataforma cuenta con tres servicios: sensibilización, ayuda y denuncia. En el primero de ellos forman sobre los usos seguros. La prestación de ayuda trata de asesorar y dar pautas sobre cómo hacer frente a los peligros de la red. Además, contribuye a reducir la disponibilidad del contenido criminal. En este punto, comenta Cristina Gutiérrez, técnico que coordina la línea de ayuda de Internet Segura for Kids, colaboran con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Pone como ejemplo el desarrollo de herramientas técnicas que facilitan la investigación sobre contenidos perjudiciales e ilegales.

Recalca que su labor principal es concienciar a la población. A lo largo de 2017 Incibe ha formado a más de 17.000 alumnos y educadores en más de 500 talleres impartidos. A esto ha unido el programa Cibercooperantes, a través del cual han llevado a cabo 700 charlas, a las que han acudido unas 32.500 personas. También da formación específica a colectivos de referencia, responsables de formulación de políticas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, jueces y fiscales, profesionales de la salud...

A través del portal www.is4k.es tienen desde cursos para el entorno familiar y educativo hasta guías y documentos que sirven para aplicar la mediación parental, pasando por unidades didácticas, juegos educativos y entretenimientos en línea para aprender jugando sobre ciberseguridad.

Uno de los servicios más destacados es la línea de ayuda telefónica –900 116 117–, que desde su puesta en marcha el pasado mes de septiembre ha recibido más de 1.000 consultas, el 95% procedentes de adultos y el 70% de madres, apunta Gutiérrez, antes de añadir que es gratuito, confidencial y está respaldado por un equipo multidisciplinar compuesto por psicólogos, expertos en seguridad de las tecnologías y asesores legales. Su horario es de lunes a viernes de 10:00 a 20:00 horas y los sábados por la mañana. Al respecto, subraya que a partir de la segunda mitad del año el horario se ampliará.

Las temáticas principales de consulta son el uso excesivo, la mediación parental y la utilización adecuada de las nuevas tecnologías. En este sentido, manifiesta que si los riesgos están ligados al entorno del hogar, las consultas versan sobre pautas para hacer una supervisión y un acompañamiento de sus pequeños en temas de ciberacoso, comunidades peligrosas... y también por cuestiones de protección, privacidad y geolocalización. Los adolescentes llaman pero en su caso es para pedir consejo para sí mismos.

Cristina Gutiérrez expone que los peligros en Internet se resumen en tres grandes grupos: privacidad de datos, contenidos y relaciones. En el primer apartado sostiene que los riesgos girar alrededor de cómo los más pequeños de la casa se muestran en la red: privacidad, identidad digital y reputación online. En segundo término son claves los contenidos a los que tienen acceso. «Muchos son inapropiados para su edad, perjudiciales porque son violentos o relacionados con cuestiones ligadas a su imagen, por ejemplo, las comunidades que fomentan la anorexia, la bulimia, la pornografía...», expresa la técnico que coordina la línea de ayuda de Internet Segura for Kids para, a continuación, añadir que los virus y la publicidad también están dentro de este grupo. «Los menores son más proclives a creerse contenidos falsos y difundirlos».

Los contactos inapropiados y los comportamientos son cuestiones que hay que tener en cuenta. Gutiérrez explica que dentro de este apartado se encuentra el ciberacoso y el grooming, un nuevo tipo de problema relativo a la seguridad de los menores en Internet, consistente en el acoso de un adulto a un menor a través de la red. «Lo que hace el adulto es hacerse pasar por un menor para entablar relación con él a través de una red social. Tunea el perfil para parecer joven y comparte gustos e intereses con el adolescente. Se gana la confianza hasta que consigue imágenes o algún vídeo. Una vez que lo tiene, el acosador tiene las puertas abiertas para el chantaje», destaca.

El centro de seguridad forma parte de las redes europeas INSAFE e INHOPE, en el marco de la Estrategia Europea para una Internet mejor para los menores (BIK), y esperan que se amplíe a nivel internacional. Para ello, hacen concienciación, formación y eventos de envergadura al cabo del año. Uno de ellos es el Día Internacional de la Internet Segura. Y también el Cybercamp, una cita que se organiza a nivel nacional con el objetivo de identificar, atraer, gestionar y en definitiva, ayudar a la generación de talento en ciberseguridad que sea trasladable al sector privado, en sintonía con sus demandas. En 2017 contó con más de 24.000 seguidores que fueron partícipes de más de 50 charlas y talleres técnicos.