Diario de Valladolid

SALAMANCA

Gestos para charlar con los más pequeños

Una emprendedora desarrolla una plataforma web dedicada a la enseñanza de otra forma de comunicación con los bebés.

-ENRIQUE CARRASCAL

-ENRIQUE CARRASCAL

Publicado por
Estibaliz Lera

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Bosteza y se frota los ojos, mueve de forma frenética las piernas, se chupa las manos, se retuerce y arquea la espalda, abre y cierra los ojos con brusquedad. Los bebés emiten múltiples señales para comunicarse con su entorno antes de hablar. Muecas de gran ayuda para los padres porque a través de esas manifestaciones el pequeño expresa su estado de ánimo, sus necesidades o sus desajustes. Son movimientos fáciles de entender y evitan episodios de llanto o angustia innecesarios, si bien hay bebés con un carácter más movido que necesitan transmitir mucho más. No se conforman con expresar el dolor, el hambre o el sueño. Quieren más. Buscan mantener conversaciones con sus progenitores para entender también las razones de sus síes y noes.

¿Cómo? A través de la comunicación temprana gestual. Noelia Martín es instructora de este particular lenguaje. Una profesión que nació de la mano de su primer hijo, Adrián, un niño «muy intenso, que lloraba mucho, dormía cero y comía muy poco». Un día se puso a investigar cómo podía mejorar su relación con él. Fue entonces cuando descubrió que era posible entenderlo a través de los signos. En una noche se aprendió más de 100 y al mes su bebé ya hacía medio centenar. «Pasó de ser un crío que lloraba constantemente a no llorar nada». Perdió la cuenta una vez que el niño ya había aprendido 250.

Para ayudar a más mamás y papás que estaban en su misma situación se embarcó en Bebés y Signos, una plataforma web dedicada a la enseñanza de otra forma de comunicación con los bebés. Esto, cuenta, no es ninguna novedad. En Estados Unidos se conoce desde hace varias décadas y surgió porque los investigadores se dieron cuenta de que niños oyentes en familias sordas se podían comunicar desde los siete meses. Aunque su innovación no radica en el método, sí que lo hace en su forma de llegar a los demás.

A través de su página web ofrece cursos: básico, intermedio y avanzado, así como la posibilidad de diseñar formaciones personalizadas adaptadas a las necesidades del niño. Martín destaca que los pequeños están preparados para signar desde que se mantienen sentados y cogen objetos con sus manos. «Eso no quiere decir que no puedas empezar antes, aunque es verdad que no conozco a ninguno que lo haya hecho antes de los siete meses», asegura la salmantina, quien destaca que es un método que requiere paciencia y constancia. Además, dice que no es lo mismo que los dos progenitores le enseñen los gestos durante varias horas al día que las cuidadoras del centro infantil también lo hagan.

Esta emprendedora empezó formando a las familias pero comprendió que si a los pequeños solo les entendían en sus hogares, el nivel de frustración podría ser mucho mayor, así que decidió difundir el método en las guarderías. Ahora cuenta con más de 100 familias formadas y cuatro centros pioneros: Travesura, el Nido de Ana, la Escuela Elephas y Maragatines. Los dos primeros en su ciudad natal y el tercero y el cuarto en Sevilla y Astorga, respectivamente. Ahora estas escuelas, además de haber recibido una formación integral, se han convertido en embajadoras de la marca Bebés y Signos. A esta visión nacional se suma la internacional. En realidad, ya cuenta con personas de México, Los Ángeles, Sudamérica, Australia..., sin embargo, quiere llegar a más.

En este sentido, comenta que, además del propio lenguaje de signos, este método tiene gran potencial para enseñar otros idiomas. Lo ha comprobado con el inglés, pero también le ha sucedido con algunas familias de Cataluña y País Vasco. La facilidad para el aprendizaje de otras lenguas no es la única ventaja de la comunicación temprana gestual. Según su parecer, la principal es que fortalece mucho la relación con los progenitores porque se comunican mucho más. «Los niños tienen una inteligencia emocional brutal y la sociedad poco a poco se la va quitando y así es mucho más empático. Además, aprenden a diferenciar las emociones y su cuerpo», indica. Otro valor añadido es que mejora mucho la psicomotricidad en las manos y forma un «tándem perfecto» con el método Baby Led Weaning que propone eliminar las clásicas papillas para que los niños incorporen los alimentos sólidos en trozos que puedan tomar con sus manos.

Manifiesta que el lenguaje de signos es muy bueno para prematuros. Fortalece mucho la relación mano-ojo. Sus bondades no se quedan ahí. Aumenta el coeficiente intelectual. También aclara que no retrasa en habla. Todo lo contrario. Los pequeños quieren superarse e incluso conjugan verbos irregulares y manejan vocabulario que ni los adultos lo utilizan en su día a día. «Mi hijo me llegó a decir: ‘Mamá, has hecho la cama magníficamente’. Me quedé alucinada porque no sabía cómo había aprendido esa palabra», cuenta muy emocionada.

La plataforma web se completará con un cuento-guía. Una herramienta para el bebé en la que, por un lado, aparecen los dibujos de los signos y, por otro, un relato. Para las ilustraciones y el prólogo ha contado con dos talentos 10: Misspink, la artista que pone bonitos los hospitales, y Álvaro Bilbao, un neuropsicólogo muy mediático en España. En la actualidad buscan editorial y también una inversión de 15.000 euros para implementar Realidad Aumentada a los gestos. Su idea es que los papás y las mamás sitúen el móvil encima del dibujo del signo y aparezca un gif que reproduzca la mueca para que el niño pueda aprenderla con más facilidad.

Pero su mente no para de volar. A largo plazo la intención de Noelia Martín es crear un robot llamado BeSiBOT que pueda enseñar signos y canciones, así como, a través de la inteligencia artificial, detectar las necesidades de los pequeños para hacer más hincapié en ellas. «Queremos que pueda interactuar con el crío y saber en qué punto del aprendizaje está». También está elaborando el primer curso superior universitario de Comunicación Temprana Gestual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. De momento, van a ser cinco créditos y si todo va bien desarrollarán un máster oficial para formar a nivel curricular a los profesionales que trabajan con los más pequeños.

La salmantina quiere resultados. A las ventajas de los investigadores estadounidenses, ansía sumar las suyas. Por este motivo, va a entrar en la cátedra de Diversidad Educativa de la Rey Juan Carlos, donde va a profundizar en el estudio de todos los beneficios que tiene este método en los bebés. Un procedimiento que también se puede utilizar en niños con determinadas patologías. De hecho, colaboran con la Asociación de Enfermedades Raras y con las familias que tienen algún miembro con Atrofia Muscular Espinal, una enfermedad hereditaria que en ocasiones requiere la práctica de una traqueotomía que no permite hablar pero sí comunicarse con sus manos.

Signos que representan el objeto, la acción y la emoción que sirven, sobre todo, para que las familias se comuniquen con los niños hasta que empiezan a hablar, pero que se puede alargar en el tiempo porque el lenguaje corporal es algo innato a los más pequeños de la casa, incluso los adultos pueden utilizarlo para bajar el nivel auditivo, sentencia Martín para, a continuación, poner varios ejemplos de gestos. El lloro se representa con los dedos índices dibujando lágrimas por la cara, beber como si tuvieran un vaso de agua entre las manos, la motocicleta pisando el acelerador y la pelota como si el pequeño sujetara una.

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