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LEÓN

Tecnología que paga y cobra las transacciones financieras

Un leonés y un burgalés pilotan Ebury, una firma londinense que ofrece cambio de divisas a pymes / Dan cuentas bancarias en cerca de 100 monedas en 24 horas, mientras que los bancos tardan semanas.

El leonés Juan Lobato en las instalaciones de la empresa de cambio de divisas Ebury, fundada en Londres.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Son agitadores; han plantado cara a las entidades bancarias que desde siempre han movido el dinero por el mundo. Y lo han hecho con la tecnología como aliado. El leonés Juan Lobato y el burgalés Salvador García son los fundadores de Ebury, una compañía londinense especializada en ofrecer cambio de divisas a pequeñas y medianas empresas. Decidieron lanzar la firma en 2009 al ver que los bancos no daban un buen servicio cuando las pymes les pedían hacer operaciones en el extranjero.

A día de hoy son una de las empresas del sector fintech con mayor crecimiento en Europa. Están en 17 países y cada año doblan la plantilla. En la actualidad cuentan con 600 empleados pero, según planea Lobato, antes de finales de 2018 serán 1.200. Tras conquistar Europa –están presentes en todas las grandes ciudades–, van a dar el salto a Estados Unidos y Asia. De hecho, ya han abierto una oficina en Toronto, Canadá, a la que se sumarán otras siete. Hong Kong, Sydney y Tokio también se encuentran entre sus futuras colonizaciones. Tampoco descartan aterrizar en África.

Su éxito radica en una plataforma tecnológica que envía pagos y cobros internacionales de forma muy eficiente. «Está enganchada a todos los esquemas de pago que hay en el mundo», precisa antes de comentar que tienen más capacidades que los bancos. «El servicio que ofrecen las entidades es malo porque no cuentan con las herramientas necesarias. Lo que hacen es que si tienes que hacer un pago o un cobro pues conectan con un banco amigo e inician la operación», explica.

Los emprendedores castellanos y leoneses ofrecen cuentas bancarias en cerca de 100 monedas en 24 horas, e incluso, en real time, mientras que las entidades tardan alrededor de dos o tres semanas. Motivo por el cual Ebury suma cada mes 1.500 clientes nuevos. Sin embargo, su reto no se queda ahí: «La idea es doblar la cifra».

Lobato manifiesta que en Europa están conectados a la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA), un sistema al que sólo están enganchados tres bancos españoles. En España tienen 6.000 clientes y están distribuidos según el peso de la Comunidad, de su Producto Interior Bruto (PIB). «Es curioso porque en cada país en el que estamos hay una representación de la economía», expone.

Respecto a las ventajas, el leonés destaca que su compañía es «muy rápida y eficiente» por su cariz global. «Nuestra plataforma es como si montaras un banco con la tecnología que tienes disponible, si bien los bancos existentes tienen tecnología muy antigua que no les permite hacer este tipo de cosas. A lo mejor el Santander para clientes que facturan más de 2.000 millones de euros, pero para clientes medios no». De ahí, las oportunidades que tienen.

Reconoce que en Reino Unido encontraron un entorno más propicio del que habrían encontrado en España de haberse planteado constituir la compañía aquí. Además, los dos socios vivían en Londres. A la hora de elegir el nombre pensaron en la calle en la pergeñaron la idea y le preguntaron a la camarera si sonaba bien. Su contestación fue positiva y pusieron en pie este negocio.

Una oportunidad, tal y como reconoce Lobato, que se presenta una vez en la vida. El tren pasó y los castellanos y leoneses se subieron. El azar y la legislación también se combinaron: el nacimiento de Ebury como empresa coincidió con la liberalización de los servicios de pago en la Unión Europea. Hasta entonces, éste era un servicio que tan solo podían dar los bancos.

Cuenta con dos oficinas en España, una en Madrid y otra en Málaga. En esta última está el centro de procesos, en el que trabajan alrededor de 200 personas. Admite que eligieron la ciudad andaluza por su «buena conexión» con Londres.

La plantilla está formada por perfiles muy variados: economistas e informáticos. Los profesionales de las cuentas se encargan de seguir a los clientes, hablar con ellos y entender sus problemas. Por el contrario, los informáticos son los que montan todo el entramado tecnológico.

Aunque están muy unidos a su tierra, la abandonaron pronto. Lobato, que estudió Ingeniería y Económicas, tenía claro que quería trabajar fuera, así que buscó y encontró un empleo en Londres, si bien su intención final era emprender. Y lo hizo.

Es un emprendedor en serie. Ha montado tres empresas, aunque ahora casi todo su tiempo lo ocupa Ebury. También invierte en negocios pilotados por jóvenes talentos, a los que, además, los aconseja para que no repitan sus errores.

Uno de los hijos empresariales del leonés es beam.tv, una empresa dedicada a la digitalización de anuncios publicitarios. Otro Basekit, una plataforma que ofrece tecnología a firmas que gestionan contenidos de internet. Su saber hacer lo utilizan Telefónica y Amazon, entre otras.

Su consejo para las personas que quieran hacer su sueño realidad es «perseverancia». No obstante, considera que en España «se limita» que los jóvenes emprenden. Según señala, es el país con menor índice de emprendimiento junto a Italia. «Hasta que no se potencie a las nuevas generaciones no se va a conseguir bajar la tasa de desempleo», indica y añade: «En mi empresa la edad media es de 27 años, yo tengo 45 y mi labor es que los más jóvenes crezcan».

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