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SALAMANCA

La vida de un volcán en el borde del cráter

Un investigador del departamento de Geología de la Usal viajará a la Antártida para estudiar el comportamiento del sistema volcánico de la isla Decepción.

Antonio Álvarez Valero, investigador de la Universidad de Salamanca, en el volcán japonés ZAO.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Son espectáculos de lavas, rocas y cenizas. Los volcanes son gigantes de la naturaleza que cambian el paisaje y la rutina de la gente que vive en sus faldas. Son fenómenos que derriten, incluso las piedras, y dejan imágenes hipnóticas. Por estos motivos, el principal interés de la sociedad es conocer dónde, cuándo y cómo será la próxima erupción volcánica. La isla Decepción es un «excelente laboratorio natural» para este propósito, ya que las características de un episodio de poscaldera son recientes y se conservan frescas para su estudio petrológico, el cual ofrece información fundamental sobre la génesis y evolución del colapso.

Antonio Álvarez Valero, profesor del departamento de Geología de la Universidad de Salamanca (Usal), viajará hasta la Antártida para avanzar en el conocimiento del comportamiento del sistema volcánico bajo la isla Decepción. Su meta es responder a dos cuestiones: ¿Cómo se forma y evoluciona un cuerpo magmático hacia un estilo particular de erupción y con qué tamaño? y ¿Existen trayectorias preferenciales de ascenso –y con qué frecuencia– para el material magmático?

Con el fin de entender y cuantificar los efectos de estas preguntas, manifiesta que las características particulares de cada proceso requieren ser identificadas. Sin embargo, señala que los intentos para hacerlo a través de las distintas disciplinas dan lugar a conclusiones y soluciones «aisladas y menos definitivas». Por lo tanto, «necesitamos combinar los estudios en detalle de petrología y geoquímica con los geofísicos disponibles de la zona». Como metodología novedosa adicional, el conjunto de datos obtenidos será a su vez integrado con los resultados de tareas de investigación propuestas en teledetección, apunta.

Pero el proyecto va más allá. Tal y como explica, será capaz no sólo de avanzar en la frontera del conocimiento en procesos volcánicos poscaldera, sino que además ofrecerá, mediante la concienciación de las personas que viven, trabajan y visitan islas con vulcanismo activo en general, y Decepción en particular, importantes beneficios relacionados con una reacción «más eficaz» contra una futura erupción. Y es que contribuir en el diseño de un modelo predictivo sería «clave» para salvar más vidas y minimizar el impacto de estos desastres naturales.

La tecnología de la propuesta se concentra en el Laboratorio de Isótopos Estables, el cual cuenta con un espectrómetro de masas de ultra-alto-vacío para análisis de relaciones isotópicas de gases nobles. «Es el único en España, al menos, en funcionamiento». Además, manifiesta que alberga otros siete espectrómetros de masas junto con diversos sistemas de preparación, y un nuevo sistema de resonancia láser, todos para el análisis de isótopos estables. «Con estos instrumentos estudiamos la evolución de los distintos gases que actúan en los procesos magmáticos en profundidad, desde el manto terrestre hasta la superficie», detalla Antonio Álvarez Valero.

El proyecto, que durará hasta diciembre de 2018, nació como extensión de lo que cada grupo participante en su parcela científica ha desarrollado en los últimos años. Los miembros de todos los equipos viajarán a la isla Decepción, un «escenario ideal» para investigar acerca de la formación, frecuencia y evolución del cuerpo del magma en profundidad hacia un tamaño y estilo eruptivo concreto. Lo es, argumenta el investigador de la Usal, porque ofrece un excelente estado de conservación sin alteración por parte del hombre y, además, con evidencias de episodios de vulcanismo activo (1967, 1969, 1970) posteriores al proceso de colapso de caldera.

El geólogo viajará a la Antártida del 15 de febrero al 15 de marzo y buscará información precisa del manto terrestre de donde procede el magma que les dio origen, esa roca fundida y fluida compuesta por una combinación de gases disueltos, fragmentos de roca y cristales. Y es que la meta de la propuesta llamada POSVOLDEC es proporcionar un modelo integrado y cuantitativo para integrar y predecir el comportamiento de los sistemas subvolcánicos y sus posibles peligros tanto en la isla Decepción como en otras regiones del planeta.

En la iniciativa participan distintos investigadores de perfiles diferentes pero complementarios. «Nosotros combinamos los estudios de petrología y geoquímica clásicos, con modelos termodinámicos y geoquímica isotópica de estables y gases nobles, geofísica, modelos numéricos, experimentación petrológica, remote sensing, entre otros. Además, para este caso, colaboramos con expertos en glaciología, sedimentología, estadística, etc.», sostiene.

De cara al futuro, comenta que el grupo de la Usal seguirá avanzando y perfeccionando estas líneas de investigación aplicadas a distintos volcanes activos del mundo (Japón, Islandia, Canarias...). En esta línea, afirma que competirán para conseguir más financiación que permita seguir adquiriendo las infraestructuras tecnológicas más novedosas de su campo. También seguirán en colaboración con grupos de investigación internacionales de alto nivel para seguir aprendiendo y progresando en las ideas.

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