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LEÓN

Un poli en el móvil para los drones

Una empresa berciana firma una solución que detecta, identifica y notifica operaciones realizadas por estos vehículos.

Miguel Viloria, fundador y socio administrador del Centro de Ciberseguridad de Drones.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Son los policías del cielo urbano. Su función es vigilar quién pasa a una hora por un determinado lugar. Son inspectores de las alturas que detectan, identifican y notifican operaciones realizadas con drones. Volar en un espacio urbano está prohibido según la actual legislación, aunque parece que va a revertir pronto por las presiones ejercidas por grandes multinacionales, que buscan utilizar estos pequeños vehículos no tripulados para repartir sus productos y así abaratar el coste del transporte. Sea como fuere, necesitan una especie de controlador como los que hay en los aeropuertos que vigile de cerca a estos aparatos.

El Centro de Ciberseguridad de Drones trabaja en Sidron, un sistema de identificación de drones que detecta y neutraliza operaciones que no cumplen con los requisitos de seguridad. Se trata, tal y como explica Miguel Viloria, fundador de la empresa berciana, de una aplicación gratuita desde la que cualquier usuario podrá conocer datos como el modelo, el número de serie, la distancia o la seguridad de los aviones no tripulados que se encuentren en su radio de acción, unos 2.000 metros.

El objetivo de la herramienta, manifiesta, es incidir en los problemas de seguridad, ya que en la actualidad es «inexistente». «Cualquier persona –continúa– puede comprarse un dron, introducirle material explosivo, y llevarle a una manifestación o a un campo de fútbol y hacerlo explotar». Precisamente, eso es lo que quiere controlar esta compañía de reciente creación que, además de con Viloria, cuenta con otros dos socios: Juan Peláez, investigador en ciberseguridad y profesor de la Universidad de León (ULE) y Manuel Pablo Cristóbal, que se encarga de la comunicación.

También han desarrollado otra aplicación destinada a los pilotos profesionales, con el que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) podrá controlar el uso de las autorizaciones concedidas. Con este dispositivo, señala, los encargados de la seguridad dispondrán de datos a tiempo real, como si fuera una torre de control clásica. «Hasta ahora tienen que creerse que el piloto va a hacer lo que ha dicho antes de iniciar la marcha».

La última aplicación será para que la usen «única y exclusivamente» los cuerpos y fuerzas de seguridad. Aparte de identificar a la aeronave, permitirá a los agentes «neutralizar» al dron. Eso significa que dejaría de funcionar el mando que controla el vehículo y éste caería al suelo. De igual forma, se podría activar la función return to home, con la que el aparato volvería al punto de despegue.

Para Miguel Viloria, Sidron «revolucionará» el mundo de la ciberseguridad. De hecho, se quedó a las puertas de beneficiarse del programa de aceleración internacional impulsado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), en el que durante tres meses las iniciativas escogidas recibirán formación y mentorización, además de tener la oportunidad de presentar su idea a inversores internacionales. Este equipo leonés recibió 2.000 euros por encontrarse entre los 15 proyectos seleccionados, pero sólo acarició los 120.000 euros de los tres primeros clasificados. «No ha podido ser. Aún así seguiremos trabajando para sacar adelante este sistema».

Cuenta que en la actualidad no hay nada similar. «En España no existe ningún centro especializado en la implementación de ciberseguridad en drones», afirma muy orgulloso. Es verdad, añade, que sí que hay muchas empresas tecnológicas con servicio de drones –plataformas colaborativas, desarrollares de soluciones (rutas de vuelo, planificadores, entre otros), y gestores de trámites como licencias, permisos o inspecciones–, pero estos «no son competidores, sino todo lo contrario. Varios trabajan con nosotros con el fin de que la implementación de seguridad sea lo más completa posible».

El proyecto arrancó hace un par de años después de que los tres socios decidieran crear una empresa que apostará por la seguridad de drones. «En aquel momento observamos la necesidad de seguridad que había en este tipo de aparatos y sus normativas», indica para, a continuación, añadir que esperan que su iniciativa no tenga fin, puesto que alguien tendrá que velar por la seguridad del ciudadano.

Y Sidron lo hace. Entre sus ventajas, se encuentra que dispone de una seguridad que permite estar tranquilos mientras los drones vuelan, ya que «si no están autorizados o se detectan como peligrosos, se neutralizan», sostiene. De cara al futuro, quieren lograr los acuerdos legales necesarios así como capital inversor para llevar a cabo el proyecto completo y posteriormente implantar la solución tanto en España como en los mercados internacionales.

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