Diario de Valladolid

El quid de la resistencia a la insulina

La UBU determina que la proteína IDE es necesaria para regular correctamente el uso de la glucosa circulante / Hasta el momento se pensaba que su única función era eliminar la hormona en la sangre, a su paso por el hígado.

El investigador de la Universidad de Burgos Germán Perdomo.-EL MUNDO

El investigador de la Universidad de Burgos Germán Perdomo.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Es un mal que mella. Una epidemia silenciosa que mata a una persona cada siete segundos en el mundo. La diabetes es uno de los principales problemas de salud pública. Esta dolencia se presenta en dos formas clínicas: tipo 1, de predisposición genética, y tipo 2, más frecuente y que generalmente comienza en la edad adulta. No tiene cura, por lo que los pacientes tienen que vivir con ella. Pero ¿qué pasa realmente cuando las personas no son capaces de responder adecuadamente a la acción de la insulina?

Cuando existe un exceso de glucosa en la circulación de forma crónica, se producen daños en los tejidos, que provocan ceguera, pie diabético, enfermedades cardiovasculares, disfunción renal o amputaciones. El grupo del profesor Germán Perdomo estudia los mecanismos celulares y modulares de la acción de la insulina en el hígado.

Y lo hace, explica el investigador, para comprender de qué forma la insulina se comunica con las células para que éstas regulen la glucosa circulante; y también quieren entender por qué se produce en la diabetes tipo 2 una resistencia a la insulina. «Estudiando la proteína IDE (Insulin Degrading Enzyme) hemos hallado que ésta es necesaria para la correcta transmisión de la señal de la insulina. Si la proteína no se encuentra en las células del hígado, estás no pueden regular correctamente el uso de la glucosa circulante, dando lugar a una resistencia a la insulina hepática, lo que predispone a padecer diabetes».

La innovación del proyecto, por tanto, radica en que se ha descubierto una puerta. Hasta el momento la única tarea de IDE era la de eliminar la insulina circulante en la sangre, a su paso por el hígado, si bien los trabajos de este equipo burgalés sugieren que, además, es capaz de realizar otras funciones. «La naturaleza siempre es previsible, y ahí se encuentra una de las mayores satisfacciones de esta profesión, la de dejarse sorprender y emocionarse al descubrir la complejidad y belleza de todo cuanto nos rodea, incluido el mundo de las células y las moléculas».

Para llegar a esta conclusión, han utilizado diversas metodologías de investigación que abarcan desde la biología celular y molecular hasta la fisiología. Los estudios se han realizado en ratones transgénicos, a los que se les ha eliminado específicamente la expresión del gen estudiado en el hígado.

El proyecto supone «una nueva mirada» hacia IDE y su relación con la insulina. «Nuestra investigación cambia la perspectiva de lo conocido hasta ahora en función de esta proteína. Se abre un mundo de posibilidades diferentes para comprender por qué algunas personas no son capaces de responder adecuadamente a la acción de la hormona de la insulina», asegura.

El proyecto comenzó hace tres años, y fue financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. En la actualidad han conseguido una subvención de la misma entidad para continuar sus investigaciones por otros tres años más. En él también participa el equipo de la doctora Irene Cózar de la Universidad de Valladolid.

En este punto, aclara que no son los únicos que están trabajando en la búsqueda de explicaciones a la resistencia de la insulina. A nivel mundial existen varios, entre ellos el del prestigioso científico Malcolm Leissring, con el que la UBU colabora estrechamente. De hecho, recientemente el doctor de la Universidad de California realizó una estancia en su laboratorio, la cual fue posible gracias a la financiación del Campus Interuniversitario CEI Triangular E3.

Una de las grandes diferencias, expone, es que el grupo de Leissring emplea ratones transgénicos de IDE totales, es decir, el gen se elimina de todas las células del animal. Por el contrario, la metodología pilotada por Perdomo es más directa y estudia la función de este gen en un tipo celular concreto.

Para el investigador de la Universidad de Burgos, la colaboración interdisciplinar tiene muchas ventajas, como son compartir recursos económicos y materiales, establecer vínculos de trabajo que permitan resolver cuestiones complejas, alcanzar grados de innovación superiores a los que no se podría llegar de forma individual, etc. «Es un enriquecimiento científico y personal para todos los que participan en el proyecto».

Sus planes son avanzar en el conocimiento de la resistencia a la insulina. «Sólo de esta forma, podremos identificar nuevas dianas terapéuticas y compuestos farmacológicos de utilidad para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. El conocimiento va unido de la mano de la tecnología y el progreso, ambos necesarios para combatir una de las epidemias del siglo XXI».

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